Si observan a un juez dando un aviso o enseñando una paleta a un marchador, asúmanlo, no se trata de nuestro protagonista: es científicamente imposible detectar una irregularidad en su marchar y eso que cada vez lo hace con mayor celeridad, pero los cimientos son de tal robustez que la tecnología, cuando arribe, pinchará en hueso con él; a buen seguro que en Lima limará algunos segundos para seguir acercándose asintóticamente a los registros de su padre deportivo, que estará encantado de perder sus últimos récords.
El ya inminente Nacional sub-20 tiene ídolo local, que espera hacer las delicias de sus paisanos, “afronto el Campeonato de España con muchas ganas, el objetivo es ganar y hacer una buena competición de 5.000m después de unos meses sin competir; me hace mucha ilusión que el campeonato se dispute en Castellón y me gustaría hacerlo bien porque estarán mi familia y mis amigos”; evaluando a su competencia, le citamos a sus compañeros de selección en el Campeonato del Mundo por equipos en Antalya, su tocayo Morilla y Miguel Espinosa, amén de Pablo González, “todos ellos son rivales duros, tanto los que estuvieron en Antalya conmigo como otros compañeros”; prudente y cauto su planteamiento, aunque su inmejorable apertura de temporada, con el entorchado patrio en Zaragoza en 41:42 le ha permitido gozar de una tranquilidad que suele redundar después en grandes resultados, “al ganar en febrero el Nacional de 10K me gané la plaza para Antalya y allí conseguí la clasificación para el Mundial de Lima, por lo que mi entrenador y yo hemos lo hemos podido preparar con calma y orientar bien los entrenamientos para llegar bien a finales de agosto”; esa planificación atlética también ha coadyuvado a rematar exitosamente ese curso árido donde los haya llamado 2º de Bachillerato, “después de Antalya bajé la intensidad y el ritmo de los entrenamientos, lo que me permitió centrarme en los últimos exámenes y en la selectividad y después he ido aumentando progresivamente la carga de los entrenamientos”. Como no quiere dejar nada al azar, Dani cogió su petate el pasado 4 de julio y se fue a la altura de Font Romeu, “estaré aquí hasta el día 26 para ir directo al Nacional; este año he tenido una buena adaptación a la altura, lo que me ha permitido tener buenas sensaciones en los entrenamientos. Hemos aprovechado que estoy aquí concentrado para aumentar el volumen de kilómetros de cara a las próximas competiciones” y la derivada de ello es que tendrán que sudar tinta quienes aspiren a cruzar la línea de meta antes que él; el pasado abril se ubicó en la octava plaza en tierras turcas, posición que intuye que podría mejorar debido a dos circunstancias que explicita, “en Lima habrá mucho nivel, como ya sucedió en Antalya, aunque al ser en pista competirán dos atletas por país, y no tres; además, el criterio técnico de los jueces estará más presente, y ese es un aspecto que creo que puede jugar a mi favor”. A la hora de calibrar sus posibilidades en la capital peruana comenta, “sabiendo el nivel tan alto que habrá, creo que lo que me dejaría satisfecho sería llegar a meta sabiendo que lo he dado todo y he sido competitivo; ¿una medalla? obviamente, me haría mucha ilusión ganarla, pero todo lo que sea mejorar mi octavo puesto de Antalya sería un gran logro”. Siempre que una competición se disputa en otro continente, con el consiguiente cambio horario y climático, es menester analizar con detenimiento la casuística y tomar acertadas decisiones, “me he estado informando un poco sobre el horario y el clima de la competición; por lo que he visto, no se espera mucho calor y quizás el cambio horario es lo que puede afectarme más, así que pensaré junto a mi entrenador cómo hacer la mejor adaptación posible”.
Su técnico, Lluis Torlá fue un excelso marchador sub-20 que conquistó sendas medallas de bronce en los Europeos de Hengelo 2007 y Mundiales de Bydgoszcz 2008 de la categoría, otrora denominada 'júnior', algo que Dani valora sobremanera, “sin duda, el hecho de que mi entrenador haya sido atleta le aporta ese punto de empatía que considero que es clave en la relación entre el entrenador y el atleta; además, el haber vivido él mismo grandes experiencias como atleta, hace que tenga un gran conocimiento y sepa cómo gestionar todo tipo de situaciones que se puedan presentar a sus atletas”. Le sondeamos a continuación sobre sus preferencias entre la ruta y la pista, comentándonos, “en nuestras categorías, competimos en ruta en invierno mientras que los campeonatos de pista son en verano, lo que hace que afrontemos cada una con distintos estados de forma; en mi caso, hasta ahora siempre he llegado mejor a verano por la progresión de la temporada y la acumulación de entrenamientos, lo que ha hecho que me encuentre mejor en pista; aún así, creo que en ruta se pueden conseguir grandes resultados” y no le amilana lo más mínimo el hecho de tener que cubrir 25 vueltas a la pista, “tengo la suerte de que el hecho de competir en pista no me condiciona a la hora de afrontar las carreras, para mí sigue siendo la misma distancia que en ruta y no le doy a eso más importancia”. Su mejor marca en el asfalto es un rutilante 40:43, séptimo español de todos los tiempos, después de mejorar ¡59 segundos! de un plumazo su prestación maña, “aún sabiendo que llegaba a Antalya en un buen estado de forma, me sorprendió el tiempo, no sólo por la marca que suponía sino por la hora de la competición, las 7 de la mañana; creo que ese resultado se debe en parte al gran nivel que hubo en la prueba, que nos empujó a todos a realizar grandes marcas como se pudo ver”; es palmario que la próxima gran cota que alcanzará Dani será el sub-40, ésa ante la que chocan no pocos corredores populares aún despegando descaradamente del suelo ambos pies, carbono incluido, aunque eso no le impide dormir como un lirón, “soy consciente de que bajar de los 40m es muy difícil y que muy pocos atletas lo han logrado en la categoría sub20. No me pongo límites, pero tampoco es un tema que me obsesione, la idea es seguir la progresión que me marque mi entrenador y ya veremos hasta dónde llego”; esas latitudes cronométricas confluyen con los récords de España de Diego García, que no desdeña aun no siendo prioritarios, “tanto la marca de pista (39:51.59) como la de ruta (40:10) son grandes registros y por eso son récords de España: evidentemente, me haría ilusión poder batir cualquiera de las dos, pero sin duda, antes que las marcas, me quedaría con poder hacer buenas actuaciones en campeonatos importantes”; Y a estas alturas de la película (escrita), la gran pregunta para este talento del Playas de Castellón, ¿por qué la marcha y no otra disciplina?, “empecé a hacer atletismo en quinto de primaria, a los 11 años, cuando entré en el colegio Penyeta Roja, un colegio enfocado al atletismo del que han salido atletas de gran nivel como mi entrenador o Pablo Torrijos; al principio no me atrajo demasiado la marcha, pero vi que tenía facilidad y gracias a algunos profesores que me animaron a practicarla acabé realizando alguna competición y ya cuando me especialicé a los 14 años al empezar segundo de la ESO fue cuando me encantó; desde mis inicios conté con la ayuda de mi actual entrenador Lluis Torlà”. A la hora de expresar su admiración hacia algún compañero de disciplina, opta sin dubitar por un coetáneo de su mentor, “siempre he admirado mucho a Miguel Ángel López, tanto por sus logros como por su técnica”; ya salió el vocablo clave en la especialidad, “suelo trabajar la técnica en cinta y además, Lluís siempre está muy presente en los entrenamientos para corregir cualquier detalle que él considere”.
Hemos pulsado también la sabia opinión de su mentor, “lo que más destacaría de Dani es que tiene mucha fuerza y resistencia muscular y eso es una gran ventaja a la hora de ejecutar la técnica porque hay marchadores que empiezan marchando bien pero según avanza la competición van perdiendo la técnica, pero él mantiene la técnica hasta el final de la prueba por mucha fatiga que tenga y eso es gracias a esa fuerza y resistencia muscular tan grande; es sin duda uno de de los mejores marchadores de su edad, si no el mejor, todos los que precedieron en Antalya llegaron a meta con algún aviso y él no; además, mentalmente es muy fuerte”; quizás no sea Lima donde destape el tarro de las esencias, “le ha tocado una generación muy buena, pero no me preocupa la posición en la que acabe en Lima, lo importante en categorías menores es que siga con su progresión y todos los años mejora claramente sus marcas, eso es lo importante, aunque creo que superará su actuación del campeonato del mundo por equipos en abril; pienso que el momento para ir a por una medalla seguramente sea la temporada que viene en el Europeo”. Tal es la progresión que el pupilo ya ha arrebatado más de un récord al profesor, “Dani ya está muy cerca de mis marcas y no tengo ninguna duda de que las va a superar; yo tenía todos los récords autonómicos de marcha desde sub-16 y ya solo me quedan los de sub-20, espero que el año me borre del mapa (risas)” y sabe bien cómo motivar al joven aspirante a campeón, “a principios de temporada le suelo decir, ‘yo tenía tal marca en tal distancia, ‘ponte las pilas’ porque si no, no vas a llegar”.
Además de su más que destacado 5º puesto del año pasado en el Europeo de Jerusalén, este dieciochoañero de 1.72m y 58kgs ya conoce las mieles de un gran éxito internacional, abrazando el oro del FOJE celebrado en Banska Bystrica hace un par de temporadas, “tengo un gran recuerdo de ese día y ojalá poder volver a repetirlo en más competiciones a nivel internacional”; nada más volver de Lima, Dani debutará como universitario, cursando estudios de Magisterio en Castellón, aunque siendo francos lleva ya un lustro impartiendo magisterio, siempre con (alguno de) los pies en el suelo.