Cuando pasen los años y Águeda Marqués recuerde el verano de 2024 seguro que se acuerda de París. De esa final olímpica que ya será para siempre. Pero también de todo lo que tuvo que trabajar y sufrir (física y emocionalmente) para llegar hasta ella. “No he disfrutado del verano tanto como me hubiera gustado”, dice la segoviana para valorar el conjunto de una temporada estival que le ha llevado a situaciones antagónicas en muchos momentos de la misma. De ver el Campeonato de Europa de Roma desde casa a jugar al 1500 en la final de los Juegos Olímpicos de París.
El atletismo es la vida y Águeda y su 2024 no pueden ser mejor testigo de ello. Hablamos con la mediofondista de moda después de sus merecidas vacaciones, con la pausa necesaria para analizar todo lo ocurrido este verano y valorar los retos futuros.
Al acabar la final olímpica dijiste que la habías disfrutado mucho. Ahora, más pausadamente, ¿crees que has disfrutado del verano de 2024?
Sí, bueno… No tanto como me hubiera gustado si valoro la temporada en general. La federación exigía unas mínimas que yo no tenía y debía hacer para estar en los Juegos Olímpicos. A lo largo del año te genera algo de ansiedad e inquietud y no siempre se pasa de la mejor forma posible. Pero luego, valorando los Juegos y cómo se ha desarrollado, creo que lo he disfrutado, sobre todo al final de la temporada. También tengo muy en mente que si no hubiera querido salir a reventar en el Campeonato de España para hacer la mínima para los Juegos todo hubiera sido diferente.
Te costó mucho arrancar. En ese mes de junio, en el que te perdiste el Europeo de Roma, ¿podrías haber imaginado estar en la final olímpica de París?
Me hubiera reído un montón. Hubiera dicho que imposible. En esos momentos no veía para nada ni siquiera estar en París.
¿Cuánto hay de trabajo y cuánto hay de suerte en todo lo que te ha pasado este verano?
Siempre digo, y esto lo hablo mucho con Adrián Ben, mi pareja, que la suerte se busca. Es verdad que se tienen que alinear los astros, pero yo diría que hay un 20% de suerte. Entre un 10 y un 20% . Lo justo para que todo vaya rodado y las cosas salgan tras haber dado todo de ti.
La final tiene que molar, pero esos dos días previos disfrutándola…
Sí. Mola mucho, sobre todo al ser mis primeros Juegos Olímpicos es todo ganas, ilusión. Es un sueño que se va a cumplir y ya llega. En mi caso no salió tan tan bien al principio, hice marca personal en la primera ronda pero tuve que ir a la repesca. Yo fui allí con unos objetivos ambiciosos pero sobre todo con mucha ilusión. Dar todo de corazón tras los momentos malos que había pasado.
4:00.31 en la final de los Juegos Olímpicos. ¿Cómo valoras la marca?
Sinceramente estaba en muy buena forma y sabía que podía correr en esas marcas. Mi entrenador me lo decía y yo me lo creía, pero de aquella manera. Puedes valerlo pero hay que hacerlo. Lo valoro súper positivamente porque muchas veces nos esforzamos y no sale. Y claro, que te salga y en unos Juegos Olímpicos… sentir esa satisfacción es lo mejor.
Siempre se ha hablado de que vas muy bien por arriba, que si tu prueba natural es el 5.000, pero este verano te has reivindicado como especialista en 1.500.
Realmente yo siempre he pensado que mi prueba es el 1.500 porque me encuentro bien en esta distancia. Pero sí que es verdad que mi entrenador dice que soy de 5.000 y de 10.000. Pienso que esa forma que tenemos de entrenar la parte aeróbica te da mucho para aguantar 4 rondas, como ha sido este caso, y no solo no reventar sino de hacerlo todavía mejor en la final.
En cualquier caso, ¿crees que tu futuro está en distancias superiores o quieres creer que serás una millera para siempre?
Creo que a corto medio plazo el 1.500 va a ser mi distancia porque me veo con proyección y opciones de correr rápido. También me veo en pruebas más largas y en la ruta.
Además, menudo subidón en redes sociales. Ahora mismo tienes más de 80.000 seguidores en Instagram. ¿Te esperabas semejante repercusión?
No me lo esperaba pero todo ha sido por las entrevistas de Teledeporte. Me ha hecho mucha gracia porque yo he sido yo misma y he explicado lo que me pasaba en las carreras. Obviamente estaba eufórica y cada ronda que pasaba lo pasaba mejor. Intentaba ser natural y me ha llamado la atención que eso haya generado tanto interés.
Después de París te vas de vacaciones. ¿No te tentaba la idea de seguir compitiendo?
Si te soy sincera, para mí esa semana fue un desgaste físico y mental muy grande. Mi manager me ofreció correr alguna Diamond League pero hablé con el míster y me dijo que si estaba cansada podía descansar. No quería forzar ni física ni mentalmente porque si no no me iba a salir bien.
Ahora ya estás otra vez en rutina. ¿Qué objetivos hay a corto plazo?
Pues la verdad es que no lo sé. Lo tengo que hablar con mi entrenador. Mi objetivo ahora es hacer mucha base. El año pasado hice el 10K de Valencia en enero y me gustó bastante. Haré algo de cross pero no creo que lo prepare al 100%.
Desde la RFEA os piden en esta época escribir algunos objetivos de cara a la temporada que empieza. ¿Cuáles son los tuyos?
Me tengo que sentar con Arturo y ver qué hacemos. Voy sobre la marcha. Me gusta disfrutar del día a día. Lo único que sé a ciencia cierta es que el Mundial al aire libre es en septiembre.
SOBRE EL ENTRENAMIENTO
En tu caso, ¿qué es lo que más confianza te da del entrenamiento de Arturo Martín?
Me da confianza que sé que voy a tener la base necesaria para aguantar toda la época de competiciones. Que no me voy a quemar porque eso lo trabajamos súper bien. Y eso es súper importante.
Lo que más te gusta y lo que menos de su método.
Lo que menos me gusta es que él prepara muy enfocado a los grandes campeonatos, que está muy bien pero el problema es que si tienes que hacer marcas previas para acceder sabes que no vas a estar al 100%. Lo que más es que sabe ponerte muy bien en tu pico en el momento adecuado y sabes que vas a estar en forma.
Y ahora el entreno que más te gusta y el que menos.
El que menos cuando toca cuestas y controlado. El que más me gusta es algo de calidad y uno que hace que es 1000-1000-400. Dos miles a tope y el 400 lo que te quede. En este caso recuperamos entre miles seis minutos y dos minutos antes del 400.
¿Qué kilometraje máximo haces a la semana?
Este año he hecho un máximo de 145 a la semana, con rodajes largos de hasta 22 kilómetros.
También este año has estado en altitud. ¿Qué tal te ha ido?
En invierno estuve en Navacerrada pero entrenaba en Segovia. Me fue muy bien. Y en primavera me fui a Font Romeu y creo que me fue un poco peor porque me subí con el hierro un poco bajo. Creo que tendría que haberlo controlado de otra manera. De hecho, puede ser que eso fuese uno de los motivos por los que me costó el principio de la temporada de aire libre.
Eres de esas atletas que no pierden el tono muscular en ningún momento, de físico imponente. ¿Te sientes en parte una privilegiada a nivel genético?
La verdad es que siempre lo pienso. Hormonalmente soy bastante estable, algo que en mujeres es muy importante. Y muscularmente tengo mucho tono y eso hace que proteja mucho el hueso. No me suele doler nada, aunque también hay que decir que me cuido mucho y hago para que no me duela. Pero sí, se porta bien mi cuerpo.
Hablas del tema hormonal. ¿Cómo de importante es para las mujeres deportistas?
Súper importante. Te diría incluso que es el más importante en mujeres deportistas. La verdad es que se habla demasiado poco. Hay que educar todavía más porque ves situaciones que no tendrían que estar pasando y se podrían evitar sufrimiento a muchas niñas y a muchas mujeres.
Ahora que ya estás en la élite, qué crees que necesitas para seguir mejorando. En cuanto a métodos, tecnología…
Siempre he pensado que podría mejorar la suplementación. No he sido nunca una atleta que se haya suplementado y creo que he sido un poco desastre. Sobre todo para la altura, para los entrenamientos intensos… Pautado de forma correcta creo que me gustaría ver qué me va mejor. El resto creo que lo estamos haciendo bien.
Eres una atleta que ya ha desarrollado toda su carrera profesional con las nuevas tecnologías de zapatillas y tartán. ¿Cómo valoras esa idea que sobrevuela cada marca de “lo de ahora no se puede comparar como antes”?
Yo creo que notarse algo se notará. Porque lo notamos a nivel de entrenamiento para entrenar más. El impacto no es el mismo y te lesionas menos. Pero yo creo que en competición no hay una diferencia estratosférica. En las largas distancias pues igual sí, pero en las más cortas no creo que sea el quid de la cuestión.
SOBRE EL MEDIOFONDO FEMENINO ESPAÑOL
Más allá de las marcas, ¿qué se siente al ser parte de una generación de mediofondistas españolas bastante potente?
Es un orgullo estar ahí porque es bastante difícil llegar y es una maravilla que el atletismo español genere atletas buenas y poco a poco vayamos subiendo escalones. Además hay buen rollo y mola mucho.
¿Hubieras preferido no tener un “muro” por delante como el de Esther Guerrero y Marta Pérez o lo prefieres así?
A mí me gusta porque también soy bastante competitiva y es una forma de picarme y de decir, a ver si estoy con ellas o les gano. Es un incentivo para mejorar. Y además son chicas que son mayores, que han tenido muchas vivencias y que me pueden aconsejar y me pueden ayudar en lo que sea.
Esther te saca a ti 9 años y Marta 6. ¿Crees que tú serás para otras atletas lo que han sido ellas para ti?
Ojalá. Me gustaría porque para mí han sido dos chicas clave para también mejorar como atleta y como persona. No me importaría ser el muro de alguien (risas).
¿Y qué hacemos ahora con el récord de España (3:57.75)? ¿Es algo a lo que tú le das mucho valor o no te obsesiona?
Se nos ha complicado… (risas). Igual sí que podía estar en esas marcas. Lo hablo con el mister que corrí esa final un poco cansada, quizá sí que tenía nivel para bajar de 4. No sé si para hacer 3:57 que es una pedazo de marca. Molaría intentarlo pero Marta lo ha puesto complicado.
