Aitana Alonso enfila la cumbre

Subcampeona de Europa Sub18 en altura y Premio "Generación Atletismo" 2024
Martes, 22 de Abril de 2025
Emeterio Valiente
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Aitana Alonso medalla en el Europeo sub18 Bans Bystrica
RFEA | Miguelez TEAM

Con 13 años brincaba ya por encima de 1.78 y ahora divisa el suelo desde 1.81 metros, altura que le reportó el verano pasado todo un subcampeonato continental sub-18…con ¡15 años! pero no todo ha sido un camino de rosas para esta medallista española absoluta ‘short track’ pues sus bisoños 16 octubres incluyen una señora lesión que le llevó a ejercitar la paciencia en Palencia, urbe a la que está dispuesta a poner a la altura que merece.

Recibió Aitana a principios de mes el galardón a la mejor atleta de ‘Generación atletismo’ y a sus envidiables 16 años lo valora así, “aunque no llevo demasiado tiempo en el atletismo más ‘profesional’, que reconozcan todo el esfuerzo, la dedicación y el compromiso que le he puesto y también lo que he ido logrando estos últimos años, es supermotivador; el que me vean con ese potencial me da muchísimas ganas de seguir mejorando y dando lo mejor de mí”; como en toda distinción, el momento álgido llegó cuando saltó, esta vez en sentido figurado, la noticia; como buena estudiante, la buena nueva le pilló entre sus coetáneos escolares, “la verdad es que no me esperaba el premio para nada… estaba en clase y una amiga mía me mandó la captura de Twitter y me puse supercontenta, salí corriendo a clase de otra amiga y empezamos ahí a dar saltitos de la emoción en medio de todos”; menudo revuelo se debió armar en el IES Jorge Manrique de Palencia, donde cursa 1º de Bachillerato.

Aitana Alonso

 

La actuación que catapultó a Aitana a la condecoración que recibió en la sede del COE acaeció en la eslovaca Banska Bystrica, sede del Europeo sub-18 el pasado verano; un sagaz vistazo a las contendientes del salto de altura femenino delataba a Aitana como la más tierna, en términos de edad, de las favoritas, quienes abrumadoramente habían nacido en 2007 mientras nuestra protagonista vio luz en el último trimestre de 2008, pero ello no resultó óbice para que, tras descollante concurso, se alzara con la plata, “cuando vi las listas y me di cuenta de que yo era la más pequeña sí que me impuso un poco y más cuando las vi en persona, porque eran todas muy altas, pero obviamente en la competición no es algo en lo que estuviera pensando porque eso hubiese ido en mi contra; una vez conseguido un buen resultado entonces es cuando valoro más mi edad”, reflexiona quien afrontaba esa cita continental con la garantía de haber franqueado por primera vez en su carrera, la icónica cota del 1.80 en Segovia, “para mí fue un logro enorme, porque justo un año antes tuve una lesión que me dejó sin poder terminar de la manera que me hubiera gustado la temporada anterior; además, estuve casi un año sin competir, de mayo de 2023 a mayo de 2024 y que en mi segunda competición estuviera a ese nivel y por fin pasase ese límite del 1.80 me hizo ganar esa motivación que había perdido”. Los grandes competidores, ya saben, son aquellos que exhiben su mejor versión el día D a la hora H y Aitana demostró que pertenece a esa nómina de elegidos con un brinco de 1.81 a la segunda tentativa en tierras checas no exentos, por supuesto, de debate emocional “la noche de antes estaba tan nerviosa que apenas pude dormir, pero el competir con Zuzanna (Bednarek) me hizo estar muchísimo más relajada porque, aunque en el calentamiento y en la competición como tal no estuviéramos juntas, en cámara de llamadas nos ayudamos mucho mutuamente a quitarnos los nervios; además, para competir yo no puedo estar quieta en silencio porque de esa manera me pongo aún más nerviosa y por suerte coincidí con dos chicas más, una francesa y una suiza, a las que les pasaba lo mismo y estuvimos supercómodas y tranquilas entre cada salto , apoyándonos y animándonos tanto antes como después de cada intento; sé que no a todos les funciona esto y que a muchos atletas les hace falta estar hiper concentrados mientras compiten, pero a mí me ayuda muchísimo a no pensar demasiado en la competición para no morirme de los nervios y creo que esa fue la clave de que compitiera tan bien. Voy a seguir esforzándome para así poder dar una mejor versión de mi cada año”.

Retrotrayéndonos a la menciona lesión, Aitana nos cuenta sus pormenores, “fue la semana anterior al campeonato de España sub-16 en junio de 2023; pisé una vallita y se me rompió el peroné; al principio se confundieron con el diagnóstico y me dijeron que era solo un esguince por lo que, aunque yo tuviese el tobillo horrible de inflamado y con mucho dolor, yo seguí haciendo ‘vida normal’, aunque obviamente no andaba, tenía el pie vendado,  y al mes de rompérmelo cuando ya pude andar con cierta normalidad ya me dijeron que sí que estaba roto, pero no volví a entrenar hasta septiembre, cuando empecé con la pretemporada, la cual me hizo hacerme mucho daño; aún así, en octubre fui a un campeonato de España apenas sin entrenar, me hice un daño terrorífico y ya es cuando me dijeron que tenía un edema óseo a raíz de no haber curado bien el tobillo y estuve sin entrenar hasta febrero-marzo de 2024, perdiéndome también el campeonato de España de pista cubierta; una vez recuperada, retomé la competición en abril y hasta ahora”.

Aitana Alonso

 

Si bien sigue militando esta temporada en categoría sub-18, Aitana mira con indisimulado deseo al Europeo sub-20 de Tampere (Finlandia)  del próximo julio y buscará con ahínco ser parte de la expedición española, “para mí sería un logro enorme competir allí y más siendo de una categoría menor; aunque todavía no haya conseguido la mínima del RFEA (1,81), sé que no voy a tardar mucho en lograrlo; si alcanzo la marca y consigo que me lleven, sé que va a ser mucho más complicado obtener el resultado que tuve en el sub 18, pero, yo voy a esforzarme al máximo que para estar a la altura y ser competitiva en la prueba”. Si de algo puede presumir es de no arrugarse cuando compite con rivales más mayores y la última muestra de ello tuvo lugar en Gallur donde consiguió su primera medalla absoluta el pasado febrero, gesta que disecciona, “pues, aunque estuviera nerviosa y por ello no pudiera competir tan bien como me hubiera gustado, el resultado fue increíble y tener una medalla absoluta siendo sub-18 es un logro enorme, ¡espero que no sea la última.  La acogida de mis compañeras fue genial y el conocer a algunas competidoras más de cerca, como por ejemplo a Ona o a Saleta, me ayudó a estar mucho más cómoda compitiendo; de mis compañeras de pódium, Ona (Bonet) y Una (Stancev) destacaría su manera de competir y cómo están tan concentradas, además de su técnica y lo mucho que saltan”.

Ya con el bronce absoluto en el cada vez más pesado zurrón, Aitana partió la semana siguiente hacia la A-3 para competir, por fin, con las chicas de su edad  en Valencia, sede del Nacional sub-18 y, sorpresa, decidió doblar prueba, afrontando también los siempre intrincados 60m vallas donde, atención, alcanzó la final tras su frenético fin de semana, “antes de hacer salto de altura ya entrenaba vallas, pero las dejé un poco de lado por la lesión y este año las volví a entrenar, me vi cómoda, decidí probar y considero que, para no ser mi prueba fuerte y entrenarla  solo un día a la semana, quedar 8ª de España no es un mal resultado, además de conseguir mi mejor marca con 8.65 en semifinales”; el sábado la empresa era más que asequible, superar la ronda inicial de las vallas, pero el domingo bien podría haber protagonizado ‘Un día de furia’, tan apretada fue su agenda, “me apunté a las vallas pensando que iba a tener tiempo de sobra, pensaba que me iba a dar tiempo a hacer un salto antes de empezar a calentar para las semifinales y que después de la premiación de altura iba a tener un largo tiempo antes de la final, pero no fue así, no me dio tiempo ni a hacer un salto antes de las ‘semis’, ni a calentar, solo me dio el tiempo justo para ponerme el dorsal y cambiarme los clavos mientras mis compañeras entraron a pista; después de premiación y sin saber la hora que era, bajé con tranquilidad a la zona de calentamiento y allí me di cuenta de que apenas quedaban 5 minutos para que nos llevasen a cámara de llamadas, por lo que, al igual que con las ‘semis’, me dio el tiempo justo para ponerme los clavos y el dorsal; por todo eso y que estaba un poco cansada por la altura, no competí especialmente bien en final, y aunque no se me hizo duro, sí que fue algo estresante”, rememora, aunque no se amilana para próximas citas, “creo que si no me coinciden demasiado las pruebas y voy bien colocada en el ranking nacional, sí que continuaré haciendo también las vallas”.

Nos interesamos ahora por cómo fueron sus inicios en el deporte olímpico por excelencia, “yo comencé a hacer altura en sub-10 o sub-12, ya no lo recuerdo, pero hasta sub-14 no comencé a saltar a Fosbury porque me daba miedito y saltaba a tijera, entonces empecé a mejorar de verdad a esa edad; la verdad es que no tengo demasiado buen recuerdo de mi primera vez en altura, ya que tuve una caída tontísima y me dio tanta vergüenza que no quise volver, pero Álvaro Infante, también saltador y mi primer entrenador de altura, le comentó a Elena mi potencial y ya fue cuando empecé en iniciación con ella”, pidiéndole a continuación una somera glosa sobre su actual entrenadora, Elena Caballero, recientemente distinguida como la mejor entrenadora de ‘Generación atletismo’ gracias a su labor con Aitana y en la escuela del club Puentecillas de Palencia,  “a Elena yo la considero una segunda madre, tanto por la cantidad de tiempo que paso con ella, como por la buenísima relación que tenemos, algo que considero esencial entre un atleta y su entrenador;  además de ser una entrenadora genial, en el ámbito así más emocional, qué decir de ella,, es un gran apoyo para mí, ya que sé que si en algún momento no estoy bien, tanto dentro como fuera del atletismo, sé que puedo contar con ella”.

Aitana Alonso

Aitana Alonso fundiéndose en un abrazo con su entrenadora Elena Caballero y en la pasada Gala RFEA donde ambas fueron premiadas.

 

Más de uno ya le habrá comentado a Aitana sobre los incontables talentos aeróbicos esculpidos en tierras palentinas, pareciendo ya razonable abrir el abanico al foso de altura, “por supuesto, creo que la altura debe de estar muchísimo más reconocida tanto a nivel provincial como a nivel nacional; además, siendo Palencia una ciudad tan pequeña como lo es, el haber tenido y tener atletas tan grandes es un motivo de orgullo enorme tanto para mí como para todos los demás palentinos”.  Escudriñando la lista patria sub-18 de todos los tiempos Aitana ocupa la quinta plaza a cuatro centímetros de la plusmarquista nacional, una tal Ruth Beitia, por lo que le sondeamos sobre si planea encaramarse este verano a lo más alto del ránking, “sé que mejorar en estas alturas es complicado y que mi altura, mido 1.73 y si crezco será uno o dos centímetros, tampoco acompaña, pero sí que veo muy posible que llegue a ese 1.85 o incluso al 1.86; soy consciente de que no va a ser un caminito de rosas y que me voy a tener que esforzar mucho, pero yo voy a dar todo de mí para lograrlo, y espero que, en una de las muchas oportunidades que voy a tener, lo consiga”.

Si hay una especialidad que es pasto de rutinas, manías y hasta ritos, ésa es el salto de altura, desde atletas que se meten en un saco entre salto y salto, hasta las que apuntan en una libreta los detalles de cada salto, interesándonos sobre lo que puede aportar ella a ese espectáculo, “pues hace un par de años sí que era  muy maniática con darme en las piernas antes de cada salto los mismos golpes y en el mismo orden, pero ya estaba harta de acabar con las piernas multicolores (risas) así que ahora lo ‘único’ que hago es apretarme las pulseras justo antes de saltar y dar tres golpecitos con la punta del pie antes de saltar; además, el día de competición tengo que comer macarrones con boloñesa y siempre mientras compito voy comiéndome unas ‘Chips Ahoy’ y obviamente el ‘Powerade’ y si es azul mejor que mejor”; con esa dieta, no es de extrañar que la lucha por la supremacía nacional de la disciplina esté al rojo vivo.

Aitana Alonso