La marcha de #EspañaAtletismo escribió este jueves en Budapest la página más bella de su historia y, por supuesto, una de las más gloriosas de nuestro deporte en general. Lo hicieron Álvaro Martín y María Pérez al conquistar los títulos mundiales de 35 km menos de una semana después de ganar los de 20 km, un doble doblete que les corona emperadores de la marcha en Budapest.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero lo ocurrido en la Plaza de los Héroes de la capital húngara rompe el manido dicho y trasciende más allá de la épica. Una gesta, la de Álvaro Martín y María Pérez, que va directa al baúl de los recuerdos legendarios del atletismo español: los oros olímpicos de Daniel Plaza y Fermín Cacho en Barcelona 1992, el de Ruth Beitia en Río de Janeiro 2016, el triplete maratoniano en el Europeo de Helsinki 1994…
Otra mañana asfixiante (21ºC y 92% de humedad a las 7:00, hora de la salida) que presagiaba dos carreras de supervivencia y, sobre todo, de estrategia, que sería sinónimo de triunfo.
La de ellos, con Álvaro Martín y Miguel Ángel López a la cabeza, fue incrustarse en el grupo de 18 atletas que marchaba liderando, mientras que Marc Tur seguía su propio ritmo. La de María Pérez tampoco admitía duda: salir con el selecto grupo de ocho que perseguía la victoria desde el inicio sin dedicar ni un segundo a pensar en las molestias físicas que le acarreó su triunfo en los 20 km (luego agradecería emocionada a los fisios de #EspañaAtletismo su inconmensurable trabajo para ponerla a punto). Esas ocho pronto pondrían tierra de por medio con el resto, incluido un segundo grupo en el que marchaban Raquel González y Cristina Montesinos.
Devoraban los kilómetros y la situación en ambas carreras permanecía inamovible, pasando el km 10 los hombres en 41:33 (todavía 16 liderando) y las mujeres en 46:44 con siete atletas entre las que, además de María, destacaban Shijie Qieyang, Katarzyna Zdzieblo y Kimberly García León. La china abandonaría más adelante y la polaca sería descalificada, quedando la peruana, defensora del título, como la rival más dura para María Pérez.
En la prueba masculina, fue el francés Aurélien Quinion quien rompió las hostilidades al paso del km 15, cambiando de ritmo y tomando ventaja sobre sus rivales, que le dejaron hacer sin inmutarse. En ese parcial entre el km 15 y el 20, la diferencia del galo se amplió hasta el medio minuto con los perseguidores, cada vez menos numerosos y entre los que ya no se encontraba Miguel Ángel López.
La carrera femenina, al paso por ese kilómetro 20, ya había tomado otro color. María logró alcanzar un tímido ataque de la polaca Zdzieblo para superarla y ponerse por delante con un ritmo fuerte pero sostenido que la aleja de sus rivales. A pesar de que terminaría siendo un momento decisivo en la prueba, Kimberly García León todavía no había dicho su última palabra y se mantenía al acecho a escasos segundos de la española.
Álvaro Martín tenía claro que su momento había llegado y no cejó en su empeño una vez había pasado el km 30 en 2:04:33, a solo tres segundos de la mejor marca española. Más aún cuando el francés Quinion había tenido que parar en la zona de penalización y quedaba definitivamente descartado. En ese momento, el español aprovechó para un fuerte cambio de ritmo a la carrera y a 4:05/km puso la directa, únicamente con el ecuatoriano Brian Daniel Pintado y el japonés Masatora Kawano como amenazas.
María Pérez siguió aumentando su ventaja, pasando el km 25 en 1:54:42, con 24 segundos de ventaja sobre la bicampeona mundial en Oregón Kimberly García. Una distancia sideral que amplió hasta 45 segundos al paso por el kilómetro 30 (2:16:01). Le brillaban los ojos ante el que podía ser su segundo título mundial en solo cuatro días.
Con el ecuatoriano Pintado pisándole los talones en el km 34 y en plena agonía, Álvaro Martín no se detuvo ni un segundo para recoger la bandera española antes de cruzar la meta como campeón del mundo, el único objetivo que tenía en mente el extremeño en esos momentos. En una recta final gloriosa, Martín se colgó de nuevo el oro, con la guinda de batir su propio récord de España en 2:24:30 (casi un minuto mejor que su anterior plusmarca, 2:25:35, lograda en mayo en Podebrady).
La afición española celebraba el triunfo de Álvaro en la Plaza de los Héroes cuando llegó a meta María Pérez, jaleada por el propio Álvaro. Lo hizo a lo grande, esta vez sí, con bandera en mano, disfrutando de la última vuelta al circuito, saludando y festejando su oro mundial, aderezado con el récord del campeonato en 2:38:40.
La delegación de #EspañaAtletismo desbordaba de alegría con los dos nuevos oros que, sumados a los de los 20 km marcha, nos sitúan en la segunda posición provisional del medallero. Además, con ocho finalistas (Cristina Montesinos logró un magnífico quinto puesto), la #PasiónPorCompetir se sitúa muy arriba en la clasificación por puntos.
Las cuatro medallas de oro suponen la mejor cosecha histórica de #EspañaAtletismo (mejorando las dos de Stuttgart 1993 y Sevilla 1999).
Este 24 de agosto de 2023 es ya una fecha histórica para el atletismo español y será siempre recordada como el día del doble doblete de nuestra marcha en un Mundial. Un día para festejar por todo lo alto.