Attaoui: de 0 a 800 en 104 segundos

Entrevista al prometedor mediofondista cántabro
Miércoles, 3 de Enero de 2024
Emeterio Valiente
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Mohamed Attaoui

Cada año la RAE adiciona nuevas acepciones que ensanchan el vocabulario patrio. Ya queda menos para que se apruebe la octava definición de aceleración: dícese del espeluznante cambio de ritmo ¿sin motor? protagonizado por Mohamed Attaoui cuando olfatea el epílogo de una carrera. Se prevén nuevas exhibiciones en 2024 en Glasgow, Roma y París; acelere la compra de sus entradas si no quiere ver el cartel de 'sold out'.

Nos descubre Moha en primer lugar cómo se gestó algo tan trascendente como su rutilante fichaje por el equipo On Athletics Club Europe. Spoiler: las concentraciones siempre otorgan un valor añadido. "Después del Campeonato de España de Torrent subí a Sierra Nevada a preparar el Mundial de Budapest y allí coincidí con Adel Mechaal. Como siempre nos juntábamos para comer y cenar, íbamos hablando de todos los temas hasta que salió este, y él me recomendó que lo mejor para mí era firmar por este equipo, porque tenía un grupo de atletas jóvenes y era un grupo muy profesional. Me comentó que con ellos me podría despreocupar de todo y solo centrarme en correr, que sacarían lo mejor de mí. Justo después del Mundial me contactaron y ahí empezó todo", desvela.

El subcampeón de España de 800 m ya barruntaba, tras su brillante actuación mundialista, que algo sonado estaba a punto de suceder: "Sinceramente, no me sorprendió. Sabía que con todo lo que había hecho durante el año iba a tener recompensa y alguien iba a apostar por mí. Ya desde principios de año empecé con otra marca que me proporcionaba material, pero después del Mundial tuve más ofertas y acabé eligiendo la que más se adaptaba a mis necesidades y la que creía que me va a hacer mejorar como atleta".

Una de las consecuencias del fichaje será su asidua presencia en los aeropuertos internacionales: "Sí, la verdad es que mi vida toma un giro importante. El OAC Europe tiene como entrenador del equipo a Thomas Dreissigacker, que es por tanto mi entrenador, los entrenamientos se realizan entre Suiza en verano y Sudáfrica en invierno, y entre concentración y concentración seguiré viniendo a mi casa en Torrelavega, donde residen mi familia y amigos".

Mohamed Attaoui

El 1 de junio de 2023, Attaoui era 'solo' un prometedor mediofondista que había bajado una vez de 1:47 y apenas 84 días después, tras un verano inconmensurable, se convirtió en unos de los mejores ochocentistas mundiales, quedándose a 12 míseras centésimas de acceder a la final del Mundial. Le preguntamos cómo se digiere tamaño cambio: "Me parece algo increíble; mi autoconfianza durante el año fue mejorando significativamente y mi trabajo diario va encaminado a irme conociendo mejor y desarrollar poco a poco mi potencial".

Su progresión ha generado la lógica obnubilación de unos y otros, desvelándonos el comentario más recurrente. "¡Mira todo lo que has logrado con solo 22 años! Mira tu progresión, vas a conseguir todo lo que quieras", le han repetido. “Y, paso a paso, ese es mi propósito", reconoce Attaoui. Alguien podría decir aquello de, si funciona el método, ¿por qué cambiarlo?, pero, más velozmente incluso que en el tartán, se apresura a matizar que "los métodos no son tan diferentes, pero las experiencias, sí. Cada nueva experiencia es un peldaño más para mejorar y madurar como atleta y como persona; estoy convencido de que con este nuevo modelo de entreno sacaré lo mejor de mí".

Ya inmersos en este 2024 desconocemos aún en qué especialidad nos deleitará bajo techo, pero tranquilos todos, que 'habemus' espectáculo garantizado. "Sí, estoy entrenando muy bien y creemos que llegaremos en muy buen estado de forma a las competiciones de este invierno, creo que en 800 m pero no descarto el 1500 m porque estoy muy bien por arriba", desliza el cántabro.

En el 800 m en pista cubierta es auténtico neófito a gran nivel, pero su mentalidad positiva sale a relucir de nuevo: "Una de las cosas que creo que mejor se me da es adaptarme a cualquier cosa, es verdad que en pista cubierta hay menos espacio para moverse y es más difícil, y son cuatro vueltas en vez de dos, pero creo que ya he aprendido de este verano y lo haré bien".

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en atletismo lo cierto es que gustan y hasta se antojan inevitables, recordando su caso al de Adrián Ben, prometedor sub23 en su día y ‘cuasimedallista’ mundial en Budapest. "Yo no sabía de mi potencial en el 800 m, siempre he sabido que soy muy rápido, pero como corría bien el 1500 m y fue la prueba en la que me empecé a descubrir un poco a mí mismo, nunca pensé que explotaría en el 800 m, aunque viendo lo de este año está claro que los dos próximos años me centraré en esta prueba. Mucha gente me dice que se me va a dar mejor el 1500 m, ya tendremos tiempo de saberlo”, bromea Attaoui.

Aunque su mejora en el 'milqui', de 3:39.48 en 2022 a 3:36.12 en 2023, quedara eclipsada por su eclosión mediomillera, cuando habla de la distancia lo hace con indisimulado cariño y henchido de confianza: "El pasado verano solo pude correr dos, en Andújar 3:37 y en Huelva 3:36, sin ser las carreras que yo buscaba y en las que no se pudo correr mucho, pero me encontré superbién y no noté que se me hiciera larga la distancia en ninguna de las dos pruebas. Acabé el año insatisfecho con la marca, porque sabía que si tenía la oportunidad de correr el 1500 m perfecto iba a destrozar mi marca, pero no hubo más oportunidades; estoy tranquilo y sé que ya tendré carreras para hacerlo, todo a su tiempo".

Reconoce Attaoui que le ponemos en un aprieto, brete o apuro cuando le sondeamos acerca de cuál es su distancia fetiche, la preferida: "Esa es la pregunta que más me cuesta responder, creo que no me puedo quedar con una, el 800 m tiene unas cosas y el 1500 m, otras. Me gustan mucho las dos. En unos años igual tenemos la respuesta, pero, de momento, nada".

Escudriñando su campaña estival, la primera marca de auténtico relumbrón la consiguió en Pamplona el 2 de junio, parando el crono en 1:45.17 para asombro general, pero no suyo: "En los entrenamientos ya veía que estaba para hacer una gran marca en el 800 m, justo estaba entrenando en altitud y, nada más volver a España, después de correr en Andújar el 1500 m decidí correr en Pamplona. Hubo buena liebre que me llevo hasta los 500 m pasando en 50 segundos el 400 m, y luego me tocó intentar aguantar hasta meta solo y conseguí ese 1:45.17. Ese día supe que iba a hacer grandes cosas porque en una carrera de nivel podía bajarlo, y así fue".

La geométrica progresión veraniega que protagonizó derivó en un ambicioso cambio de objetivo, pasando del Europeo Sub23 de Espoo al Mundial absoluto de Budapest. "El gran objetivo de la temporada y lo único que tenía en mi cabeza era ese Europeo, incluso me había planteado terminar ahí mi temporada si conseguía algo y me veía muy cansado, pero no fue así”, reconoce. “En Espoo no supe gestionar la carrera por mi inexperiencia y logré esa plata en el 1500 m que me dio mucha rabia, pero me siento orgulloso de haberla conseguido. Al final, cada carrera es un mundo y nunca sabes lo que puede pasar, pero sí que trabajamos para evitar esas situaciones", admite.

Tras su plata continental, Attaoui se plantó en Torrent dispuesto a ganarse una plaza para el Mundial en el 800 m y lo consiguió a lo grande, quedándose a un suspiro, medido en cinco centésimas, del oro que atrapó Ben: "Allí me lo pasé muy bien, sabía que aún estaba muy fuerte, venía de correr la semana anterior en Madrid en otro sub1:45 y tenía mucha rabia después del Europeo. No me dolió no ganar en Torrent porque corrí perfectamente, lo di todo y fue ante rivales estratosféricos, por lo que el resultado me dejó contento".

Mohamed Attaoui

Al ser el mencionado Europeo Sub23 su inicial objetivo de la temporada, no eran demasiados los que apostaban porque este talentoso mediofondista llegara en forma al Mundial de Budapest, pero sus resultados en la capital húngara cerraron más de una boca: "Mucha gente criticó que me seleccionaran diciendo que había competido mucho y que aún era sub23, pero me lo merecía, me lo gané en la pista, me seleccionaron y fue como un sueño el debutar con #EspañaAtletismo en nada más y nada menos que un Mundial. Es verdad que tras Torrent estaba algo cansado tanto mental como físicamente, pero era la persona más feliz del mundo y quería demostrar que aún tenía mucho que decir. Fui aproximadamente 15 días a Sierra Nevada y, parece mentira, pero allí reseteé y entrené mejor que nunca otra vez. Además, viendo a Adel Mechaal o Katir entrenar allí, el saber que iban a estar peleando por todo en Budapest me hizo pensar ¿y por qué tú no?".

No suele ser plato de buen gusto dejar a un entrenador que te ha guiado a tan altas cotas, he aquí el homenaje de Attaoui a Raúl Gutiérrez: "Con Raúl empecé en el atletismo y ha sido mi único entrenador hasta este verano. Con él he pasado muchos años, ha sido mi referente y he aprendido un montón de cosas junto a él, hemos conseguido grandes cosas. Hemos tenido malos momentos también, pero siempre aprendiendo de cada situación, y le estoy muy agradecido por todo lo que ha hecho por mí".

Las matemáticas no fallan e indican que el orgullo de Torrelavega se halla a escasas 70 centésimas del récord de España de 800 m, pero no le quita el sueño: "Mis objetivos son otros, si sale el récord en cualquier carrera bienvenido sería. Me haría feliz batirlo porque eso significaría que estoy muy bien de forma, pero no es algo que me obsesione, y al final un récord te lo pueden quitar cualquier día. En cambio, ir a un gran campeonato y conseguir un gran resultado lo vas a tener para siempre".

Al haber 'bajado' de distancia en 2023, Mohamed Attaoui se enfrentó en Budapest con no pocos tallos de 190 centímetros, el musculado campeón mundial Marco Arop sin ir más lejos, pero ello no le intimida lo más mínimo: "La verdad es que no me asusta, me da igual cómo sean los demás, pero es cierto que con gente así es preferible no tener ningún roce ni ningún choque, porque tienes muchas papeletas de que te saquen fuera de la pista". 

Si hay un dato desconocido (y casi imposible de predecir) para 2024 es la identidad de los tres mosqueteros españoles que competirán en los Juegos Olímpicos de París sobre las dos vueltas a la pista, convirtiendo en muy fina la línea que separa ser finalista olímpico de quedarte en casa viendo los Juegos por televisión: "Totalmente cierto, es simplemente brutal el nivel que tenemos ahora mismo en España, y es algo muy bueno porque nos va a hacer exprimirnos a todos al 100% y al final irán los mejores del momento".

Le preguntamos ahora cómo combinar el Europeo de Roma en junio con la magna cita parisina en agosto, pero su discurso es convincente: "En 2023 creo que hice 100 picos de forma (risas). Pienso que el primer pico tiene que llegar para el Europeo y luego aguantarlo hasta el Nacional absoluto. Después, me conozco perfectamente y sabré si tengo que aflojar unos días antes de otra preparación o si podré aguantar todo el tiempo que haga falta rindiendo igual o mejor".

Attaoui no atisba duda alguna sobre la distancia a preparar este verano: "800 m, esa es la distancia en la que tengo la mínima para poder participar, es seguro que es la disciplina que prepararé". Para terminar, nos comenta a qué mediofondistas, de antaño y rabiosa actualidad, considera referentes: "Actualmente me gusta mucho Mario García Romo porque sabe planificar muy bien y llega muy fuerte a las citas importantes, siempre está luchando por todo. De hace años me gusta Hicham El Guerrouj, su palmarés lo dice todo".