Chocolate dulce, chocolate amargo

En la historia de los Mundiales, 17 españoles han sido cuartos, cada uno con un sabor diferente
Viernes, 11 de Agosto de 2023
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Manolo Martínez en Edmonton
RFEA / Sergio Carmona

El chocolate, el que recubre la medalla que dicen que nadie quiere, la del cuarto puesto, puede llegar a ser muy amargo. También dulce como el mejor de los oros. Igual que ese muestrario del supermercado que ofrece desde aquellos que se enorgullecen de su 99% de pureza hasta los más acaramelados, los cuartos lugares de los atletas españoles en Mundiales tienen sabores muy diferentes. Para algunos el mejor resultado de su carrera deportiva, para otros la gran oportunidad perdida. Cada uno con su historia, con sus intrínsecas batallas en pos de una medalla que nunca llegó. 17 atletas icónicos, algunos incluso legendarios, que rozaron la gloria vistiendo la camiseta de #EspañaAtletismo en el gran escenario de un Mundial estival.

Ordenadas de forma cronológica, repasamos algunas de las historias de estos protagonistas.

José Marín – Helsinki 1983, 20 kilómetros marcha

Cinco días antes de conseguir la primera medalla del atletismo español en los mundiales al ser plata en los 50 kilómetros marcha, José Marín rozó el podio en los 20 kilómetros. Era el primer día del primer Campeonato del Mundo y el catalán llegaba a Helsinki con la vitola de campeón de Europa vigente en Atenas el año anterior. La victoria en la capital finlandesa fue para el entonces plusmarquista mundial, el mexicano Ernesto Canto, con un tiempo de 1:20:49 (a un minuto y 14 segundos de su récord). La plata fue para el checoslovaco Jozef Pribilinec, que en Seúl 1988 se proclamaría campeón olímpico, a solo 10 segundos del ganador; y el bronce para el soviético Yevgeniy Yevsyukov, a nueve segundos del segundo puesto. Marín llegó a apenas 13 segundos de Yevsyukov, en una apretadísima carrera en la que los cinco primeros cruzaron la meta en apenas 48 segundos.

Jaime Barroso – Stuttgart 1993, 20 kilómetros marcha

Después de Tokio 1991, en el que ningún español alcanzó la cuarta posición y solo Sandra Myers logró una medalla (bronce), Jaime Barroso puso su pequeña piedra en el histórico Mundial de Stuttgart 1993 para la marcha española. Fue cuarto en los 20 kilómetros en los que Valentí Massana se convirtió en el primer español en coronarse campeón del mundo, y donde Daniel Plaza se colgó el bronce. El barcelonés llegó a un minuto y 10 segundos de Massana y a 23 segundos de Plaza, entre los cuales cruzó la meta el italiano Giovanni De Benedictis. En aquella misma edición ‘Chuso’ García Bragado triunfó en los 50 kilómetros y Encarna Granados fue bronce en los 10 kilómetros, siendo estas cinco las únicas medallas españoles en Alemania. Da la casualidad de que Massana, seis años después, en Sevilla, fue también cuarto en los 50 kilómetros marcha.

Maite Zúñiga – Atenas 1997, 1500 metros

La primera ‘no medalla’ española fuera de la marcha la logró Maite Zúñiga en los 1500 metros de Atenas 1997. Allí cuajó la todavía plusmarquista nacional de los 800 metros el mejor resultado de su carrera deportiva en Mundiales al aire libre, gracias en gran medida a saber encontrar huecos en una carrera trabadísima en el último 300 y en la que la más rápida fue la portuguesa Carla Sacramento, con Regina Jacobs en segunda posición después de un tremendo enganchón con Sonia O’Sullivan. El bronce, por el que peleó Zúñiga hasta la extenuación, fue para la suiza Anita Weyermann por solo 10 centésimas, 4:04.70 a 4:04.80, su sexta mejor marca en la más mítica de las distancias. Jamás había estado tan cerca de una medalla al aire libre y ya nunca lo estuvo, pues los últimos coletazos de su fantástica trayectoria los dio en el Europeo de Budapest 1998, donde fue octava, y en el Mundial de Sevilla 1999, donde no pasó de las series.

Fermín Cacho – Sevilla 1999, 1500 metros

La Cartuja era una caldera, los 12 atletas que iban a competir la final de los 1500 metros observaban, tensos y esbeltos, el coliseo sevillano que no paraba de rugir. Paró España para vibrar durante tres minutos y medio en la final de las finales. El Guerrouj, Morceli, Ngeny y los nuestros: Cacho, Estévez y Díaz. El primero, campeón olímpico, buscaba en su quinto mundial al aire libre su tercera medalla después de las platas de Stuttgart y Atenas. No llegó, fue cuarto por detrás del ‘invencible’ Hicham El Guerrouj, el aspirante Noah Ngeny y un portentoso Reyes Estévez, que repetía el bronce de dos años antes. Quinto llegó Andrés Díaz y el público entró en trance. Nunca antes se había visto un 1500 de ese nivel, tardó mucho en repetirse. Fue la obra maestra de una generación de mediofondistas que marcaron el devenir de su disciplina durante los 90. Cacho jamás volvió a vestir la camiseta de #EspañaAtletismo y allí en Sevilla, calurosa y estival, cerró, sin saberlo, una trayectoria de leyenda.

Luismi Martín Berlanas

Luismi Martín Berlanas – Edmonton 2001, 3000 metros obstáculos

Para los que la vivieron en directo, vuelvan a verla. Para los que no lo han hecho nunca, no duden y denle al play. La final de los 3000 metros obstáculos de Edmonton 2001 es una fiel representación de la trayectoria deportiva de Luismi Martín Berlanas, obstaculista tardío, talento inquebrantable sobre ‘los palos’. Llegaba a Canadá después de haber sido quinto en los Juegos Olímpicos de Sídney un año antes y, pese a haber sufrido durante toda la temporada debido a las lesiones, se fue de este Mundial con el mejor resultado de su trayectoria en los campeonatos. La carrera, “nerviosa”, fue dominada por Berlanas desde la cuerda, siempre en posición de honor. Tanto que, al toque de campana, se decidió a atacar por dentro. Encontronazos, toques, tensión al máximo en los últimos 400 metros. La resolución de la prueba a partir de la última ría es oro puro, como el que se colgó el keniano Reuben Kosgei, también campeón en Sídney. Ali Ezzine, marroquí, fue plata, y Bernard Barmasai, también keniano y plusmarquista mundial entonces, bronce.

Manolo Martínez – Edmonton 2001, lanzamiento de peso

Dos centímetros, dos, separaron a Manolo Martínez de una medalla mundialista en Edmonton. Hasta 20.91 metros se fue el mejor tiro, el cuarto, del eterno capitán de #EspañaAtletismo. Con aquel lanzamiento Martínez podía soñar con aquella medalla de bronce sabiendo que los dos favoritos, los estadounidenses John Godina y Adam Nelson, tenían prácticamente asegurados el oro y la plata con 21.87 y 21.24 respectivamente. Sin embargo, apareció el finlandés Arsi Harju, campeón olímpico un año antes, que lanzó el artefacto hasta 20.93 y dejó sin reacción al español. Aquel cuarto puesto, logrado gracias a un segundo mejor lanzamiento por el empate con el yugoslavo Dragan Perić, fue el mejor resultado mundialista para un hombre que se resarciría tres años más tarde, en Atenas, con un bronce olímpico que llegó a su cuello con años de retraso.

Glory Alozie – París 2003, 100 metros vallas

En su estreno con #EspañaAtletismo, llega a París como una de las favoritas a las medallas después de haberse proclamado subcampeona del mundo de los 60 metros vallas ese mismo invierno. Eran las 19:25 del 27 de agosto, el estadio de Saint-Denis a rebosar, y Alozie, calle uno, lista para una nueva cita con el destino. Había llegado a aquella final por tiempos, pero se dio el pistoletazo de salida y su carácter competitivo emanó en el tartán. Atacó las primeras vallas de aquella final con la agresividad de una pantera. Una, dos, tres, cuatro… No bajaba la frecuencia, seguía usando sus pies, dinamita pura, como trampolín hacia el siguiente obstáculo. Pero cuando la prueba supero el ecuador, la española comenzó a perder ritmo y acabó por conformarse con la cuarta plaza (12.75), su mejor resultado con #EspañaAtletismo en un Muundial, por detrás de Perdita Felicien (12.53), Brigitte Foster (12.57), y Miesha McKelvy (12.67).

Glory Alozie

Nuria Fernández – Berlín 2009, 1500 metros

Una final de 1500 metros histórica, por trágica, para el atletismo español. En aquella tarde de Berlín en la que Natalia Rodríguez cruzó la meta en primera posición, la otra gran millera española de principios del siglo, Nuria Fernández, hacía lo propio en quinta posición. La carrera había sido tranquila, a un ritmo medio en el que todas las mujeres aspiraban a las medallas cuando sonó la campana. Y ahí, ya desatada Gelete Burka, el grupo se rompió y se estiró. Pasó lo que pasó, cayó la etíope y triunfó Natalia, con Nuria peleando por conseguir una de las posiciones de finalista. La madrileña pudo ver todo lo ocurrido desde atrás y no dudó en felicitar a su compañera, que no era capaz de celebrar un título mundial arrebatado posteriormente por la intervención de los jueces. Con esa descalificación, Nuria pasó a ser cuarta en aquella final con trágico desenlace. Ambas volvieron a verse las caras el año siguiente, en el Europeo de Barcelona, y allí fue donde Fernández cambió el chocolate por el oro más importante de su carrera.

Eusebio Cáceres – Moscú 2013, salto de longitud

Cuarto olímpico, cuarto mundial, cuarto europeo. Si alguien conoce el sabor del chocolate es Eusebio Cáceres. Su carrera, que comenzó en las combinadas, ha estado siempre vinculada a un pasillo, una tabla y un foso. En Moscú 2013, el de Onil disputaba su segundo Mundial y llegaba a la final tras saltar 8.25 en el primer intento de la clasificación, ilusionado por la posibilidad de subirse a un podio que ya habían alcanzado antes Niurka Montalvo y Yago Lamela. En la final validó su candidatura con una serie magnífica: cinco saltos por encima de ocho metros y, el mejor, el quinto, de 8.26. Pero el atletismo sería a ser cruel con Cáceres, que vio cómo el mexicano Luis Rivera saltaba un centímetro más que en esa quinta ronda. Se llevaba el bronce al otro lado del Atlántico y subía a un podio en el que también estuvieron Aleksandr Menkov, oro con 8.56 y récord ruso; e Ignisious Gaisah, plata con 8.29, récord neerlandés.

Eusebio Cáceres en Moscú 2013

Olmedo, Mechaal y García Romo – 1500 metros

Tres milleros que rozaron la gloria en una distancia única. El primero, Olmedo, lo hizo en Daegu, en 2011, donde acarició un podio ocupado por Asbel Kiprop, sancionado posteriormente por dopaje, Silas Kiplagat y Matthew Centrowitz, campeón olímpico en 2016. Adel Mechaal hizo lo propio en el abarrotado Estadio Olímpico de Londres, en 2017, donde protagonizó una recta final vibrante junto con Filip Ingebrigtsen, quien finalmente se llevó la medalla de bronce, con el oro y la plata para los kenianos Elijah Manangoi, también suspendido por dopaje posteriormente, y Timothy Cheruiyot. El último de los nuestros en rozar metal fue Mario García Romo en Oregón, en 2022. El salmantino se estrenaba con #EspañaAtletismo en categoría absoluta y logró una impresionante cuarta posición con marca personal (3:30.20) precedido en meta por Jake Wigthman, Jakob Ingebrigtsen y Mo Katir. García Romo y Mechaal podrán mejorar sus cuartos puestos en Budapest, donde ambos competirán en los 1500 metros.

La lista completa de los españoles que han sido cuartos en Mundiales al aire libre

  • José Marín – Helsinki 1983, 20 kilómetros marcha (1:21:21)
  • Mari Cruz Díaz – Roma 1987, 10 kilómetros marcha (44:48)
  • Jaime Barroso – Stuttgart 1993, 20 kilómetros marcha (1:23:41)
  • Maite Zúñiga – Atenas 1997, 1500 metros (4:04.80)
  • Fermín Cacho – Sevilla 1999, 1500 metros (3:31.34)
  • Valentí Massana – Sevilla 1999, 50 kilómetros marcha (3:51:55)
  • Alberto García – Edmonton 2001, 5000 metros (13:05.60)
  • Luis Miguel Martín Berlanas – Edmonton 2001, 3000 metros obstáculos (8:18.87)
  • Manolo Martínez – Edmonton 2001, Peso (20.91)
  • Glory Alozie – París 2003, 100 metros vallas (12.75)
  • Joan Lino – Helsinki 2005, Longitud (8.24)
  • María Vasco – Helsinki 2005, 20 kilómetros marcha (1:28:51)
  • Nuria Fernández – Berlín 2009, 1500 metros (4:04.91)
  • Manuel Olmedo – Daegu 2011, 1500 metros (3:36.33)
  • Eusebio Cáceres – Moscú 2013, Longitud (8.26)
  • Adel Mechaal – Londres 2017, 1500 metros (3:34.71)
  • Mario García Romo – Oregón 2022, 1500 metros, (3:30.20)