
Tres años después de su brillante actuación en el Campeonato de Europa de Múnich 2022, el atleta español recibirá oficialmente su medalla de bronce en los 3000m obstáculos, tras la anulación de los resultados del italiano Ahmed Abdelwahed, sancionado por la Unidad de Integridad del Atletismo (Athletics Integrity Unit).
La European Athletics ha comunicado que, como consecuencia de esta decisión, los nuevos medallistas oficiales de la prueba son Topi Raitanen (FIN, oro), Osama Zoghlami (ITA, plata) y Daniel Arce (ESP, bronce). La federación europea ha informado asimismo de que enviará la presea a la sede de la Real Federación Española de Atletismo para su posterior entrega al atleta burgalés.
La noche del 19 de agosto de 2022 en Múnich, Daniel Arce cruzó la meta en la final europea de 3000m obstáculos en cuarta posición con un tiempo de 8:25.00, a escasos dos segundos del podio. Fue una de las grandes actuaciones de su carrera, un campeonato donde demostró talento, constancia y madurez competitiva. Sin embargo, no pudo disfrutar entonces del reconocimiento que merecía sobre el podio, ni escuchar el aplauso del público en el Estadio Olímpico de Múnich.
Pero la historia hace justicia. Aunque el paso del tiempo no pueda devolverle ese momento único, el atletismo europeo corrige una clasificación que nunca debió ser diferente.
En sus redes sociales, tras hacerse oficial la descalificación y conocer que recibiría el bronce europeo, Arce expresó sus sentimientos con palabras que reflejan su filosofía de vida y deporte:
“Respeto, trabajo, lucha, determinación, confianza, sacrificio, honestidad, resiliencia y constancia son los ingredientes que me inculcaron para conseguir cualquier cosa... Ahora sí que tengo mi medalla, pero aunque no lo creáis ya estaba satisfecho, porque estaba orgulloso de todo lo que había trabajado para estar en ese estado de forma”.
Desde la RFEA, queremos destacar no solo el merecido reconocimiento deportivo, sino también la integridad y el ejemplo de Daniel Arce, que ha seguido compitiendo con el mismo compromiso y pasión que siempre le han caracterizado. Su medalla llega tarde, pero llega como símbolo de justicia, esfuerzo y representando los valores auténticos del atletismo.