Daniel Castilla, la pantera de Calviá

Martes, 11 de Abril de 2023
Emeterio Valiente
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Daniel Castilla

Protagonizó en el Nacional absoluto de Gallur una de esas maravillosas sorpresas nada infrecuentes en pista cubierta, territorio propicio para que los más jóvenes exhiban sus inmensos progresos de los últimos meses en alguna de las explosivas disciplinas que la conforman. Se presentaba el aún menor de edad - hoy ya no, felicítele si le ve - en la capital como tapado entre los tapados con una marca muy alejada de los glamourosos cronos de la mejor cuadrilla de vallistas altos que ¿jamás? haya tenido España, pero su instinto competitivo le catapultó a un brillantísimo bronce, justo dos peldaños por debajo de su próximo objetivo. 

Casi dos meses después de la gesta, todavía le persigue un halo de incredulidad a la joya del Pegasus Athletic Club, "aún sigo sin creérmelo cada vez que veo la medalla en casa; sin duda, es la medalla más importante que he conseguido y le doy mucha importancia, sobre todo por el esfuerzo que hay detrás de ella". Nadie mejor que el propio atleta sabe cómo llega de forma a una cita y Dani era consciente de que tenía más de un as guardado en la manga, "sabía que los tiempos de las competiciones previas al campeonato no mostraban mi estado de forma real porque a principio de la temporada me había hecho un esguince en el tobillo que me tuvo parado unas semanas y luego tuve molestias en el isquiotibial; fue en plena recuperación cuando corrí en 8.04, que me parecía muy buena marca, pero sabía que tenía margen de mejora, aunque francamente no me imaginaba correr en las eliminatorias en 7.86; me sorprendieron las buenas sensaciones que tuve en la carrera, tuve una muy buena salida y durante la carrera no me creía que fuera tan adelantado, la verdad es que tuve una sensación curiosa como de tener que esperar al resto"; esa sensación de plenitud en el primer envite fortaleció ad infinitum su confianza de cara a la semifinal, donde ya se toparía con una de las vacas sagradas, "en la semifinal cambié mi mentalidad, me convencí de que estaba en buena forma y que podía seguir mejorando; no tuve la mejor salida, pero tuve la suerte de poder correr con Quique Llopis y me enganche a él". ¿el resultado? otro generoso mordisco de siete centésimas a su plusmarca del día anterior, cronometrando 7.79 para ser segundo detrás de la centella de Bellreguard e inmiscuirse por méritos propios en la pelea por las medallas unas horas después en la gran final, en la que se presentaba como teórico 'quinto hombre' tras los astros Llopis y Asier Martínez y los emergentes Dani Cisneros y Kevin Sánchez, pero esa teórica posición, ránking en mano, no le arredró lo más mínimo, "una vez que llegué a la final, ya estaba tan feliz y satisfecho de poder participar en ella que solo estaba pensando en disfrutar; los cinco primeros estábamos muy igualados por tiempos en las semifinales, y antes de correr me convencí de que soñar con una medalla era posible; no me paré a pensar en que fuese el más joven de los participantes ni que fuese mi primera final absoluta, simplemente pensé en darlo todo y centrarme en mi carrera". 

Uno de los rasgos que diferencia a los simplemente buenos atletas de aquellos llamados a hacer historia es el aspecto anímico y Dani demostró en Madrid un temple y una ambición a partes iguales que promete darle y darnos muchas alegrías, "en la cámara de llamadas sentía un gran orgullo de saber que iba a participar con esos 'pedazos' de atletas, que me han servido de inspiración durante mucho tiempo, pero en el momento que salimos a la pista solo pensaba en el objetivo, no pensaba en quién tenía a mi lado; en mi cabeza, pensaba en ganar, igual que todos, me sentía muy motivado y con muchas ganas"; finalmente, Asier no llegó a meta y Dani se impuso en un final agónico a Kevin Sánchez con otra marca personal, 7.78 para abrazar el bronce; "cuando me tiré en la meta, giré la cabeza hacia la izquierda, solo vi a dos atletas delante de mí y no me lo podía creer; vi que entré muy apretado con Kevin y no me creía que de verdad podría haber quedado tercero y cuando se confirmó no sabía ni qué hacer, ni qué decir". 

Sobre los dos astros que dominan actualmente el panorama nacional comenta, "me parecen unos brutales atletas, pero sobre todo unas maravillosas personas; el trato que recibí por parte de ellos me ayudó mucho, los ánimos que me dieron y las buenas 'vibras', hicieron que fuera aún más único el momento que viví; no me gusta hablar personalmente de alguien en concreto, pero me gustaría destacar sobre todo a Asier, ya que tuvo ese percance en la carrera, gracias a eso me abrió la puerta a la medalla; su humildad, su respeto y su trato conmigo fueron ejemplares y siento mucho orgullo de saber que tenemos atletas así de buenos tanto dentro como fuera de la pista", y también señala al de Cizur Mayor a la hora de elegir qué felicitación por la medalla es la que le ha hecho más ilusión, "por el ejemplo de deportividad que mostró, tras su momento agridulce; el darme la enhorabuena, abrazarme y luego aceptar una foto conmigo dice mucho de él". 

Los buenos y más apasionados aficionados se frotarán las manos al leer el siguiente aserto de Dani, en respuesta a si es de aquellos que 'se transforma', para bien, claro, el día D a la hora H, cuando todos los ojos están puestos sobre él, "necesito la adrenalina, siempre he sido muy competitivo y, sobre todo en las grandes citas, cuanto más nivel tiene el evento, más me crezco y mejor compito, siempre siento que me transformo en la competición y hasta mi forma de pasar las vallas cambia". Su soberbia actuación en el Nacional le abrió las puertas de par en par del 'Madrid World Athletics indoor Tour' que se celebró apenas tres días después, "la verdad es que desde principio de la temporada soñaba con poder participar, aunque ya lo daba por descartado porque habían cerrado las listas, pero nada más acabar la final se me acercaron a ofrecérmelo y sin pensarlo acepté". ¡Cómo no iba a aceptar quien intuye que aún tenía nada menos que otras cuatro centésimas en la recámara, hasta llevar su plusmarca a unos vertiginosos 7.74, a escasas dos centésimas del récord de España sub-20 de Llopis, cuyo 7.72 sufrirá sin duda el año que viene el asalto del balear, que rememora su experiencia en el mitin internacional, "fue brutal, solo con vivir por primera vez ese ambiente, que se te acerca la gente a pedirte fotos, autógrafos… y luego estar en la zona de calentamiento con la élite, fue un momento de gran emoción. disfruté mucho esos momentos antes de competir, y cuando salí a correr volví a ser yo, volví a pensar en intentar mejorar un poco más mi marca personal y luchar por pasar a la final"; ese 22 de febrero Dani tuvo doble sesión, batiendo por la mañana el récord de España sub-20 con vallas de 0.99 con 7.67 para ganar el encuentro 'DNA U20 International' a pesar de su bisoñez sobre esa altura del obstáculo, "como el año pasado era sub-18 y corría con las vallas de 0,91, solo había corrido una vez con las de 0.99, fue en Antequera en enero, corrí en 7.91" y nos comenta qué diferencias observa, y cómo le afectan, entre las diferentes alturas, "este año he entrenado con la valla absoluta (1,067) para mejorar mi postura entre valla y he notado una gran mejoría; realmente, sí siento que hay diferencia, ahora la valla sub 20, la veo mucho más bajita, pero cuando compito, las veo básicamente igual y el gesto, ni lo pienso". 

Toda historia fantástica, para ser realista y creíble, debe tener su 'pero' y en el caso de Dani tuvo lugar en Sabadell, sede del Nacional sub-20, donde se presentaba como flamante plusmarquista nacional, "iba con muchas ganas, me sentía incluso aún mejor que en Madrid, pero una aparente salida nula en las eliminatorias me dejó fuera del campeonato; siempre me quedará la duda de si fue nula y si hubiera conseguido un nuevo récord de España. No fue la manera en la que quería acabar la temporada, pero fue un aprendizaje más". Del talento que atesora para disciplinas explosivas baste citar que cuelgan de su cuello dos medallas nacionales sub-16 en salto de longitud, oro al aire libre y bronce en pista cubierta en 2020, a pesar de no haber prestado demasiada atención a ese evento, como explica, "competí en esos dos campeonatos en salto de longitud, pero en realidad nunca entrené los saltos, ni he tenido un entrenador; estas últimas cuatro temporadas solo he estado centrado en las vallas, pero de vez en cuando me inscribía en los controles de Baleares para disfrutar y un día enganché un buen salto sin saber cómo, y decidí presentarme en dos campeonatos que me fueron bien, pero ahí se quedó todo, ya que para lo que yo trabajaba era para las vallas". 

Los pasos atléticos de Dani los guía nada más y nada menos que un vallista acreditado en ¡13:35! y no es otro que Yidiel Contreras, apenas 30 años de edad, a quien se refiere con auténtica devoción, "él fue quien me introdujo en el mundo de las vallas y si no fuera por él muy probablemente no seguiría ni en el deporte. Yidiel es mi entrenador, mi mejor amigo, mi hermano, y un referente para mí; respecto a mis entrenamientos, se basan mucho en la escuela cubana". 'Yiyo' Contreras ha tenido durante dos años la colaboración de su tío, Juan Alberto Quiñones, para el entrenamiento de fuerza, pero recientemente motivos laborales le han impedido a Quiñones continuar con esa tarea. Le pedimos ahora un nunca sencillo ejercicio de autoevaluación, que ataca con la misma determinación que a las vallas, "mis puntos fuertes son mi técnica sobre la valla y mi velocidad, mientras mi punto débil seria la potencia, no comparable aún con los absolutos, pero por ahora no nos preocupa mucho porque más adelante iremos mejorándola con el trabajo de fuerza". Solo los más jóvenes aficionados al atletismo no recordarán al gran Felipe Vivancos, ilustre balear que se proclamara nada menos que subcampeón de Europa de 60 vallas en Madrid allá por 2005, apenas 36 días antes de que Dani naciera, y que dejó unos récords de Baleares del más alto calibre, 7.56 (60v) y 13.41 (110v), aunque su sucesor ya le ha arrebatado más de una plusmarca en categorías menores, "la verdad es que mucha gente en Baleares me compara con él, pero jamás he tenido el placer de conocerle". 

Echando la vista atrás resulta que Dani lleva toda la vida inundando lavadoras con indumentaria deportiva, "empecé a los cuatro años, en la pista de Magaluf (Calviá) donde sigo entrenando, mis padres me llevaron porque en la escuela era muy inquieto y ya con esa edad mi madre no me podía alcanzar cuando echaba a correr, así que probé y desde entonces he estado practicando atletismo, siempre compaginándolo con otro deporte, ya fuera fútbol, natación, vela, hípica, piragüismo…;he destacado siempre en las categorías inferiores, pero no fue hasta 2019 cuando decidí centrarme solo en el atletismo después de haber quedado campeón de España sub-14 en 2018". En su elección por el deporte olímpico por excelencia influyeron grandes nombres, "el atleta que más me ha inspirado, y seguramente es uno de los grandes motivos por el que sigo en este deporte, es Usain Bolt y en las vallas el atleta en el que más me he fijado y admirado es el cubano Dayron Robles, su técnica me ha inspirado mucho". En la ya inminente sesión de aire libre, nuestro protagonista desea fervientemente resarcirse del vía crucis que padeció en la pasada sesión estival, cuando apenas pudo competir, "tuve el privilegio de poder ir a la Gimnasiada de Caen, pero con la mala suerte de que acudía con molestias en el pubis y esa pubalgia me permitía competir, pero con dolor; corrí las semifinales con dolor, lo que hizo que corriera de una forma que no suelo correr y debido a eso me sobrecargué mucho el 'isquio'. El día de la final me centré tanto en calentar bien la zona del pubis que me olvidé de calentar bien los 'isquios', y a falta de una valla me rompí el 'isquio' derecho, una rotura que me tuvo fuera de las pistas hasta septiembre, cuando conseguí empezar a prepararme para esta temporada". Esa lesión le impidió competir en el Europeo sub-18 de Jerusalén, pero la vida siempre da una segunda oportunidad y este verano podrá desquitarse acudiendo al Europeo sub-20 en la misma sede, aunque para ello tendrá que esperar a la segunda semana de agosto, "Jerusalén es mi principal objetivo para esta temporada, me quedé con las ganas de ir el año pasado y siento que es una segunda oportunidad; como en todas las competiciones, quiero ganar y dar lo mejor de mí; es cierto que se celebra un poco tarde, pero la planificación del entreno ya está enfocada a esa fecha". 

Solo dos sub-20, los precozmente consagrados Quique Llopis y Asier Martínez, han descendido de la cota de los 14.00 con las vallas absolutas y la progresión de Dani le debería conducir a ese exclusivo club, sin descartar el puesto de honor, "mi objetivo al aire libre es estar a un nivel aún más alto del que he estado en esta pista cubierta; me gusta el 110mv, creo que puedo hacer un buen tiempo y si viene acompañado de un récord de España, bienvenido sea". La otra prueba con vallas que tienen nuestros valores emergentes es la de los estudios y la franquea con la ayuda de la tecnología, "actualmente estoy cursando Bachillerato de manera online para poder compaginarlo con los entrenos, pero aún no tengo muy claro qué me gustaría estudiar en el futuro". En todo caso, lo que bulle en la cabeza de Dani, más que los créditos académicos, son los créditos atléticos; le sondeamos sobre sus aspiraciones y cómo de ambicioso se considera y…agárrense que vienen curvas, "soy muy ambicioso, aspiro a ser campeón mundial y olímpico y siempre digo lo mismo: no vale únicamente con talento, todos los medallistas olímpicos son personas, como yo, si ellos pudieron llegar con mucho esfuerzo y dedicación, sé que yo también podré y si no logro ir a unos Juegos Olímpicos sé que no habrá sido por no esforzarme; confío en el trabajo que estamos haciendo y, después de la evolución que estoy teniendo, los Juegos de París 2024 se han convertido en un objetivo claro y alcanzable para mí". Por medidas antropométricas, 1.88m/83kgs, tampoco será…