Este nativo de Valdemorillo solo inició su firme andadura atlética cuando las luces de los JJOO de Tokio se apagaban y, después de este miniciclo olímpico de tres años, presenta ya unas credenciales que barruntan su presencia en el Coliseum de Los Ángeles; cuatro años dan para mucho, incluso para cambiar de prueba y esa es la hoja de ruta diseñada por su mentora, pero de momento toca limar en Lima preciosas centésimas a su primado cronométrico sub-20 en el doble hectómetro.
Daniel cerró la sesión estival de 2023 con unos más que interesantes 21.60, pero los fuegos artificiales han llegado esta temporada donde, de momento, acredita ¡20.78!, ni más ni menos que la plusmarca española de la categoría, por lo que indagamos sobre si esperaba tan excelso resultado, “la verdad es que todavía me cuesta creerme lo que está ocurriendo con mi carrera deportiva este año; desde un principio, el Mundial sub-20 siempre ha sido el objetivo, aunque era consciente de lo complicado que era poder ir; la verdad es que, viendo la temporada en perspectiva, estoy super orgulloso del trabajo realizado, pero sinceramente no esperaba todo esto”.
Sabido es que los primeros años de trayectoria en cualquier disciplina son proclives a mejoras colosales, pero el gigantesco bocado de 82 centésimas propinado a su anterior tope requiere de un análisis pormenorizado de sus causas, “yo creo que este año me he comprometido mucho más y he sido más responsable en todos los aspectos; también añadiría que he metido un poco más de intensidad, tanto en los entrenos de pista como de gimnasio, además de que técnicamente he mejorado bastante”; otro elemento esclarecedor de su inaudita progresión estriba en lo reciente que es su dedicación al atletismo, “empecé a practicar atletismo en 2021, pero no competí casi nada, y no fue hasta 2022 cuando ya empecé con mis primeros resultados en la pista, siendo el primer logro ese mismo año, acabando tercero de España sub18 en Jerez en 200m”, relatando a continuación cómo se introdujo en el mundillo atlético, “todo empezó con las carreras típicas de los colegios y noté que esto de correr me gustaba bastante; fue entonces cuando me apunté a mi primer club en mi pueblo, Valdemorillo, entrenado por Luis Miguel Martín Berlanas, él fue uno de los primeros que vio ese potencial en mí y me ayudó en mis inicios como deportista”; desde luego, nadie mejor que ‘Luismi’ para ayudarle a saltar los primeros obstáculos de su carrera deportiva, si bien pronto dejó paso a otros técnicos, “después fui a entrenar unos meses a Villanueva de la Cañada, donde fui entrenado por Silvana Sánchez y Fernando Vicente, personas que me ayudaron mucho mentalmente, sobre todo como persona, y desde hace tres años mi entrenadora es Sara Montero, una de las mejores personas que he conocido, me ayuda día a día a superarme tanto personal como atléticamente, y a conseguir lo que me proponga. Estoy muy orgulloso de poder entrenar con ella y la verdad es que la tengo como a mi segunda madre”.
Escudriñando el fastuoso 2024 de este tallo de 1,85m y 80kgs, el primer golpe encima de la mesa tuvo lugar en Ourense, donde avanzó hasta la final del nacional absoluto, ya mejorando con 21.47 su mejor prestación a cielo abierto del verano anterior; tres semanas después doblegó en tierras charras a todos sus coetáneos, siempre en sus predilectos 200m, mejorando hasta 21.38 y apenas dos meses después, cuando la sesión estival se hallaba aún en sus albores, acaeció el gran bombazo: se desplazó a Castellón para competir en la final por el título de primera división de la Liga Joma y allí, sin premeditación alguna, paró el crono en unos supersónicos 20.78 (+0.2)que le reportaban por tres centésimas, el récord de España sub-20, “ese día es uno de los más importantes y felices de mi vida; acudía con una marca reciente de 21.14 realizada en Móstoles y tenía como objetivo bajar de 21.00 en esa carrera, pero no se me pasaba por la cabeza la locura que hice y que todavía sigo sin asimilar, sabiendo que el récord (20.81) lo tenía el grande de Pol Retamal y lo complicado que es bajar de la barrera de los 21 segundos”; con ese fulgurante inicio de campaña cabía aventurar que habría ulteriores mejoras durante junio o julio, pero esa plusmarca continúa incólume, “es cierto que cuando uno hace marcas tan pronto en la temporada, siempre se piensa que se va a mejorar, ya sea porque aún no estás afinando o simplemente porque es muy pronto, pero yo tenía claro que volver a repetir o rebajar esa marca iba a ser complicado, pero eso no me ha impedido seguir entrenando y luchando para conseguirlo; desde ese día. nos hemos quedado varias veces cerca, pero tenemos una última bala en el mundial sub-20”.
De cara a la ya inminente cita peruana, el atleta del club Escuela de Atletismo Majadahonda verbaliza sus expectativas, “si te digo la verdad, solamente con ser seleccionado y poder representar al país ya estoy más que satisfecho, pero uno siempre se pone objetivos y a mí me llenaría mucho poder soñar con esa final en el Mundial y poder hacer un buen papel”; hablando de finales internacionales, y como mera referencia, en los recientes JJOO parisinos se accedió a la gran final con una marca terrenal, 20.31, y le preguntamos si se ve luchando en Los Ángeles por ese objetivo, “obviamente, siempre puede pasar de todo pero, como sueño de todo atleta, el conseguir llegar a esos JJOO ya es el mayor de los objetivos y estar allí y poder luchar por la final sería increíble; trabajaré estos cuatro años para intentar lograrlo”; resta aún la confirmación concerniente a la disciplina en la que intentará el asalto olímpico pues Sara comenta, “Dani tiene unas cualidades que creo que se adaptan muy bien a los 400m, además, le gusta y sabe sufrir; de momento, seguiremos preparando la temporada que viene el 200, pero a medio plazo nos plantearemos pasar a 400m, donde creo que tiene posibilidades de ir a campeonatos internacionales, tanto de forma individual como en el relevo”; tanto por alusiones como por ilusiones, el protagonista agrega, “Sara siempre me ha comentado que, tarde o temprano, acabaría corriendo 400. Ya he corrido varios, la verdad es que no me disgustan y los tiempos que he hecho sin entrenar la prueba no son del todo malos, 48.32 es mi mejor marca, así que, si en algún futuro acaba siendo mi prueba, la cogeré con las mismas ganas que el 200”.
No en pocas ocasiones, muy jóvenes atletas ganan medallas en nacionales absolutos, coadyuvando a ello en ocasiones el mejorable nivel de alguna especialidad concreta; no es el caso del 200 patrio en el presente 2024, habiéndose batido el récord de atletas que han quebrado la cota de los 21.00, hasta un total de nueve, hito sin precedentes en el atletismo español; a pesar de esa exuberancia cronométrica, Daniel se colgó un meritorio bronce en La Nucía, solo por detrás de Pol Retamal y Juan Carlos Castillo, “ha sido una de las medallas más importantes en mi carrera, me llenó mucho poder conseguir ese pódium sobre todo por el alto nivel que había entre mis compañeros y aunque estuviese en lo más alto del ranking solo por detrás de Pol Retamal, sabía que no iba a ser nada fácil esa medalla”; bajando al detalle, Castillo le superó por cinco centésimas (20.81/20.86) exactamente las mismas en las que le aventajó en el tiempo de reacción (0.155/0.205), “siempre te queda la duda de qué hubiera ocurrido si hubiese salido mejor o si hubiese corrido de otra manera, pero esto es lo que me gusta del atletismo, que cada carrera es un mundo y todo puede pasar; además, si hubiese salido mejor tengo claro que mi amigo Juan Carlos no se hubiese dejado ganar fácilmente”; cuatro semanas después del bronce absoluto afrontó el nacional de su categoría, regresando al lugar de los hechos, Castellón; allí tuvo que correr de lo lindo (20.75w) para no ser atrapado por sus talentosos contrincantes, “sabía que mis compañeros Oriol (Sánchez) y Rodrigo (Fito) venían muy fuertes y no me lo iban a poner fácil, pero es verdad que no me esperaba que la final fuese tan reñida; disfruté mucho corriendo con ellos pero, sobre todo, me quedo con que mis sensaciones no fueron del todo buenas y me quedan fuerzas para rematar la temporada en Perú”; le sondeamos sobre cuán difícil es preparar el gran reto del año bajo la canícula, “no te voy a mentir que está siendo complicado por las temperaturas y lo tarde que es pero, como le digo a todo el mundo, este deporte es como mi trabajo y disfruto con ello, así que nunca me cansaré de luchar y sacrificarme por mis objetivos”.
Coherentemente con sus planes futuros, no es frecuente contemplar la celeridad de Daniel en formato corto, los 100m, circunstancia que nos explica con detalle, “he corrido varias veces los 100m, pero nunca ha sido mi preferencia; mi mejor marca es de 10.59 (-0,5) realizados este año, pero no lo he corrido muchas más veces simplemente porque no lo vemos necesario y preferimos centrarnos en el doble hectómetro”. Curiosamente, el campeón mundial de 200, Noah Lyles, atrapó el oro olímpico….pero en los 100m, “tenía mi confianza en Noah, pero después de ver las eliminatorias y la semifinal no me esperaba del todo su victoria en el 100, pero Lyles es Lyles, es de los mejores del mundo y nos sorprendió en esa gran final”. Acerca de ‘su otra carrera’ la académica, Daniel comenta, “este año comencé en la universidad en la carrera de ingeniería informática, aunque pronto me di cuenta de que no era lo mío, por lo que este curso que empieza ahora voy a hacer Fisioterapia”. Ojalá que en los próximos JJOO tenga que recibir sesiones de sus futuros colegas tras sus sucesivas ‘Qs’ después de cada ronda, ¿del 400?