Hay algo que chirría en esta historia…lleva décadas Extremadura clamando por la alta velocidad, sin demasiado éxito ciertamente, lo que contrasta con las fulgurantes prestaciones de este aún ‘teenager’ de la más grande provincia patria; su inexorable progresión le ha llevado a vivir la experiencia olímpica en los albores de su carrera y promete seguir mejorando, eso sí, siempre fiel a su ciudad y a su técnico, simplemente estima que no necesitan relevo.
Cuando se le pregunta a una promesa del deporte aquello de ¿cuál es tu sueño? el 99% responde cual mantra aquello de “ir a unos Juegos Olímpicos”; he aquí a alguien que ya ha protagonizado semejante hito con apenas 19 años, comentándonos qué se experimenta, “felicidad y orgullo, al fin de al cabo ser olímpico creo que es el sueño de cualquier deportista, no solo de atletas sub-20, y yo he tenido la suerte de vivirlo a temprana edad”; le pedimos que, dentro de la catarata de sentimientos que afloran en una competición de ese calibre nos comente qué destacaría de la experiencia parisina, “yo diría que el ambiente y el entorno que rodea a unos Juegos Olímpicos; el ser el evento deportivo más importante del mundo cada cuatro años hace que la experiencia sea increíble; tanto el día a día en la villa olímpica como estar dentro del Stade de France han sido momentos inolvidables y seguramente muy difíciles de superar; por destacar un momento, la primera vez que pisé la pista miré hacia arriba y vi todas las gradas sin un hueco libre, con un público que alentaba a cualquier deportista, se me puso la piel de gallina”.
Ciñéndonos a lo estrictamente deportivo, el relevo largo patrio acudía con la muy complicada esperanza de acceder a la final, algo que se tornó inaccesible para nuestros cuatro mosqueteros, Iñaki Cañal, Óscar Husillos, David y Julio Arenas, que finalizaron con 3:01.60, “éramos muy conscientes de que teníamos que correr en 3:00 batiendo el récord de España para tener posibilidades de entrar en la final, teníamos que estar en nuestra mejor versión, y pienso que lo estábamos, pero hay muchas veces que en el deporte no salen las cosas como quieres”, antes de desbrozar lo mucho que aconteció en apenas 181 de relevo olímpico, “a día de hoy, la tercera posta es en la que más cómodo me he sentido y donde mejor he podido llegar a rendir; la de Paris no es la de la mejores carreras que he tenido, ni lo que me habría imaginado, porque un pequeño lance de carrera con el sudafricano al inicio de mi posta hicieron que mentalmente desconectara en un tramo de la carrera y cuando ya quise reaccionar pude remontar un poco pero no lo suficiente.
Además, nuestro cambio de la tercera a la cuarta posta también tuvo bastantes complicaciones, con mucha gente por medio haciendo que definitivamente nos dejaran fuera de carrera; son experiencias y golpes que te hacen aprender y de esas llevo bastantes, confío en que todas esas lecciones y situaciones por las que cualquier novato y persona joven pasa, den su fruto el día de mañana”; casi dos meses antes, el cuarteto integrado por Iñaki Cañal, Manuel Guijarro, él mismo y Óscar Husillos se clasificó 5º en el Europeo de Roma con la que a la postre fue la mejor marca de la temporada, 3:01:44, actuación que pasa a evaluar, “somos personas exigentes y siempre queremos más; sin embargo, no creo que tuviéramos una mala actuación , hicimos marca de la temporada, y quedamos a una centésima de un gran cuarto puesto, todo esto con la tranquilidad de saber que teníamos ya el pasaporte para Paris”.
El 2024 empezó de la mejor forma posible para David, que con solo 18 años consiguió su primera medalla absoluta en el Nacional ‘short track’ de Ourense, gesta plateada que rememora, “fue una sorpresa porque la temporada estaba enfocada al 100% en el relevo y con la vista puesta en el Mundial de relevos en Bahamas para poder clasificar al relevo para los Juegos y por eso no esperaba que pudiera hacer una pista cubierta tan buena cuando realmente no era el objetivo; sin embargo, me encontré con muy buenas sensaciones tanto en Ourense como en el campeonato de España sub 20 en Salamanca, en ambas pruebas bajando de 47 (46.98 y 46.84 respectivamente) y consiguiendo mi primera medalla absoluta, que esperemos que sea la primera de muchas”; dicho y hecho, ya tiene un par de preseas tras la que se colgó en La Nucía a cielo abierto, aunque no fuera ese bronce en sí lo que más feliz le hizo, sino la recompensa derivada de ese logro, “lo mejor fue saber que mi presencia en París estaba medio asegurada, fue una tranquilidad y una liberación de presión, que ese día sin duda me quité”.
Sacamos ahora el retrovisor y retrocedemos hasta 2022, cuando se proclamó nada menos que campeón de Europa sub-18 en Jerusalén con unos estratosféricos 46.67 a sus 17 años recién cumplidos, aventajando abrumadoramente al resto de finalistas, “sin duda, fue una de las mejores carreras de mi vida y una de las mejores experiencias a nivel personal que me ha proporcionado el deporte; fue un día muy especial y sin duda de muchas emociones. Ese día salí muy convencido de mí mismo y con la mentalidad de que esa medalla de oro podía ser mía, creo que esa mentalidad y esa forma de sentirlo fueron las claves para ganar ese día”; demostró David tan conspicuo nivel en ese Europeo que se ganó un puesto en el relevo 4x400 sub-20 que acudió al Mundial de Cali, formando parte del cuarteto titular en las semifinales, “el Mundial fue pocas semanas después del campeonato de Europa sub-18 de Jerusalén, realmente estaba un poco cansado porque la temporada había sido bastante larga y seguramente sea por eso por lo que no saqué el rendimiento esperado en ese campeonato; la verdad es que no nos habíamos ni imaginado el poder acudir a ese Mundial siendo de una categoría superior, pero me alegró disputar mi primer relevo internacional con la selección española”.
Es muy frecuente que los jóvenes valores de nuestro atletismo, y hay infinidad de ellos, ‘vuelen’ del nido que les vio nacer y desarrollarse deportivamente para enrolarse en otros grupos de entrenamientos con técnicos de renombre, bien dentro de nuestros fronteras o incluso con brusco cambio horario de por medio, pero no ése el caso de David, que se muestra tajante a ese respecto, “sí, yo sigo entrenando con Luis (Carretero) aquí en Badajoz, mi casa; a día de hoy, no veo otro futuro que no sea aquí y con él, pienso que todo lo que hemos conseguido ha sido gracias al trabajo y la relación que tenemos los dos, y como siempre digo, ‘si las cosas van bien, ¿para qué cambiar”?. Fíjense si van bien que, la estadística no engaña, todos los años araña David centésimas al crono: 47.28 (2021), 46.67 (2022), 46.08 (2023) y 46.06 (2024), si bien se quedó en el tintero el récord de España de Gerson Pozo (45.82) que parecía a tiro de piedra esta temporada, “sí, sabíamos que el récord de España sub 20 de Gerson era posible; sin embargo, aparte de centrar esta temporada en el relevo y no a nivel personal, las cosas en el deporte no siempre salen y menos cuando más las buscas”.
Quizás hubiera sido Lima, sede del Mundial sub-20 en agosto, el escenario ideal para que David se adueñara de esa plusmarca, pero los imponderables entraron en escena desvaneciéndose esa posibilidad, “tuve la mala suerte de que la intoxicación alimentaria empezó a darse la noche anterior al día que competía, pasé una noche muy mala con fiebre y vómitos , lo cual me hizo dormir entre cero y nada; no voy a negar que yo quise intentarlo hasta el último momento, pero entre los médicos y los jefes de equipo me convencieron de que no era lo recomendable viendo mi estado en ese momento y teniendo en cuenta esa fiebre, que me podría haber causado una lesión innecesaria y más sabiendo que aún había opciones de poder recuperar algo para poder participar en el relevo”; uno puede imaginar cuán duro debió ser no alistarse en esa primera ronda del 400, máxime cuando, aunque cada carrera es un mundo y los “y si…” nada solucionan ni aportan, el pase a la final se certificó por encima de 47 segundos y el bronce se ganó en 46.29, un registro que, contabilizando los dos últimos años, David ha superado en no menos de ¡siete ocasiones!, “fue muy duro, ese campeonato, junto a los Juegos, era sin duda el objetivo de la temporada y al final el ver que por circunstancias que no dependen de ti, sino que son externas aun estando en un entorno seguro, no puedes competir hace que sea más duro asimilarlo; realmente, creo que estas cosas se asimilan, pero no creo que se superen, siempre te vienen recuerdos a la cabeza de qué hubiera sido o si algún día tendrás una oportunidad igual; los 400s los vi desde mi cama, aun intentando recuperarme, es por eso por lo que a lo mejor no me dio demasiada rabia en ese momento, porque solo intentaba pasar página para poder recuperarme para el relevo; sinceramente, pienso que hubiera estado para pelear cualquier posición dentro de los cuatro primeros, sabiendo que después de París estaba haciendo los mejores entrenos de mi vida tanto en Badajoz, como los días previos allí en Lima y siempre quedará la incógnita de qué hubiera pasado”; duele cual puñetazo en el estómago leer a David, que finalmente derrotó a su particular Goliath alimenticio, y pudo formar parte del relevo largo, “tenía todavía bastantes secuelas, cansancio general y poca motivación, aún así pude hacer una buena labor, 46.72 por la calle 8 en la primera posta, siendo el segundo mejor parcial de todas las series, siendo superado solo por el estadounidense, que hizo 46.69”.
Toca ya volver a verle sonreír, rememorando el Mundial de relevos en la lejana Nassau, donde formó parte del 4x400 mixto que alcanzó las semifinales partiendo él desde tacos, asegurando ambos 4x400s su plaza olímpica, “fue un campeonato muy bonito, conseguimos un objetivo que todos habíamos peleado y por el que nos habíamos sacrificado mucho; a nivel personal estoy muy contento de ese campeonato, creo que llegué en muy buen estado de forma y lo pude demostrar, sin duda repetiría campeonatos así”.
Aunque el calendario aún indique lacónicamente ‘octubre’ y ni siquiera hayamos cambiado la hora, David está ya en modo ‘short track’ y visualiza un invierno de ensueño con grandes emociones, “sí, tengo muchas ganas de esta próxima temporada, creo que hay objetivos muy ambiciosos y tengo mucha motivación para pelear por ellos, creo que podemos hacer un gran papel este invierno y estoy deseando poder demostrarlo”, y de cara al verano enumera ilusionado todos sus objetivos, “me gustaría acudir al Europeo sub-23 de Espoo y hacer el mejor papel posible allí y a nivel absoluto el objetivo principal será estar en el relevo 4x400 del Mundial de Tokio; además, pienso que esta temporada van a salir marcas interesantes a nivel individual, estamos trabajando mucho para ello pero paso a paso , el primer objetivo será romper de una vez la barrera de los 46.00”. Si hay una disciplina que causó obnubilación en los JJOO de París por la densidad de marcas extraordinarias ése fue el 400 masculino, pero David, lejos de arrugarse y, por ejemplo, echarle el ojo al 800 para brillar a nivel internacional, se muestra firme en sus planes, “el nivel del 400 a nivel mundial este año ha sido una locura, los cinco primeros de la final de París con 43, no sé si algún día llegaré a ese nivel, está complicado, pero sin duda que lo intentaremos; soy muy joven, me queda mucho por recorrer y por lo que luchar; la verdad es que ‘odio’ el fondo y nunca subiría al 800, he nacido velocista” y remata con su futura profesión, “estudio Marketing y dirección comercial en la UCAM a distancia, y la verdad es que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida, para poder compaginar los estudios y los entrenos de una mejor forma”; pero ese relevo solo acontecerá cuando el ácido láctico se apodere del 400.