Nos llega la triste y tardía noticia del fallecimiento, el pasado 10 de febrero en Blanes (Gerona), a los 92 años, de Julio Gómez Almazán 'El Ruso', uno de los mediofondistas españoles míticos del atletismo español y más querido por muchas razones.
Julio Gómez Almazán (Madrid 07.11.1931) llegó a ser campeón de España absoluto de 1500 metros en 1960, además de otras medallas más que logró en su segunda etapa como atleta ya en España.
Decimos esto porque la historia deportiva de Julio comienza realmente fuera de España. Sus orígenes parten en el popular barrio madrileño de Cuatro Caminos. Con siete años, Julio Gómez fue uno de los 'niños de Rusia' que el Gobierno de la República envió al exilio a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española para ponerlos a salvo. Allí, alejado de su familia y de su tierra, se convirtió en un prometedor atleta universitario, llegando a formar parte incluso de un equipo de relevos 4x800 m que mejoró el récord del mundo de la distancia en 1956.
En diciembre de ese 1956, Julio vuelve a España, después de 20 años de exilio, y tras unos primeros tiempos titubeantes con el atletismo, regresa con fuerza de la mano de José Manuel Ballesteros, con el que consigue ser seleccionado para un España-Austria en 1959. Encadenó entonces el título nacional de 1500 m que logra en Montjuic sobre un enorme barrizal, venciendo a su "gran amigo de vida" Jesús Hurtado.
En enero de 1960, en la capital portuguesa de Lisboa, inaugura el historial del récord de España de 1000 m en pista cubierta con 2:31.0.
Participa en los Juegos Olímpicos de Roma en 800 m y de ahí salta a los primeros Juegos Iberoamericanos que se disputaron en Santiago de Chile en 1962, donde logra la medalla de bronce en los 1500 m tras Tomás Barris (2º), y es cuarto en 800 m.
Tras la temporada de 1963, se traslada a Barcelona, donde encuentra un puesto de trabajo y comienza su gran amistad con el citado Barris, gran referencia del atletismo español por aquella época, que ejercía de 'jefe' del mediofondo. Se casa con Elena, su mujer, y se establece definitivamente en tierras catalanas, concretamente en la ciudad gerundense de Blanes, donde ha pasado la mayor parte de su vida.
Corriendo junto a Jesús Hurtado en un Madrid-Lisboa en tierras portuguesas a primeros de los años 60.
En todos estos años deportivos acumuló grandes amistades, como la que le ha unido siempre con el madrileño Jesús Hurtado (actualmente el atleta internacional vivo más longevo, camino de 95 años), con quién compartió viajes, aventuras y multitud de carreras, tanto en pista, campo a través y asfalto.
En la memoria quedarán grabadas aquellas imágenes de Julio en sus paseos por las calles romanas junto al resto del equipo olímpico español dirigido por José Luis Torres y formado por atletas como Miguel de la Quadra-Salcedo, Carlos Pérez, Miguel Navarro, Pipe Areta, José Molins o el propio Barris, entre otros. En la memoria quedan su gran participación en los primeros Iberoamericanos de Chile, sus 10 internacionalidades entre 1959 y 1962 o la legendaria fotografía de la inauguración del Palacio de los Deportes de Madrid, donde fue tercero en una exhibición de 1000 metros tras Barris y Hurtado.
Desde la RFEA, nuestro más sincero pésame a su mujer Elena, familia y amigos.
D.E.P.
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