En un 2024 histórico para los relevos, con la presencia de tres equipos en los Juegos Olímpicos de París: el 4x400 m femenino, el 4x400 m masculino y el 4x100 m femenino, este último olímpico por primera vez en la historia del atletismo español, si hay que destacar a uno merecen un aparte las que quieren ser recordadas como "Golden Bubbles", las mujeres del relevo largo:
El año 2024 será recordado como el momento que transformó para siempre la historia del relevo largo español. Tres ciudades marcaron un antes y un después: Roma, Nassau y París. Pero más allá de los escenarios, hubo algo que unió a todo un país: el 4x400 femenino, un equipo que ha hecho vibrar hasta los cimientos del atletismo español, compuesto por cuatro auténticas guerreras: Carmen Avilés, Berta Segura, Eva Santidrián y Blanca Hervás.
Después de 24 años de espera, el relevo 4x400m femenino regresó a los Juegos Olímpicos. La última vez que España estuvo representada en esta prueba fue en los Juegos de Sídney 2000, gracias a un grupo pionero formado por Mayte Martínez, Miriam Bravo, Julia Alba y Norfalia Carabalí, quienes abrieron el camino. Esta temporada, Carmen, Berta, Eva y Blanca han tomado ese testigo y han devuelto al relevo nacional al lugar que siempre debió ocupar: la élite mundial.
La hazaña comenzó en Bahamas, donde lograron el billete para los Juegos Olímpicos. Pero lo que parecía ser solo un paso hacia el objetivo se convirtió en un logro monumental: pulverizaron el récord de España (3:27.30), que llevaba imbatido desde 1991, un récord histórico de Julia Merino, Blanca Lacambra, Sandra Myers y Gregoria Ferrer en el Mundial de Tokio. Pero esto fue solo el principio de un brillo que no ha dejado de resplandecer.
En Roma, escribieron una página memorable en la historia del atletismo español: no solo rompieron su propio récord, si no que ¡lo hicieron por 2 segundos! Con un tiempo de 3:25.25. Hoy, el relevo femenino español posee las tres mejores marcas españolas de la historia, demostrando que son las dueñas absolutas de este momento y del futuro. Su dominio es total.
Este relevo no es solo un equipo, es el reflejo de una generación y un trabajo de técnicos y responsables de la especialidad que no conoce límites. El 2024 ha sido la prueba de que, con dedicación, esfuerzo y pasión, es posible lograr lo extraordinario.
Pero este relevo es mucho más que una hazaña presente; es una apuesta por el futuro. Tres de sus integrantes son sub-23, lo que asegura años de crecimiento, logros y más éxitos. Sólo Eva Santidrián es algo mayor que sus compañeras, pero atesora igualmente frescura y juventud y su impresionante potencial la convierten en una de las promesas más deslumbrantes del atletismo mundial. Esta generación dorada de velocistas ha coincidido en el momento justo, y no podemos más que emocionarnos ante el futuro que les espera.
Tanto Blanca como Berta comparten una marca personal de 51.68, que las coloca como la quinta mejor marca de la historia. Pero esto es solo el principio. Con su progresión imparable y su espíritu competitivo, ya se perfilan para dar grandes batallas en citas internacionales, como el Mundial de Tokio 2025. ¿Y por qué no soñar? Tal vez una final Olímpica en Los Ángeles 2028.
Este equipo no solo está haciendo historia, está construyendo un legado que quedará grabado en la memoria de todos los que amamos el atletismo. España ya tiene un relevo que ha llegado para quedarse, para dominar y para inspirar a generaciones venideras.