El penúltimo vuelo del ‘Pájaro’

Con 43 años, Ángel David Rodríguez se despidió del atletismo… por ahora
Martes, 1 de Agosto de 2023
Antonio Aparicio
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Ángel david Rodriguez u su récord de España de 100m (10.14)

Más de tres décadas haciendo atletismo dan para mucho. Y ese niño delgado de Móstoles “que corría y saltaba mucho” acabó logrando cosas que ni imaginaba, como 55 internacionalidades absolutas con #EspañaAtletismo (incluidos dos JJOO y otros 20 grandes campeonatos al aire libre o en pista cubierta), 21 títulos de campeón de España absoluto, o los tres principales récords nacionales de la velocidad pura (de los que aún conserva el de 4x100 m). Ángel David Rodríguez (Madrid, 25 de abril de 1980), alias 'El Pájaro’, tiene claro que no ha sido ningún “pionero” para el sector. Pero sus logros tienen algo de mítico. Y tanto sus métodos de aprendizaje (de todo y de todos) como su constancia y profesionalidad hasta edades muy avanzadas para el velocista medio tienen mucho de instructivo.

Por eso, merece mucho la pena escucharle. Y en esta entrevista, el discípulo de Dunia Martín y Juan Carlos Álvarez nos repasa su destacada y longeva carrera, desde que empezó a correr de niño con “un runner de los 80” hasta que colgó los clavos con 43 años. Este padre feliz nos habla de lo que le aportaron sus dos principales entrenadores, de sus mejores momentos con #EspañaAtletismo, de su récord vigente de 4x100 m y su preferencia entre sus plusmarcas no vigentes de 60 y 100 metros, de cómo vivía todas esas pruebas (sin olvidar algunas buenas incursiones en los 200 metros), de aquel 2013 en el que hacía “lo que quería” con su cuerpo a los 33 años, o de lo que ha sido para él el atletismo… y lo que podría ser en un futuro tras estar curtiéndose ahora profesionalmente en otra de sus pasiones: la televisión.  

Ángel David, en el reciente Campeonato de España se te rindió homenaje tras tu laureada y longeva trayectoria en el atletismo. Normalmente, a un atleta que se retira se le pregunta por qué decide retirarse, pero a ti casi habría que preguntarte por qué has seguido hasta los 43 años; sobre todo, viendo que después de la pandemia ya estabas bastante alejado de tus mejores marcas…

La realidad es que, si del tiempo disponible dependiese, lo seguiría intentando. Hasta este invierno he disfrutado los entrenamientos y las competiciones del mismo modo que he hecho siempre. No ha sido una retirada brusca; poco a poco la vida te va colocando, y va colocando tus días para destinar el tiempo a las cosas que más importan. Ahora entrenar no es tan importante en mi vida, pero eso no significa que no desee hacerlo. Creo que se puede rendir a mi edad a un gran nivel si has tenido algo de suerte y te has cuidado, pero es necesario dedicar mucho tiempo para poder ser competitivo. En resumen, es más importante el tiempo disponible que la edad.

Volvamos al principio de todo… ¿Cuándo y por qué empezaste en el atletismo? ¿Hubo algún ídolo o referente que te motivase a ello?

Hay momentos que poca gente conoce. Yo empecé a correr y entrenar esporádicamente gracias a un primo hermano de mi madre, mi tío Basti. Salíamos a correr por mi pueblo (Guijo de Santa Bárbara), por el barrio de Oporto en Madrid… y me regaló mis primeras zapatillas de running. Él, básicamente, era un ‘runner’ de los 80. De ahí, con esas zapatillas, empecé en el otoño del 91 [con 11 años] a entrenar con la persona que más me ha enseñado, Dunia [Martín]. Ella y mis padres acompañándome a cada competición, bajándome a entrenar cuando era un niño… Y desde ahí hasta ahora: el atletismo que conozco hoy. Sí fue relevante también todo el atletismo que teníamos en televisión, mi otra pasión. Los JJOO de Barcelona 92 sirvieron para motivarnos a muchos, y toda la competición y televisión que se creó a su alrededor fue determinante.

¿Cuánto tardaste en decantarte por la velocidad? ¿Fue algo ‘evidente’ y casi inmediato, o pasaste antes por otras pruebas?

He hecho de todo: 10 km, crosses con alguna medalla, saltos y velocidad. Lanzar, como es evidente con mi físico, solo a modo de juego. Hasta los 16 años no empecé a especializarme, si bien siempre me queda la espina de la longitud, la otra prueba que me encanta. Siempre me gustó pero fui de crecimiento tardío. Cuando me desarrollé empecé a destacar, y me gustaba.

Angel David Rodriguez

¿En qué medida tu mote de 'El Pájaro' está relacionado con el atletismo? ¿O su origen es otro?

Viene de antes, de mi barrio en Móstoles. Era un niño delgado que corría y saltaba mucho… y ahí sigue.

De tu dilatada y destacada trayectoria con #EspañaAtletismo nos ocuparemos en un artículo aparte, ¿pero cuáles consideras, por orden, como tus cinco mejores momentos defendiendo la camiseta española?

Mmm… buena pregunta. El primero serían los JJOO de Pekín 2008. Segundo, el Mundial de Moscú 2013… junto al de Daegu 2011. En tercer lugar, mis primeras grandes citas como sub20: el Mundial del 98 y el Europeo del 99. Después, las Copas de Europa. Y por último, los Mundiales en Pista Cubierta.

Por lo demás, tu trayectoria atlética destaca especialmente por el ramillete de destacados récords de España que batiste en velocidad, entre los que sigue vigente el de 4x100 m de Moscú 2013 (38.46). No solo no se ha podido batir en 10 años, sino que tu siguiente mejor marca con un relevo corto es más de medio segundo peor (39.07 en Múnich 2002). ¿Cómo explicas eso? ¿Qué se hizo tan bien en aquella carrera?

Teníamos un buen trabajo de entrenamiento, pero no habíamos podido correr juntos por muchas razones: lesiones, calendarios, etc. Ese año éramos seis atletas con opciones de estar dentro del relevo. Adrià Burriel, que estaba como un tiro pero con problemas físicos, se quedó en casa. De reserva Eusebio Cáceres, que un año antes casi gana a Bruno [Hortelano] en el 100 m del Nacional Sub23. Sergio Ruiz había hecho récord de España de 200 m [20.51]. Edu [Viles] estaba en 10.3 y corría la primera posta de escándalo. Los relevos necesitan de todo esto: más de cuatro atletas, suerte con las lesiones, trabajo y un poco de suerte. Ese día arriesgamos, nos 'dejaron', y salió una gran marca.

Tus otros dos récords nacionales ‘pata negra’ fueron los individuales de 100 (10.14 en 2008) y 60 m (6.55 de 2013); ambos mejorados por una sola persona y que te mantienen segundo ‘all time’ en ambas distancias. ¿A cuál de ellos concedes más valor y por qué?

Aunque siempre fui más de 100, al de 60 m. De mi récord de 100 m me he quedado muy cerca varias veces, algunas con tropiezo incluido. Del de 60 no. Ese febrero de 2013 hacía con mi cuerpo lo que quería. Intensidad, relajación… estaba muy fino. Es la vez que mejor he estado junto con ese verano y dos o tres veces más en mi carrera, en las que reconozco que era mi límite. Ese invierno Juan Carlos Álvarez, por lo que hacía entrenando, ya me avisó: "Este año bates el récord de España". Es mi mejor marca individual en una prueba en la que, sinceramente, no era mi prueba cuando era joven.

¿Qué te gustaba más: los 60 metros o el hectómetro?

Son parecidas, pero el 100, cuando estás bien, te permite sentir tu cuerpo a la máxima velocidad. Cuando puedes centrarte solo en tu carrera, lo que haces con el cuerpo y estás bien, es una de las mejores sensaciones como deportista que he tenido.

Angel david Rodrigeuz 2013

En 2013, efectivamente, firmaste tus tres mejores marcas en 60 m (6.55, 6.57 y 6.59), y también fue tu verano más completo, con tres registros sub10.20 en 100 m (10.15, 10.18 y 10.18). ¿Qué pasó para que alcanzases ese nivelazo el año que cumplías los 33?

Creo que la sucesión de años de trabajo y que, gracias a Juan Carlos, aprendí a ser mucho más analítico en la técnica, la fuerza y el volumen. Combinamos el entrenamiento de Dunia con el de Juan Carlos y noté una ‘segunda juventud’. Veo un vídeo mío con 28 años y otro con 33, y los que corren son dos personas diferentes, con técnica diferente y cuerpo diferente. Me centré en mis debilidades sin olvidar mis fortalezas. Eso y otro aprendizaje: aunque me lesionara, no paraba. Acumulé años y ese año salió. Tuve algo de suerte y disfruté mucho corriendo.

En 200 m, donde también acumulaste varias internacionalidades doblando con el 100 m (incluido Pekín 2008 y Berlín 2009), tu tope se quedó en 20.61 (8º español de todos los tiempos). ¿Qué registro crees que valías en esa prueba? ¿Te habría gustado dedicarle más tiempo?

Siempre me costó mucho el ritmo en el 200. Mis mejores carreras fueron o en estados de gracia o sabiendo retenerme en la curva. Era bastante suicida y no llegaba... En 2011 o 2013 estaba en el plan; salieron tiempos ventosos rapidísimos [20.34 con +2,5 en 2011; 20.52 con +2,7 en 2013], pero para doblar necesitas adecuar el calendario. Poca suerte quizás, pero disfruté mucho los 200 m que pude. En 2014 tuve dos lesiones que me hicieron dejar las curvas. Tuve un síndrome del seno del tarso y problemas de espalda por una hernia. Fue una temporada dura, mucho antiinflamatorio… y al final, entre unas cosas y otras, tengo un gemelo que a día de hoy sigue sin contraerse la mitad interna. Bueno, dejó de doler y pude volver a correr. Algo conseguí recuperar…

Aparte de la A.A. Móstoles de tu localidad, defendiste durante muchos años a dos de los clubes más destacados en la historia de nuestro deporte: Chapín Jerez y Fútbol Club Barcelona. ¿Qué recuerdos destacarías de esa faceta?

Los tres me han cuidado y son parte de mi familia. Gracias a ellos me desarrollé y pude dedicarme al atletismo.

¿Podrías resumirnos brevemente qué es lo principal que te aportaron cada uno de tus entrenadores, especialmente Dunia Martín y Juan Carlos Álvarez?

Dunia me aportó el aprendizaje de una forma de ver el atletismo como un juego y parte de la vida, donde vives bajo normas y respeto a los rivales. Me enseñó a sufrir y disfrutar de los entrenamientos más duros. A pedirme esa serie de más y a escucharme... Juan Carlos me enseñó a analizar cada gesto de mi carrera, a buscar la fuerza que podría desarrollar en la pista. Con él me centré en lo que hace el cuerpo cuando va al límite. Muchas veces entrenamos mucho, pero el gesto deportivo es diferente en función de los ritmos. Él me enseñaba en qué parte de mí concentrarme, en las debilidades musculares que tenía, en hacer fuerza como un profesional.

Fueron dos modelos que se complementaron y que agradezco.

¿Cuáles han sido, por cierto, tus pistas preferidas para correr?

[Reflexiona] La del módulo del CSD, la de Salamanca [allí logró su récord de 100 m], el Olímpico de Múnich… y el Estadio [Yanmar Nagai] de Osaka.

Angel david Rodriguez, el día del récord ESP 10.14 en Salamanca

Y el atletismo en general, ¿qué ha aportado a tu vida y a tu actual carrera profesional? ¿Cómo te gustaría que te recordase este deporte?

Amigos, familia, ha sido mi trabajo, ambiciones, algún berrinche… Todo. Creo que es una herramienta para desarrollar en torno al atletismo el resto de las facetas de una vida.

No me preocupa cómo me recuerde, simplemente creo que he tenido mucha suerte. Como yo había y habrá muchos; unos no tuvieron la fortuna, las ganas o no encontraron cómo seguir su camino para llegar tan lejos o más que yo. Solo sé que construí mi manera de sacar el máximo a mi cuerpo con la ayuda de mis entrenadores individuales, los del relevo, los de mis rivales, incluso los de otras pruebas; así como gracias a ver trabajar a los mejores de otras pruebas. Gracias a ellos y a las personas que han cuidado mi cuerpo, mi cabeza, o me han soportado cuando las cosas no salían. Tan solo construí mi manera de llegar con la ayuda de muchos. Muchos entrenadores o rivales no lo saben, pero también me fijaba en su trabajo para coger herramientas o ideas que utilizar en mi beneficio.

¿Te gustaría volver a estar vinculado al atletismo de una forma más directa en un futuro?

El futuro está abierto, igual que mi puerta. Ahora trabajo en una productora televisiva donde estoy aprendiendo mucho sobre deporte profesional, entretenimiento, alto rendimiento… y estoy coordinando la producción y distribución audiovisual de una federación mundial y su circuito para clasificarse a los JJOO, la de skateboarding. Veo el deporte, hacia dónde va, y hacia dónde va el atletismo. Sé que el atletismo, como otros muchos deportes, vive en una transformación continua. Yo he vivido un deporte y el de estos últimos años se parece en unos aspectos, pero es muy diferente en otros y me gusta tanto como lo que yo hacía hace 20 años.

Creo que el atletismo ya lo tiene, pero seguirá necesitando en el futuro gente que sea profesional en su ámbito, valore las tradiciones del deporte pero entienda los cambios de la sociedad. Yo es lo que creo que puedo aportar. El objetivo de este deporte no es ganar medallas, que también. El objetivo es que la sociedad sea más sana, tenga motivaciones y retos. Que gracias al alto rendimiento se creen para la sociedad referentes que motiven, que entretengan y que sean la imagen del respeto a las reglas y a los rivales.

En 2018 en Salamanca

 

HISTORIAL DEPORTIVO DE ÁNGEL DAVID RODRÍGUEZ

FOTOGALERÍA - El velocista puro "El Pájaro"