Este miércoles 18 de mayo ha fallecido en Lleida, a los 79 años, Jesús Francisco Bartolomé, gran triplista español de los años 60 y 70.
Jesús Francisco Bartolomé Carrascal (24 de octubre de 1943, San Sebastián) fue un histórico y digno representante del triple salto español en las décadas de los 60 y 70, época en las que acumuló siete medallas en Campeonatos de España al Aire Libre entre 1964 y 1972. En este último, conquistó en Madrid el título absoluto con una marca de 16.12 m, que a la postre fue su mejor marca de siempre. Bartolomé fue parte de una época dorada del triple salto en nuestro país, donde tuvo como mayor rival a la gran figura de entonces, el también donostiarra Luis Felipe Areta.
Bartolomé, que comenzó a saltar en 1960 y fue pasando por las manos de entrenadores como Juan Antonio Martínez, Altuna y Porras, ingresó en la Residencia Joaquín Blume de Madrid en 1969 y bajo las órdenes de Carlos Álvarez, 'Bartolo' mejoró sus registros hasta el citado 1972. Ese fue su gran año, pues además del mencionado entorchado logró el título absoluto en pista cubierta y se fue hasta los 16.17 metros al aire libre, aunque con exceso de viento. Entonces la mínima olímpica estaba establecida en 16.20 m, quedándose el donostiarra a las puertas de los Juegos Olímpicos de Múnich.
Sumó cuatro títulos nacionales universitarios (1966, 1968, 1969 y 1972), vistiendo los colores de Atlético San Sebastián, Real Sociedad y F.C. Barcelona a lo largo de su carrera deportiva.
Bartolomé representó a #EspañaAtletismo en 26 ocasiones, destacando entre sus actuaciones internacionales los Juegos del Mediterráneo de Túnez 1967 y Esmirna 1971, donde logró la medalla de bronce. Además, participó en la eliminatoria de la Copa de Europa en Atenas 1967, donde fue segundo, sumando asimismo una amplia cantidad de encuentros internacionales en los que se enfrentó a países como Francia, Estados Unidos, Turquía, Grecia, Dinamarca, Irlanda, Bélgica, Marruecos o Noruega.
En 1972, Jesús Bartolomé cambió su lugar de residencia y se trasladó por motivos de trabajo (estudió Arquitectura y era aparejador de profesión) a Lleida, donde se quedaría el resto de su vida, contrayendo matrimonio. Fruto de él nacería su hijo Álvaro, que cogió el testigo de su padre casi tres décadas después convirtiéndose en un destacado saltador de triple en la década de los 90. Álvaro Bartolomé llegó a saltar hasta 16.59 m en pista cubierta en 1999, año en el que se proclamó campeón de España absoluto en pista cubierta. Fue cuatro veces internacional absoluto.
Desde la RFEA, nuestro más sincero pésame a su familia, amigos y atletismo guipuzcoano.
D.E.P.