Inés López, la primera campeona internacional española en lanzamientos

Primer oro continental en esta especialidad en el Europeo Sub23 de Bergen
Jueves, 31 de Julio de 2025
Emeterio Valiente
Image
Inés López Bergen 2023
RFEA | Sportmedia

Jamás una reluciente medalla de oro había colgado de los fornidos hombros de una lanzadora española en un Europeo sub-23, pero semejante hito aconteció el ya histórico 20 de julio de 2025 cuando Inés López, que figuraba con la 4ª mejor marca de las contendientes, decidió insubordinarse frente el ránking previo y descerrajó un inicial trallazo medido en 58.20m para liderar de principio a fin el concurso. Su triunfo en Bergen resultó tan claro y firme como lo son sus ideas, aunque sabe dejarse sorprender positivamente por las jugadas que le depara el inescrutable destino, ¿cuál será la próxima?

No era nuestra protagonista, sino la alemana Milina Wepiwe, quien partía como favorita en la final después de haber acariciado los 60m esta temporada, pero Inés tenía el oro continental entre ceja y ceja, “ya había coincido con ella varias veces en Estados Unidos tanto el año pasado como éste, ella representando a la Universidad de Harvard, yo a la de Arizona y estuvimos cambiando impresiones en la cámara de llamadas; mi objetivo claro para este campeonato era ganarlo, porque lo veía como una oportunidad casi única de cumplir mi sueño, que era hacer sonar el himno de España y para eso solo vale ser primera; soy consciente de que hay mucho talento en Europa y en el resto del mundo y no será fácil volver a tener una oportunidad así, era algo así como ‘now or never’. Quizás diera Inés un paso de gigante en la calificación, cuando un solo lanzamiento, el más largo de todas las finalistas, 56,35m, le bastó para irse pronto al hotel para seguir soñando, “el ser la única que se clasificó directamente con la Q sí me dio un plus de confianza, además de que la líder del año (60.35m), la francesa Marie Josee Bovele, no se clasificó para la final; en todo caso, yo me tomé la final como una prueba completamente diferente a la calificación, volvíamos a partir todas de cero y podía pasar cualquier cosa”

 

Dice el sabio refranero que ‘quien da primero da dos veces’ y eso debió pensar la nueva monarca europea cuando disparó un tiro de 58.20, nueva plusmarca nacional de la categoría, en la primera ronda de la final, marca personal y récord de España sub-23, aunque tamaño trallazo también tuvo su servidumbre, “mi objetivo solo era hacer un primer lanzamiento muy similar al de la calificación, de 55/56m, fácil, controlado y, aunque me noté bien, no pensé, ni cuando solté el disco ni cuando aterrizó, que hubiera sido tan largo; llevaba este año muchos lanzamientos de 55 y 56 y los 58 nunca llegaban, por lo que al por fin conseguirlos me desconcentré un tanto y alteró el plan que tenía de ir en progresión durante el concurso”; aún siendo muy consciente de que esa marca de 58.20m casi le aseguraba una presea, la colosal capacidad de superación de Inés no le permitió albergar ese pensamiento, “sabía que tenía muchas posibilidades de pódium con ese lanzamiento, pero en cualquier momento me podían adelantar varias lanzadoras, no había grandes diferencias de marca, por lo que continué luchando en cada ronda y hasta que no hice mi último lanzamiento no me relajé lo más mínimo”; aunque ese celo profesional le honra sobremanera, lo cierto es que Inés hubiera conquistado el ansiado oro con cualquiera de sus dos lanzamientos válidos, registrando 57.40m en el cuarto más un curioso último ensayo medido inicialmente en 58.33m, “el segundo tiro fue corto y lo anulé, estaba todavía un tanto desubicada después de los 58.20m; en el tercero ya cogí mejor mi ritmo, pero pisé un poco el borde del círculo en el cambio e hice nulo; después del cuarto de 57.40m hubo varias entregas de medallas y ese parón me cortó el ritmo, pero el sexto fue muy bueno y lo llegaron a medir en 58.33, aunque la verdad es que en cuanto el disco salió de mi mano mi cuerpo colapsó, me empecé a caer para atrás y me salí del círculo antes de que el disco tocara el suelo, por lo que acabaron dándolo por nulo”

Quizás, la prueba más fehaciente y definitiva del carácter competitivo de Inés la encontremos en cómo afrontaba el postrero lanzamiento, cuando ya colgaba virtualmente el oro de su cuello, “recuerdo que estaba agotada mentalmente y, aunque sabía que ya había ganado, no quería pensar en ello porque ese sexto intento representaba otra oportunidad de hacerlo bien y mejorar la marca, pero nada más lanzar perdí el control de mi cuerpo por toda la presión y tensión acumuladas en las últimas semanas y los últimos días; me dio un poco de rabia no haberme quedado en el círculo, pero solo fueron 13 centímetros adicionales, me hubiera fastidiado más si lo hubieran medido en 60m (risas)”. Mostrando una madurez y clarividencia impropias de quien el 19 de agosto celebrará su 22º cumpleaños, la lanzadora estrella del Valencia Club Atletismo explicita cómo se siente tras su gesta: “sí lo estoy disfrutando y saboreando, pero la temporada sigue y no me puedo quedar parada pensando todo el rato en que soy campeona de Europa, hay que seguir trabajando para los próximos objetivos; estoy muy orgullosa de cómo afronté el campeonato, pero también sé que hay que muchos aspectos técnicos en lo que tengo que seguir mejorando”.

 

Inés se convirtió en Bergen en la primera lanzadora española de la historia en convertirse en campeona de Europa sub-23, un hito que así valora, “es un gran orgullo llevar a España a lo más alto de un pódium internacional; nada me daría más satisfacción que servir de inspiración y de referencia a los niños que ahora empiezan a lanzar y a desarrollar su pasión por los lanzamientos y que al verme digan, “yo quiero ser como Inés, quiero llegar a lo más alto”. Curiosamente, su estelar oro en disco eclipsó absolutamente la que hasta entonces suponía su mejor actuación internacional de siempre, el 8º puesto cosechado en peso con segunda mejor marca de siempre (15.94m) apenas tres días antes, pero tiene cristalino qué disciplina es su mejor compañera de baile, “la verdad es que el peso fue mi primer amor, a los lanzamientos llegué a través del peso y solamente un año después empecé con el disco, pero últimamente el peso y yo estamos en fase de divorcio (risas) aunque es verdad que en Bergen hicimos de momento las paces, pero yo estoy casada con el disco, lo amo y lo disfruto cada vez más y voy a seguir centrada en él; no creo que deje de hacer peso porque no me gusta hacer una sola prueba, me aburriría, soy una persona a la que le encanta estar muy activa y hacer muchas cosas a la vez; si por mi fuera, practicaría cinco deportes a la vez; además, en EEUU no hay pruebas de disco hasta marzo, por lo que en invierno pongo más el foco en el peso”.

Habiendo nacido y crecido en Madrid, Inés se dio el gustazo de competir en el Campeonato de Europa por equipos disputado el último y tórrido fin de semana de junio en Vallehermoso, pero su carácter perfeccionista no le permite sentirse satisfecha de su actuación allí, “me dio mucha rabia, no el  hecho  en sí de no pasar el corte para hacer un par de lanzamientos más, sino por no haber tenido una mejor actuación compitiendo en mi ciudad, con un público maravilloso animándome y dándome palmas en las gradas por el simple hecho de vestir la camiseta de España; no me encontré en mi mejor momento físico y un fallo en el tercer lanzamiento me dejó fuera de pasar a la mejora”.  Tras su hazaña en tierras nórdicas, Inés volverá a competir en suelo español, siendo una de las grandes atracciones del inminente Nacional absoluto de Tarragona, donde mañana viernes defenderá su título conseguido en La Nucía y el domingo su plata en peso, aunque no se contentará únicamente con prorrogar su supremacía patria en su evento fetiche, “además de revalidar el título, me gustaría volver a mejorar marca y el récord sub-23; acabé muy satisfecha del Europeo pero me quedé con la espinita de haber lanzado algo más y en peso aspiro a disfrutar, a pasármelo bien y a redimirme del campeonato de España sub-23, aunque eso ya lo logré en Bergen”; metro a metro, Inés se aproxima a la plusmarca nacional que Sabina Asenjo instaurara en el olímpico 2016 con 61.89m, “la verdad es que sí me veo atacando ese récord en un tiempo porque esta temporada he conseguido una seguridad y un control muy superiores a los que tenía hasta el año pasado; me voy acercando poco a poco y sí, me veo capaz de batirlo”, zanja con vasto convencimiento.

 

Lejos queda ya el otoño de 2021, cuando una aún teenager Inés cruzaba el charco para vivir el sueño americano en la Western Kentucky University, aunque los inicios, previsible, no resultaron un camino de rosas, “la primera temporada fue posiblemente la peor temporada de mi vida, fue un año de muchos cambios, pero guardo un gran recuerdo de mi entrenador, Brent Chumbley, al que llamábamos ‘coach Chumbley’; siempre estuvo pendiente de mí, incluso después de dejar la universidad; desgraciadamente, falleció el pasado 30 de enero y siempre le llevaré conmigo porque le debo mucho; al año siguiente, 2023, no competí demasiado porque me operé del hombro derecho y además no estaba contenta con el nivel deportivo de la universidad, echaba en falta más compromiso y dedicación por parte de sus atletas, sus objetivos no se alineaban con los míos, que eran más ambiciosos, y decidí irme a Arizona State, una universidad que me encantó cuando hice la visita con sus entrenadores; también tuve en cuenta la gran tradición que tiene en lanzamientos y el hecho de que algunos de mis ídolos, como Maggie Ewen, 4ª en peso en el Mundial de Doha 2019, habían vestido antes esa camiseta”. A nivel académico, fiel y leal a su motto de combinar y experimentar, Inés comparte su periplo académico, “es verdad que he cambiado varias veces de carrera, que es algo frecuente y fácil de hacer en EEUU; en Western Kentucky empecé International Business, luego me cambié a Business Law porque mi intención era hacer un doble grado en Derecho de Empresa y Marketing, pero al cambiarme a Arizona State me dijeron que no me daba tiempo a hacer un doble grado al haber perdido casi un curso entero de créditos, por lo que empecé Marketing, que es en lo que me graduaré en mayo del año que viene, junto a un certificado en emprendimiento, es como hacer carrera y media.” Lo que queda aún por desentrañar es dónde residirá a partir de 2026, “no lo sé…me gusta tener las ideas claras, pero es verdad que la vida te va dando continuamente oportunidades y tú decides si las tomas o las dejas; después de graduarme, me gustaría seguir lanzando y trabajar en el ámbito de la empresa, que es algo que me apasiona, el mundo de la empresa, el comercio, el marketing, la comunicación…; me gustaría seguir viviendo en Estados Unidos, pero nunca se sabe lo que el futuro nos deparará”.  Sondeada por las diferencias, a grandes rasgos, entre la sociedad española y la estadounidense, Inés responde rápida y lacónicamente, “en Estados Unidos se vive para trabajar y en España se trabaja para vivir”

Mirando por el retrovisor, rememora a continuación su andadura en el 'Gras Team'; "yo empecé a entrenar con Jorge y con su grupo en 1º de Bachillerato y estuve dos años, hasta que me fui a Estados Unidos, aunque seguí entrenando en el grupo cuando venía en verano y Navidad; fue una etapa muy bonita, con él aprendí y crecí mucho y tengo claro que no sería la lanzadora que soy de no haber sido por Jorge y el resto de mis anteriores entrenadores"; de forma prolija nos cuenta ahora quiénes componen su cuerpo técnico actualmente: "en Arizona, tengo dos entrenadores, el principal es Turner Washington y Marcus Makovicka es el preparador físico; el primero fue mundialista en Budapest 2023 en disco y tiene marcas de 66.32 en disco y  21,85m en peso, mientras Marcus sabe muchísimo de entrenamiento de fuerza para lanzadores, le admiro mucho y es quien planifica mis sesiones de gimnasio”.

Cuando abandona temporalmente la tierra del Tío Sam, Inés recibe el sabio magisterio del ilustre Frank Casañas, (5º en los JJOO de Pekín 2008) actual responsable de lanzamientos del Centro Gallego de Tecnificación Deportiva (CGTD) en Pontevedra, como ella explica, “cuando vengo a España, en Navidad y en verano, sigo en contacto con mis entrenadores de Arizona, son ellos quienes marcan las líneas generales, me voy a Pontevedra y Frank se encarga de darle continuidad a ese plan y pulir los últimos detalles; en Bergen estuvo conmigo y me aconsejó Loli Pedrares porque Frank  estaba en las FOJE de Macedonia y la verdad es que la comunicación entre los tres fue genial; fue al acabar la temporada pasada cuando decidí hacer un cambio y empezar a entrenar con Frank cuando  estoy en España; sabía que era una decisión correcta, no solo por ser uno de los mejores lanzadores españoles de la historia, sino porque ya le conocía como entrenador al haber coincidido en una concentración en León, pero lo que no me imaginaba, ni por asomo, era la historia que tenía….resulta que en sus inicios, aún en Cuba, recibía revistas de lanzamientos de las universidades de EEUU, leía sobre técnica, y le llamaba la atención, era su referente, Anthony Washington, campeón del mundo de disco en Sevilla 1999, porque le encantaba cómo lanzaba y era su modelo a seguir; lo curioso es que Anthony ¡es el padre de mi entrenador Turner! por lo tanto, todo está conectado; sin yo saberlo, la vida me puso en este camino”.       

A la izquierda junto a su entrenador estadounidense Turner Washington y a la derecha junto a Frank Casañas

 

Los JJOO del pasado año en París los vivió Inés desde las gradas del Stade de France, pero aspira a estar en la jaula de disco dentro de tres años en Los Ángeles, "ya había estado varias veces en París y tenía ganas de volver, así que hicimos un viaje familiar y allí fuimos porque quería vivir la experiencia de estar en unos JJOO, aunque fuera de espectadora y no como atleta; al menos, ya sé lo que siente al estar en el estadio y sé cómo es el impresionante ambiente de un estadio lleno, aunque aspiro a estar en la arena, en la jaula, luchando como como un gladiador; ya antes de los JJOO de París pensaba que me gustaría competir en los siguientes JJOO, pero después de vivirlos en directo ya me dije, “wow, yo quiero estar en Los Ángeles 2028”. Dada su inquebrantable determinación y su infinito afán de superación, ¿alguien, en su sano juicio, duda de que Inés López adquirirá el rango de olímpica allí? Ah, y cuidado con su primer lanzamiento.

HISTORIAL DEPORTIVO DE INÉS LÓPEZ