Irene Sánchez-Escribano, la mejor obstaculista olímpica de nuestra historia

La toledana revienta su marca personal y roza el récord de España para ser 11ª en la final.
Martes, 6 de Agosto de 2024
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París 2024 - Irene Sánchez-Escribano
RFEA/Miguelez Team

Tras la fantástica impresión mostrada en la ronda inicial, donde selló la mejor carrera de su vida desde cualquier ángulo de análisis (el más objetivo el cronométrico, 9:17.39), la toledana Irene Sánchez-Escribano (cuyos conciudadanos pudieron disfrutar la final en una pantalla gigante instalada en la ciudad) saltó al violeta de Saint Denis para saldar cuentas con el pasado.

Si hace tres años una fractura en el segundo metatarsiano del pie izquierdo, a dos semanas de viajar a Tokio, le privó de su primera experiencia olímpica, ahora alcanzaba la última carrera pletórica de fuerzas, afilada al extremo, elástica, resistente y veloz.

En su madurez deportiva (cumple 32 años el 25 de agosto), la discípula de Antonio Serrano aparecía en la start list con un colosal reto (bendito problema) ante sus piernas: última personal y season best de las 15 contendientes. Pero a los Juegos se viene a soñar, lo que ha estado haciendo Irene desde que el infortunio le negó el paso a los cinco aros en 2021. Disfrutar y sufrir, términos contradictorios para cualquiera que no sea atleta. Pero ella lo es, de las buenas, y sabe que las finales son carreras anormales, no el mitin de aquí o allá, sino competencias especiales, en las que pasan cosas, emergen sorpresas e imprevistos y, a veces, las más agazapadas sacan la cabeza por encima de quienes, a priori, debieran domarlas con facilidad.

Así que el estruendo del pistoletazo de salida ensordeció el Stade de France y las obstaculistas se dispusieron felices al cansancio mientras la grada, burbujeante como acostumbra, contemplaba con fervor al duelo, conteniendo la respiración en cada valla, incluso un poco más cuando el grupo se aproximaba a cada ría. Irene, segunda mejor marquista nacional, corría por la posibilidad de convertirse en la mejor española del evento en la historia olímpica. Hasta hoy sólo tres de las nuestras habían disputado la final: Zulema Fuentes-Pila (11ª, 9:35.16) y Marta Domínguez (abandono) en Pekín 2008 y su compañera Carolina Robles -apeada en primera ronda el domingo- en Tokio 2021 (14ª, 9:50.96).

A su lado cabalgaban ilustres como la más rápida de todos los tiempos, Beatrice Chepkoech (Kenia, 8:44.32), que jamás cato medalla olímpica alguna; la campeona olímpica, Peruth Chemutai (Uganda, 8:55.09, mejor marquista de 2024); la mundial, Winfred Mutile Yavi (Baréin, 8:50.66); la europea, Alice Finot (Francia, 9:05.01). En total cinco mujeres sub 8 minutos (las mencionadas más Norah Jeruto (Kazajistán, 8:53.02) y Faith Cherotich (Kenia, 8:59.65). Una de las mejores -puede la que más- carreras de la historia. El récord olímpico de la rusa Gulanrá Samítova-Gálkina (8:58.81, Pekín 2008) estaba en peligro de muerte.

Chepkoech salió guerrera y puso el paquete en fila desde el primer giro. Irene atrás, a su ritmo, sabiendo que la única estrategia posible era contemporizar y empezar a pasar cuando la gente pagase sus excesos. Pasó el 1000 en 2:55.1 (Irene 2:58.9). El 2000, con Chemutai relevando, se marcó en 5:57.6 (Irene 6:05.9). Iba rozando el top 10 la nuestra, en progresión. El último kilómetro fue tremendo, con Yavi mano a mano en un sprint salvaje frente a Chemutai (acabaría imponiéndose la primera con récord olímpico, 8:52.76) e Irene erigiéndose en la mejor obstaculista olímpica española de siempre, 11ª con 9:10.43, acariciando el récord de España de Marta Domínguez (9:09.39).

Irene

 

 

RESULTADOS