
Javier Guerra llegaba a Zaragoza a culminar un exigente proceso de renacimiento deportivo. Irene Pelayo lo hacía portando el a veces pesado cartel de incuestionable favorita. Ambos regresaron a casa con la sonrisa del deber cumplido, la sensación de haberse dejado la piel para que sucediese lo que todos pensaban que debía suceder: oro pendulando sobre su pecho. Un guión fácil de redactar para el aficionado, pero que adquiere tintes complejos, perfiles dubitativos, en la siempre inquieta mente de un corredor de larga distancia.
La XVI edición del MANN-FILTER Maratón de Zaragoza CaixaBank, circuito eminentemente plano, revirado, y con algún desnivel enmascarado en la segunda mitad, azotado por el viento desde las 8:30 de la mañana, fue el escenario de varias lecciones de épica. La mayor la impartió Javi Guerra, quien encaró al plantel de corredores africanos porque, además del título nacional, tenía entre ceja y ceja ser el primero en romper la cinta. Ganar carrera y campeonato. Lo logró 10 años después de su hasta ahora única victoria en la distancia, precisamente en su debut, A Coruña, una cita que también le sirvió para anotarse su primer entorchado nacional. Lo hizo en 2:11:42, a sólo tres segundos del récord de la carrera, tras una exhibición de valentía, decisión y poco respeto por el dolor de cuádriceps. "Le he echado narices, cuando he pasado la media sabía que luego tocaba sufrir, pero no me importó, quería volver a ser campeón de España", declaraba, radiante tras dejarse agasajar por la multitud que le aclamó en la Plaza del Pilar (la segunda peatonal más grande de Europa, sólo por detrás de la Plaza Roja de Moscú). Se refería a un paso salvaje, ajeno al Cierzo vengativo, de 1:04:17 (a 3:02 el mil, un tiempo que hacía soñar con una marca al filo de las 2:09… o incluso menos). Sabía que la empresa era complicada, pero supo resistir, y la pérdida de segundos se distribuyó paulatinamente de ahí a meta: 1:16:13 en el km 25 (todavía a 3:02), 1:31:55 en el 30 (a 3:03), 1:48:29 en el 35 (a 3:05) y 2:04:19 en el 40 (a 3:06). Previamente había cruzado el 5 en 15:26 (a 3:05), el 10 en 30:31 (a 3:03) y el 15 en 45:43 (a 3:02). Perdió segundos, cierto, pero también rivales. Del grupo cabecero desaparecieron los kenianos Matthew Kiplagat (3º, 2:15:31) y Dickson Kiptoo (4º, 2:19:38). Poco antes había caído el etíope Abera Ketema Tilahun (retirado).
Fue una cuestión de mentalidad y la solventó a las mil maravillas. Venía de firmar grandes actuaciones en 10 km, media maratón y campo a través, pero Filípides es otra película y él, curtido a base de plazas de privilegio en grandes escenarios, lo sabe. Tras haberse quedado fuera del Europeo de Múnich y no rendir como esperaba en el pasado Maratón de Valencia Trinidad Alfonso, tenía ganas (necesidad, si se quiere) de reivindicarse, de recordar que nadie le puede quitar el honor de ser el mejor maratoniano español de la pasada década y de clamar que, a los 39, no está ni mucho menos en la cuesta abajo. Visto lo visto, ¿quién apostaría que no puede engrosar la lista de tres cronos sub 2:10 e incluso superar su 2:07:27 (récord de los campeonatos, por cierto)? De momento ha igualado los cuatro títulos de Eluterio Antón (1979, 80, 81 y 84). Ya sólo tiene por delante las manitas de Carlos Pérez (1966, 67, 68, 69 y 70) y el desaparecido Miguel Navarro (1967, 58, 59, 61 y 64), el hombre que cabalgó en la cuadrilla de Bikila aquella inolvidable noche, romana y olímpica, de 1960. Es leyenda, y el calendario se ha puesto de su lado para permitirle agrandar aún más tal condición.
El lector avezado habrá percibido que hemos hablado del primero, el tercero, y el cuarto. ¿Y el segundo? Otro titán. Álex Jiménez, 'El Balilla', policía local de Alcobendas que desembarcó en la élite pasados los 30 y, con 40 en el horizonte cercano, no deja de agrandar su catálaogo de buenas prestaciones. Vino de atrás (había pasado por el 21,097 en 1:05:30), superó a los africanos, y atesoró la segunda posición tanto en la prueba open como en el Campeonato de España con una marca de 2:13:20 (su mejor envite a la distancia es 2:10:54).
El bronce se lo colgó el campeón nacional y subcampeón continental de los 50 km, el local Alberto Puyuelo (dos veces ganador del MANN-FILTER Maratón de Zaragoza CaixaBank), quién llegó a dudar de su participación (un flemón le amargó la noche y apenas pudo descansar) pero finalmente acabó relegando a la cuarta plaza a una leyenda del atletismo español como Reyes Estévez (2:21:43), quién partió con la idea (desvanecida por Eolo) de reventar el récord M45. La victoria en esa categoría no se le escapó. En M40, la inferior, triunfó otro olímpico, el ex obstaculista Rubén Palomeque (2:22:35). El título nacional por equipos (sólo se puso en juego entre los hombres porque ningún club presentó las tres componentes que establece el reglamento) lo revalidó el Macotera Jamón Prim (7:12:33), por delante del C.A. Cárnicas Serrano (7:19:41) y LEA La Blanca (7:41:55).
La prueba femenina fue un monólogo de Irene Pelayo, que a sus 43 años y 59 días reventó el récord de longevidad de Teresa Recio como la mujer de mayor edad en vencer un Campeonato de España en una prueba olímpica. La salmantina lo consiguió en 2005, cuando venció en los 10 000 metros a los 42 años y 10 días. Lo de menos para la plusmarquista española F40 (2:29:16) fue el crono (2:34:02, el más lento de los seis maratones que ha completado hasta la fecha), lo de más, el tercer título nacional que pone a su nombre tras el de media en 2017 y el de carreras de montaña en 2016. Sus parciales: 18:13 en el km 5 (a 3:38), 36:18 en el 10 (a 3:37), 54:40 en el 15 (a 3:38), 1:16:47 en la media (a 3:38), 1:30:55 en el 25 (a 3:38), 1:49:14 en el 30 (a 3:38), 2:08:00 en el 35 (a 3:38) y 2:25:52 en el 40 (a 3:38). Una auténtica metrónomo. Corrió sin oposición femenina, escolatada por hombres (entre los que destacaba el internacional Nacho Cáceres), sabiendo que sólo el infortunio en forma de lesión podía arruinar su queadada con la gloria. "Para la edad que tengo… ¡Me parece increíble lo que estoy consiguiendo", comentaba feliz justo antes de hollar un podio en el que la escoltaron Sonia Labrado (debutó con 2:50:09) y Laura Navarro García (3:07:06). En lo que respecta a la general del MANN-FILTER Maratón de Zaragoza CaixaBank, la segunda en cruzar la meta fue Irene Lorenzo Picón (2:46:30, logrando el título de campeona de España militar).
En la carrera de 10 km, que partió 20 minutos después de los 42,195 km, se impusieron -ambos con récords de la prueba- Carlos Mayo (29:35) e Iraia Mendia (34:03). Completaron el cajón Pablo Salaverría (30:39), Cristina Espejo (35:15), Ricard Pastó (31:01) e Isabel Linares (35:33). 1143 atletas fueron finishers del maratón y 3647 obtuvieron tal mérito en el 10K.