Remedando a Íker Jiménez podríamos decir aquello de ‘el insólito caso de Jesús España, el mediofondista largo que ganó la mayoría absoluta de sus 10 participaciones en la Copa de Europa de selecciones y jamás bajó de la segunda posición. Repasamos a continuación su excelsa contribución a #EspañaAtletismo en los primeros lustros de este siglo.
La inspiración de Roberto Parra
A sus 44 juveniles años, el bueno no, el excelente de Jesús recuerda la génesis de su pasión por esta competición. “Cuando empecé a destacar comencé a plantearme que algún día sería increíble representar a España en una competición tan prestigiosa como ésta, aun sabiendo que era muy difícil porque es a un atleta por equipo y prueba y eso significa que tienes que ser el mejor de tu país”. Quiso el destino que siendo todavía un querubín de 17 años, la otrora denominada Superliga se disputara en Madrid y a la difunta ‘Peineta’ que se fue a presenciar tan magno espectáculo: “Solo tenía dos años más que yo pero Roberto Parra era ya un ídolo para mí, me gustaba mucho su forma de correr, había sido campeón de Europa de 800 m en pista cubierta tres meses antes y le vi ganar su prueba en Madrid, por delante de Giuseppe D’Urso, un italiano de 1:43 que había sido ya subcampeón del mundo”. Esa victoria inoculó definitivamente el veneno en nuestro protagonista, que en 2002 cumplió su sueño al ser seleccionado para alistarse en los 5000 m de la Primera División, con Sevilla como sede.
La arenga de Landa
Ese 2002 marcó un punto de inflexión en su carrera, colgándose en marzo el bronce del 3000 m en el Europeo en Pista Cubierta en Viena. Además, dos semanas antes de su debut pulverizó su registro de 5000 m, dejándolo en 13:22.66, todo una garantía, en la misma pista de La Cartuja. Jesús se vio inmerso en una prueba lentísima con un cansino parcial de 9:30 por el 3000 m, lo que provocó el desasosiego del sempiterno responsable de fondo Luis Miguel Landa: “Es curioso, porque en carrera siempre iba muy concentrado y no solía escuchar nada, pero Landa estaba a pie de pista y al ver que íbamos tan lentos me gritó varias veces, 'hay que tirar, hay que tirar'. Yo le escuchaba perfectamente (risas) y entendía que me dijera eso, quizás no me conocía todavía bien, pero yo confiaba mucho en mi sprint y al final gané con 15:06 después de una última vuelta en 53 segundos”.
Esa victoria contribuyó al triunfo español sobre la Suecia del triplista Christian Olsson y al automático retorno a la Superliga en 2003, aunque su segundo puesto en Florencia, de nuevo en 5000 m tras el francés Ismail Sghyr y por delante del alemán Dieter Baumann, campeón olímpico en Barcelona 92, no fue suficiente para evitar el único descenso que sufrió en sus carnes.
Victoria reivindicativa ante Farah
Quiso el destino que dos años después, en 2005, la ciudad del arte transalpina volviese a albergar la Superliga, disputando en esa ocasión los 3000 m, doblegando sin remisión a un emergente, 22 años, Mo Farah. “Fue también una prueba lenta, recuerdo que le gané bien (8:16.48 a 8:17.28) con un cambio fuerte a falta de 150 m, pero él no era la estrella del fondo en la que luego se convirtió”, reflexiona cabalmente el orgullo de Valdemoro, para añadir: “Recuerdo que Landa me dijo antes de la salida ‘si ganas, aseguramos la permanencia’. Cuando entré en meta abrí los brazos, en un gesto de rabia, mirando quizá un poco desafiante a la zona de prensa porque después de la primera jornada criticaron a la selección por nuestra actuación y finalmente, gracias a una buena segunda jornada, incluido mi 3000 m, logramos el objetivo de la permanencia. Recuerdo que el presidente Odriozola me felicitó, pero me dijo muy educadamente que no le había gustado ese gesto y aunque no falté a nadie, creo que tenía razón”.
El chapuzón de Fermín Cacho
En 2007 firmó un nuevo triunfo en los 5000 m disputados en Vaasa (Finlandia), coadyuvando al último ascenso del combinado nacional, aunque no todo el mundo conocerá la historia completa. “Había hecho 7:43 en 3000 m en mayo, pero 15 días antes de Vaasa corrí un 5000 m en 13:42 y no me encontré nada bien, por lo tuve serias dudas de acudir y fue Landa el que me convenció para ir diciéndome que lo iba a hacer bien allí. Luego supe que había pasado una mononucleosis que me había mermado en ese 5000 m en Villeneuve. En esa época elegíamos entre nosotros al mejor atleta del equipo y fue Antonio Reina, que ganó el 800 y formó parte del relevo 4x400, que también ganó”. Quizás no todos los integrantes de la expedición guarden tan buen recuerdo de esa edición como el ‘quillo’ de Osuna: “Al terminar la competición Sergio Gallardo y Arturo Casado dijeron que había que tirar a la ría al jefe de la expedición, que era nada menos que Fermín Cacho. Por si se quería escapar estaban por allí Manolo Martínez y Mario Pestano para disuadirle (risas), así que no se libró del chapuzón”.
Milagro físico en Annecy
La edición de 2008, que tuvo como escenario a la gala Annecy, resultó ser la que más quebraderos de cabeza le dio a Jesús. He aquí los detalles: “Era el año olímpico de Pekín, estaba cargando mucho entrenamiento y acudí con un pinzamiento en el ciático. Tenía cierto margen porque corría el 3000 m el domingo, pero no podía esprintar bien, no podía alargar la zancada, así que decidí por una vez tirar a falta de tres vueltas para intentar no llegar al sprint, pero me aguantó el británico Andy Baddeley, que venía de ganar la ‘Dream Mile’ de Oslo con 3:49, y pude ser segundo detrás de él (8:01.28 a 8:01.62) gracias al gran trabajo en esos días de los fisios Ángel Basas (que en paz descanse) y Alejandro Galán.
Con el advenimiento de un nuevo formato en 2009, que incluía la clasificación conjunta de hombres y mujeres, España se asentó definitivamente en la máxima categoría, que se extendió a 12 países. Henchido de moral tras su mejor inicio de temporada de siempre, 13:10.73 apenas once días antes en Huelva, amarró en Leiria (Portugal) una nueva victoria en el 3000 m marcando 8:01.73 y batiendo entre otros al italiano Daniele Meucci, que se proclamaría campeón de Europa de maratón en 2014.
Portada de Atletismo Español
2010 fue un exitoso año para Jesús, colgándose la plata en el Europeo de Barcelona solo detrás del mejor Farah. Como de costumbre, acudió fiel a su cita, que ese año tuvo a la noruega Bergen por sede. Volvió a disputar los 3000 m y certificó otros ‘maximum points’ para #EspañaAtletismo en 8:19.39, con un frenético postrero 800 m en 1:53: “Ese año los comentaristas de TVE fueron Esteban Gómez y Luismi Martín Berlanas y recuerdo a Luismi comentar que la mía había sido la única victoria de España ese fin de semana. Además, unos días después salió el número de julio de ‘Atletismo Español’ y aparecía yo en la portada, algo que me hizo muchísima ilusión porque era una revista que seguía desde hacía muchos años y me encantaba”.
La habitación de los 24 puntos.
Ya en 2011 la Copa de Europa recaló en el emblemático Estadio Olímpico de Estocolmo, donde nuestros mediofondistas volvieron a brillar con luz propia, además de protagonizar una anécdota desternillante que relata Jesús: “Yo corría el 5000 m y compartía habitación con Higuero, que iba a hacer el 3000 m. Al llegar al hotel nos dimos cuenta de que había cortinas opacas, pero quedaban separadas de la pared y, para evitar que entrase luz por la noche y poder descansar bien, le pedimos a los fisios esparadrapo y estuvimos un buen rato pegando las cortinas a la pared, lo que nos hizo llegar a tarde a la reunión técnica que se hace siempre en la víspera. Recuerdo que José Luis de Carlos nos regañó por llegar tarde y para suavizar la situación le dijo Higuero: “Tranquilo De Carlos, que en esta habitación hay 24 puntos”. El sagaz lector ya habrá advertido que el ganador de cada disciplina atesoraba 12 puntos y ese fue el botín que ambos cosecharon, en el caso de nuestro protagonista doblegando en 13:39.25 a esa leyenda ucraniana del campo a través continental llamada Sergey Lebid.
Show must go on
Por primera vez desde su estreno hispalense en 2002, Jesús se ausentó de dos ediciones consecutivas, 2012 y 2013, peaje derivado de su operación en ambos tendones de Aquiles, pero los más grandes siempre regresan y a base de sacrificio, perseverancia y orgullo se ganó la plaza para Braunschweig 2014 cuando ya frisaba los 36 años: “Me hacía mucha ilusión volver a la Copa de Europa, pero me acuerdo de que estaba muy nervioso. Yo hice mi cambio habitual y a la salida de la recta adelanté a mi rival más fuerte, que era el alemán Arne Gabius, un buen corredor de 13:12, pero en los últimos 40 m me bloqueé y me volvió a pasar, ganándome por once centésimas (13:55.89 a 13:56.00). Al terminar me comentó que le había hecho mucha ilusión poder ganar a un atleta de mi trayectoria, lo valoró mucho. En esa carrera ya noté que no tenía la chispa que había tenido siempre, algo lógico por otra parte”.
Cuando parecía que el telón ya se había corrido definitivamente, Jesús debió echar cuentas y apercibirse de que había vestido orgullosamente la casaca de la roja en nueve ediciones de la Copa de Europa por lo que se atrevió con un bis en el subsiguiente 2015 en Cheboksary, eso sí, sin bajar de nuevo de la segunda posición solo superado en un 5000 m táctico por el francés Morhad Amdouni, que tres años se coronaría campeón de Europa de 10.000 m.
“La Copa de Europa era una de mis pruebas favoritas”
Jesús rememora con anhelo cuán bien encajaba la Copa de Europa en la planificación de sus temporadas. “A principios de junio me gustaba hacer un 5000 m fuerte para hacer la mínima del gran campeonato de ese verano y además eso me daba acceso casi siempre a la Copa de Europa, cuya fecha, alrededor del 20 de junio, me venía fenomenal. Además, solían ser carreras de campeonato, tácticas, y me desenvolvía muy bien en ellas. Siempre fue una de mis pruebas favoritas y además tenía la ventaja de que en mi época había 3000 y 5000 m, con lo que tenía dos opciones de ser seleccionado. Más allá de la propia competición, era una ocasión casi única en el año de compartir un fin de semana muy intenso con los compañeros de selección, algo que es más complicado en los grandes campeonatos porque cada uno compite un día diferente y tienes que estar concentrado en tu prueba. En cambio, en la Copa de Europa, el día que no competías estabas en la grada animando a tus compañeros. Recuerdo que Manolo Martínez o Mario Pestano se sorprendían cuando les hacía comentarios sobre las últimas competiciones que habían hecho sus rivales, me gustaba seguir todas las disciplinas”.
Sus excelentes estadísticas
En total, Jesús compitió 10 veces en la Copa de Europa, con seis triunfos y cuatro segundos puestos, alternando el 5000 m, donde compitió seis veces, con el 3000 m, en los que se alistó en cuatro ocasiones. En la distancia superior fue tres veces primero y tres veces segundo, mientras en el 3000 m triunfó en tres ocasiones y solo en una terminó segundo, acumulando nada menos que 96 puntos para #EspañaAtletismo: “Sinceramente, no tenía preferencias entre una prueba y otra, pero el 5000 m solía ser el sábado y el 3000 m siempre era más decisivo porque era la última prueba individual, y después ya solo restaba el relevo 4x400. Quizás me estoy haciendo mayor (risas), pero no me gustó que quitasen el 3000 m ni la sustitución de los 4x400 m por el relevo mixto”.
En todo caso, augura un fin de semana halagüeño para España en Silesia: “Veo al equipo asentado entre los mejores de Europa, compitiendo sin ningún tipo de complejos y optando a un puñado de victorias individuales con Katir, Ben o Peleteiro, por nombrar algunos”. Con el espíritu, coraje y determinación que durante tantos años demostró Jesús, no es una quimera superar el quinto puesto logrado en 2017 en 2021.
HISTORIAL DEPORTIVO de JESÚS ESPAÑA