Continuamos con un nuevo capítulo de este Road to Canfranc-Pirineos, y en el último capítulo, el dedicado a las primeras medallas de la historia de #EspañaAtletismo en esta especialidad, llegamos cronológicamente hasta 2015 y la primera participación de nuestros hombres y mujeres en un Mundial de Trail Running (distancia ultra entonces), en el que Maite Maiora (bronce) y Luis Alberto Hernando (plata) subieron al podio individual.
Decíamos, en la parte final del artículo, que se iniciaba en aquella cita de Annecy 2015 la “era Luis Alberto Hernando” porque este burgalés del año 77, tras aquella plata encadenó tres oros individuales consecutivos y convirtió a España, gracias también al buen hacer de sus compañeros y compañeras, en una potencia mundial, como hasta entonces no se había visto.
“Empecé a hacer atletismo en Burgos, como un chaval más al que le gustaba correr, cuanto más largo mejor. Hacía cross y pista, llegué a hacer hasta 5.000 metros y así estuve hasta que ingresé en la academia de la Guardia Civil, donde correr pasó a un segundo plano. Mis clubes de chaval fueron el Lima Bursa y el Capiscol”. Luis Alberto estuvo primeramente destinado en la zona de Valencia, pero después pasó a formar parte del GREIM (Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña) con lo que convirtió el esquí en su herramienta principal de trabajo y pasó a ser su deporte principal, hasta el punto de pasar a formar parte del equipo de la Guardia Civil y no mucho tiempo después estar a nivel de selección española.
Olímpico en Biatlón, en Turín 2006
“Entré en el equipo de esquí de fondo de la Guardia Civil y me adapté bien, aunque no había esquiado prácticamente nunca. Y tuve la suerte de poderme dedicar a entrenar durante esos años en mi trabajo. Me había trasladado de Burgos a Jaca y la progresión fue rápida y me adapté bien. Acumulaba muchas horas de entrenamiento y a nivel técnico, aunque tenía mis limitaciones, fui mejorando con el paso del tiempo. En cuatro años fui cumpliendo requisitos de forma muy rápida, y pasé de entrar en el equipo nacional, ir compitiendo en Copa de Europa, luego Copa del Mundo y se alinearon los astros porque fui cumpliendo requisito por año y así me clasifiqué para los Juegos Olímpicos en Biatlón, tuve mucha suerte la verdad, porque aparte de que fue un mérito de todo el equipo, no tuve ninguna lesión ni contratiempo en los días clave para ir ganando esos puntos para los Juegos”.
Tras esa experiencia de Turín 2006, Luis Alberto pasó al equipo de esquí de fondo y allí progresó adecuadamente, podemos decir, pero tras tres años, le resultó complicado compaginarlo con el trabajo y se quedó en el camino de lo que habrían sido sus segundos JJ.OO. y es en ese 2009 cuando empieza a competir en carreras de montaña y trail running. “Hacíamos entrenamientos de carrera a pie, porque mezclábamos mucho correr andar durante tiradas largas. Donde vivía había mucha tradición y muchas carreras importantes y por eso me fui enganchando poco a poco. Aquellos inicios fueron buenos, porque me adapté muy bien y en ese 2009 ya fui segundo en la Copa de España tras Kilian Jornet y empecé a competir en carreras internacionales”.
Luis se adaptó muy bien a todo tipo de distancias, su bagaje de sus años mozos en el atletismo estaba ahí, pero nos cuenta que no tenía nada que ver, a efectos laborales, las facilidades para entrenar cuando se dedicaba al esquí, que cuando pasó a las carreras a pie. “Para este deporte no había las mismas ayudas y tenía que hacer mi jornada laboral normal como todo el mundo, la Guardia Civil no tiene un equipo de trail running como sí ocurre con esquí de fondo o esquí de montaña”.
Y llegó la llamada de la RFEA, en aquel 2015 con el Mundial de Annecy: “Yo estaba contento porque tenía claro que la llegada de la Federación Española de Atletismo en el trail running iba a poner en valor todo lo que hacíamos, le iba a dar más seriedad a lo que hacíamos. Aquel Mundial no lo preparé de forma específica, la verdad. Corríamos muchas carreras entonces, competía en el circuito de la ISF, iba a otras carreras fuera de ese circuito que me gustaban, como Transvulcania y alguna más, intentábamos estar en todas las que se podía. Recuerdo mucho que de aquel Mundial nos llamó la atención la cantidad de normas que había que tener en cuenta, estaba todo como muy reglado y era la primera vez que competíamos algo así. Los rivales realmente eran los mismos que los de otros campeonatos anteriores que había disputado, pero digamos que todo era muy serio, mucho más oficial y con ese reglamento nuevo que tenías que aprenderte y tener cuidado para cumplirlo. Acabé segundo sí, pero estaba probablemente en mi mejor momento, y no acabe contento, en aquella época el objetivo era ganar todas las carreras a las que iba”.
En los Juegos Olímpicos de Turín en 2006 compitiendo en biatlón (Foto extraída del libro Luis Alberto Hernando. Soy Trailrunner, @2018 Desnivel.
Primer oro Mundial de Trail Running
Un año más tarde en Genes (Portugal) y sobre una distancia similar al año anterior, de 85 km, Luis Alberto subió un puesto en el podio y se alzó con su primer título de campeón del Mundo. “Tampoco lo preparé súper específico, pero sí que lo cogí más motivado que el año anterior, porque sabía que los rivales iban a ser muy serios, que iba a tener mucha repercusión y que la organización iba a ser seria, como habíamos visto el año anterior”. Aquel primer oro de Luis Alberto estuvo además acompañado con la plata por equipos masculino, la plata individual de Azara García de los Salmones y el bronce del equipo femenino.
Tocaba un año más tarde, en Italia, defender por primera vez en título mundial y hay que preguntarle a nuestro protagonista por la presión del deportista ante tal empresa: “La verdad es que a mí competir con presión me va bien, me ha ayudado a concentrarme, a motivarme, e incluso muchas veces la he transformado en obligación y me ha ido bien. Es cierto que no era mi distancia porque ese Mundial era sobre 50 km, al final era una carrera casi de la mitad de tiempo que los dos años anteriores. Elegí para hacer antes de esa carrera la Zegama Aizkorri, que es una carrera de menos de cuatro horas, luego fui a Transvulcania que es más larga, el doble podemos decir, y allí tuve una caída en la que pegué un rodillazo con una piedra. Días después estaba dolorido y me vieron que tenía un edema óseo y eso me hizo tener que regular mucho los entrenamientos hasta el Mundial, porque podía correr, pero no mucho tiempo, y aquel factor creo que me vino bien para llegar más rápido a la cita de Italia. Podía meter intensidad, pero no entrenamientos largos y creo que por eso rendí tan bien ante corredores en teoría más rápidos como los americanos, por ejemplo”.
Aquel Mundial era el segundo para Luis Alberto, completado con el doblete del canario Cristofer Clemente y el oro por equipos. Las mujeres fueron medalla de bronce.
El campeonato de Penyagolosa
Un año más tarde, en 2018, llegaba el primer Mundial en España, en concreto en Penyagolosa (Castellón), una competición que fue muy especial para todos los especialistas de nuestro país. “Recuerdo casi hasta las piedras del camino, porque viajé muchas veces a entrenar desde Jaca, para aprender bien el recorrido y adaptarme. En teoría a mí no era un trazado que me viniera bien, porque donde yo entreno tengo mucho desnivel, sí, pero terreno más corrible, más senderos, pistas, y en Penyagolosa es muy variado y con mucha piedra en determinadas zonas. Lo preparé muy bien, porque era en casa y cada vez tenía más importancia y esa vez sí que la preparé como la carrera más importante del año. Fue muy emocionante con tanta gente conocida que fue a vernos, a animar, y recuerdo con mucho agrado celebrarlo luego bien ya que estábamos en casa”. España arrasó aquella cita, de nuevo con doblete de Hernando y Clemente, el oro masculino de también por segunda vez, la plata individual para Laia Cañes y el título para el equipo femenino también, la primera, y hasta la fecha única vez, con el doblete absoluto colectivo.
Aquel tercer título supuso para Luis Alberto un reconocimiento muy especial, y es que fue finalista de la Gala de la RFEA, junto a los mejores atletas de entonces. Era la primera vez que un corredor de trail running obtenía tal reconocimiento, “algo difícil de soñar apenas unos años antes y como dije en su momento, era el reconocimiento pleno a nuestra especialidad, como una más dentro del programa del atletismo”.
El atleta burgalés estuvo también en el Mundial de 2019, de nuevo en Portugal, aunque entonces sólo pudo ser 11º, contribuyendo a la medalla de bronce del equipo. Desde aquel campeonato, no ha vuelto a competir con #EspañaAtletismo.
“He seguido con alegría los dos grandes campeonatos de Montaña y Trail Running que se han disputado en Tailandia y en Innsbruck, con variedad de disciplinas, muchos más corredores y delegaciones compitiendo… Le deseo al trail running que sea una especialidad / deporte sin limitaciones y que los campeonatos del Mundo tengan de todo para que los corredores sea la principal carrera del año. Ojalá que llegara a ser olímpico y me gusta que no quede fuera ningún tipo de corredor según su distancia preferida o especialidad. Está claro que lo de correr 18 carreras al año como hacía yo o el mismo fin de semana hacer una distancia maratón y una subida vertical, pues ha pasado a la historia. Hoy hay mucha especialización por parte de todos los competidores y todo el mundo se regula mucho más lo que compite y elige, que es algo lógico”.
En este sentido tenemos que repreguntar al burgalés si cambiaría algo mirando para atrás, respecto a lo que hacía entrenando, planificación etc. “No lo sé, realmente. Bueno, está claro que haría cambios a mejor, pero creo que mi hermano, Andrés, que ha sido y es mi entrenador, me ha llevado muy bien. Yo no me centré en ninguna carrera en concreto y no quitaba una por coger otra, mi forma me permitía hacer muchas carreras rindiendo en todas porque acumulaba mucho en pretemporada y creo que por eso aguantaba. Es verdad que quizá ahora valoraría haber ido algún año a UTMB, a la que nunca fui porque al ser a final de temporada, en agosto, no me apetecía dejar otras cosas por ir allí bien, aun sabiendo que era una cita muy importante. No la valoraba tanto como luego la he valorado. Creo que la clave para mí ha sido mantener mi pasión por el deporte y entrenar fuerte, pudiendo compaginar con la familia, el trabajo… y creo que eso me hace que con 47 años siga teniendo ganas de competir. Para que me entiendas, nunca me plantee dejar mi trabajo para poder rendir más como deportista. He estado muy a gusto compitiendo, pero sin dedicarme al 100x100”.
En una carrera tan dilatada y brillante hay que preguntarle por aquellas carreras que más le han marcado: “Es difícil, pero te diría que Transvulcania y el campeonato del Mundo de cada año. Mi grupo de entrenamiento creo que ha sido inmejorable para mí, siempre ha sido gente de la zona donde vivo, hemos hecho entrenamientos que no eran una gran carga y por ejemplo desde 2009 a 2019 pude participar en todas las carreras que nos habíamos marcado como importantes y sólo he faltado a alguna por algo traumático como un esguince, golpe… nunca por lesiones musculares, tendinitis, etc. Luego mi grupo con Sergio Gimeno en su momento y ahora con Toño Algueta, somos un grupo de amigos de Jaca que nos juntábamos a las ocho de la noche para entrenar, que es cuando habíamos acabado de trabajar. Tirábamos de frontal y sin prisa para acabar, porque luego, lo que tocaba era descansar”.
“Me gustaría pelear por estar con la selección en Canfranc”
Con el Mundial de Montaña y Trail Running de Canfranc-Pirineos en el horizonte y teniendo en cuenta que Hernando sigue siendo atleta en activo a todos los efectos hay que preguntarle sobre la posibilidad de verle de nuevo compitiendo en un Mundial. “Inicié la temporada con mucha ilusión y aunque sé que ya no soy el mismo de hace seis o siete años. Mis objetivos son otros pero sí que tengo ganas de pelear la clasificación con la selección española. Al residir en Jaca conozco perfectamente la zona de Canfranc, porque ha hecho muchos entrenamientos por todo su entorno, y del propio circuito del campeonato creo que he corrido por su mayor parte. Es un circuito muy exigente a tener muchos kilómetros por encima de los 2.000 metros de desnivel, no es un circuito forzado porque es muy evidente y simple, vuelta perimetral a Canfranc, toca todos los terrenos prácticamente, pedrera, sendero, pista… será una carrera exigente está claro. Sobre cuál sería mi objetivo para competir allí, está claro que la distancia ultra, pero el tema se está complicando porque se está alargando una lesión. Son tres meses ya con un tema tipo ciática, pero tras superarlo ahora ando con dolor en una rodilla y aparte estoy con bastante lío en el trabajo con temas de formación lo que dificulta la recuperación. Aún así, sigo teniendo ganas de pelear por la clasificación”.