Laura García-Caro es una de nuestras mejores marchadoras de los últimos años, y eso en un país como el nuestro, es decir mucho. Nacida en Lepe hace 29 años ha alcanzado este 2024 su mejor momento deportivo, tras un año 2023 para olvidar, lastrada por un COVID persistente surgido en el verano de 2022, tras su sexto puesto en los 35 km del Mundial de Oregón.
Su diploma olímpico (7ª) el pasado agosto en París bien merece este espacio en nuestra web, máxime cuando la discípula de José Antonio Quintana vivió el sabor amargo del cuarto puesto en el Europeo de Roma, en una imagen que quedará para la historia del atletismo español, ya que la andaluza levantó los brazos de alegría unos metros antes de meta al ir tercera, y acabó perdiendo la medalla al ser rebasada por una rival.
¿Ha sido este el mejor año, deportivamente hablando, de tu vida?
Sí, estoy muy satisfecha con los resultados. Tuve la sensación agridulce tras Roma, evidentemente, pero pude entrenar bien nada más volver de allí, acumular mi trabajo sin problemas y el propio entrenamiento era una terapia para olvidar lo ocurrido. Estuve enfocada en tratar de resarcirme y hacer unos buenos Juegos. Para mí París era el principal momento de la temporada, pese a lo ocurrido en el Europeo y creo que lo pude demostrar, porque además yo venía de un momento muy duro todo el año anterior. Es muy importante en estas situaciones ver la importancia que le demos a las cosas, y yo me focalicé en el objetivo que se venía delante y no en lo que había sucedido. Además, quiero recalcar que mi entrenador me dio un poco de calma en las cargas tras el Europeo y eso me llevó a alcanzar un punto de mejor forma en los Juegos Olímpicos. Hubo otra cosa importante que era la motivación de que al ser cerca de casa iban a ir a vernos allí muchos familiares y amigos.
¿Cómo viviste aquella prueba de París?
Para mí fue durísima porque se salió muy rápido, para que la gente se haga una idea el ritmo de inicio era el que me habría correspondido en la parte final, cuando ya arriesgas más y aprietas… pero bueno, yo soy dura, lo peleé y pude darlo todo. Hubo un momento que ya no podía llegar más adelante pero sí me pude asegurar bien el séptimo puesto. Fue una prueba a fuego desde el primer momento y valoro mucho mi diploma porque hace un año yo no sabía si iba a ser olímpica. Es cierto que hasta que no ha pasado un tiempo no lo he podido saborear bien. La animación y el ambiente fue espectacular y el entorno súper bonito, aunque al estar metidos en competición no te das cuenta de muchas cosas del entorno.
Vámonos al año 2022. Eres sexta en tu estreno internacional en los 35 km, tu mejor resultado en un Mundial y justo después enfermas de COVID y no puedes ir al Europeo posterior, y lo peor de todo es que aquello se prolonga en el tiempo hasta más de un año después
Los síntomas iniciales me hicieron ver que tenía que renunciar al Europeo, que era tres semanas después, porque tenía mucho malestar y fatiga. Luego pude volver a entrenar, pero en cuanto acumulaba algo serio me encontraba fatal, sobre todo tardaba mucho en recuperar el pulso, y estaba muy fatigada. El tema se alargaba y lo peor es que, aunque casi no hubiera entrenado, descansaba muy mal y ya me encontraba cansada en tareas cotidianas. Me detectaron COVID recurrente y el problema es que los médicos no encontraban una solución. Fue muy frustrante porque toqué muchos profesionales… y al final con un médico de Londres encontré la solución. Tenía una disautonomía, que es desregulación del sistema nervioso autónomo, una falta de equilibrio entre el sistema nervioso simpático y parasimpático, me afectaba a la circulación y ello derivaba en muchos dolores de cabeza… Para el doctor era una secuela del COVID claramente y la frecuencia cardíaca estaba igualmente muy disparada. Al final mediante alimentación, mucha agua y mucha sal en las comidas pude empezar en octubre a entrenar sistemáticamente un día sí uno no, luego en noviembre dos sí uno no y poco a poco pude volver a entrenar a diario, aunque, al estar tanto tiempo parada y con problemas, me costó esos dos o tres primeros meses. Me veía muy lejos de mi estado pasado, pero por suerte tenemos memoria y al llevar tantos años haciendo deporte de alto nivel, el cuerpo vuelve a ponerse en forma.
¿Y cuándo te diste cuenta que los Juegos sí podían volver a ser un objetivo?
Yo lo veía muy lejos, pero mi entrenador Quintana y Josep Marín, que nos ayuda con la técnica, me hicieron ver que, tras sumar poco a poco, volvería a mi estado anterior, del 2022. Y así fue a partir de enero de este 2024, cuando empecé a verme bien y acumulando sin pasos atrás. En Zaragoza, el 25 de febrero, al quedar segunda y hacer 1h29 sí que vi que los Juegos volvían a estar al alcance. También en Paris iba a haber el novedoso relevo, y era otra opción para ser olímpica. Creo que después de lo que venía, llegué a ponerme en forma en el momento justo para ir haciendo méritos para volver a ser olímpica.
¿Qué te ha parecido el estreno del relevo mixto esta temporada?
Me ha gustado, era una gran incertidumbre para todos y me ha gustado hacer equipo, depender de tu compañero y la verdad es que mi experiencia en el debut en Valencia y luego en el Campeonato del Mundo por equipos, junto con Álvaro, lo hicimos muy bien.
¿Cómo empezó en la marcha una niña de Lepe?
Yo desde pequeña había hecho atletismo, desde los ocho años, iba al club con mi hermano Vicente, que es fondista. Se nos daban bien las distancias largas y veíamos la marcha en la tele y yo creía que podía adaptarme a ella. Probé con 12 años, se me daba bien y rápido llegaron los primeros campeonatos de España y las primeras medallas. En 2012 fui a mi primera Copa del Mundo y conocí a mi futuro entrenador, José Antonio Quintana. En septiembre de 2012 me vine a Madrid a entrenar con él y su grupo en la Residencia Blume. Y aquí me he quedado hasta hoy progresando, estudiando y haciendo mi vida fuera del atletismo.
En 2015 vives tu primera gran eclosión, al ser bronce en el Campeonato de Europa sub23 y tener la primera internacionalidad absoluta en la Copa de Europa y luego ese remate con tu primer Mundial de 20 km en Beijing
Sí fue el año de mi despegue como absoluta, aun siendo sub23 y la verdad es que no esperábamos estar tan arriba. Nuestra progresión estaba siendo buena pero el 1h29:34 de la Copa de Europa en Murcia sí fue algo inesperado y superamos nuestras expectativas. Al ser mi primera internacionalidad absoluta y correr sin presión, sin tener nada que perder, creo que me llevó a ese resultado. Luego el Mundial de Beijing ya fue otra cosa porque ahí me parecía todo muy grande y me hizo ser consciente de lo que era el deporte de alto nivel.
Te tengo que preguntar por lo que viviste en Roma, en el Europeo, cuando saboreabas aquella medalla de bronce y en los cuadros la perdiste al verte sorprendida por una rival a la que aventajabas en bastantes metros en la recta de llegada.
Lo primero que tengo que decir es que ya había estado cerca de las medallas en pasadas ediciones, como en el Europeo de 2018 cuando fui sexta, el que ganó María, o el sexto puesto también en el Mundial de 2022, y sí he pensado en más de un evento y tras darlo todo y estar ahí, que alguna vez puede caer una medalla para mí. Respecto a Roma, me he protegido mucho de redes sociales y noticias posteriores. Ya me he atormentado mucho por lo sucedido, me supo muy mal por mí y por mi entorno más cercano, entrenador, familia… Evidentemente me dolió muchísimo pero el deporte me ha sonreído en muchos momentos y prefiero quedarme con todos esos momentos antes que con uno tan agridulce. Es posible que ese error que cometí en unas décimas de segundo, de no darme cuenta que venía mi rival, pudiera venir provocado por la euforia de verme ahí, tan arriba, después de haberlo pasado tan mal el año anterior, pero también era un momento de mucha fatiga… Tengo claro que eso que me tocó vivir me ha dado muchas herramientas que me van a servir para lo que venga el futuro. No quiero decir que esto haya pasado por algo… pero es cierto que las cosas que suceden tienen la importancia que le queramos dar.
Nos hace esta reflexión profunda una mujer que es diplomada en enfermería que está ultimando sus estudios de psicología, por tanto, su segunda titulación universitaria, de la que estamos seguros que habrá puesto muchas de las herramientas aprendidas en el aula, para superar aquellos momentos duros en la vida de una deportista.
¿Qué planteamiento haces para el futuro a medio plazo?
Me gustaría seguir en los 20 km, aunque lo hice bien en mi debut de los 35 km en el Mundial del 2022. Vivo un buen momento de lesiones, me encuentro en mi mejor forma de siempre y por el diploma olímpico tengo mi plaza, si no pasa nada, para el Mundial del año que viene. Doblar prueba 20-35 en un futuro próximo, será una opción, pero ahora mismo no está en mis planes. Lo más importante es disfrutar el momento presente y eso lo estoy haciendo.
