Tras su reciente retirada de nuestro deporte, Solange Andreia Pereira hace balance de sus muchos años de trayectoria internacional con #EspañaAtletismo y de los aprendizajes que sacó de ella, con especial atención a los que considera sus cinco mejores momentos, y sin olvidar otras experiencias más duras o amargas (pero siempre aleccionadoras):
1) EUROPEO DE CROSS TILBURG 2018: Protagonista de un triunfo colectivo
Soli lo tiene claro: aquel triunfo que amarró #EspañaAtletismo en tierras neerlandesas en el incipiente relevo mixto, con dos segundos de ventaja sobre Francia y con un equipo conformado por Saúl Ordóñez, Esther Guerrero, Víctor Ruiz y ella misma, es el momento que figura con letras de oro en la cima de su currículo atlético: “Tilburg era mi segunda participación dentro del relevo”, recuerda, “y además repetía con otros dos integrantes, Esther y Víctor. La intención de nuestro equipo era situarnos siempre en puestos delanteros para asegurarnos una medalla. A priori, tanto Francia como Gran Bretaña presentaban equipos muy potentes y sabíamos que teníamos que ser muy inteligentes, gestionar esfuerzos e intentar seguirles el ritmo. Bordamos nuestra participación: todos los componentes hicimos postas excepcionales. Yo no hubiera podido luchar por el oro sin el trabajo de mis compañeros. Nunca voy a olvidar esa última recta con mis compañeros, tanto de relevo como del resto de la selección, empujando”.
No en vano, fue la millera nacida a orillas del Miño la que selló la victoria corriendo la última posta (a diferencia de sus demás medallas logradas en esa prueba). Y, según cuenta, es algo que valora tanto como la reciente introducción de esa prueba en las grandes citas de campo a través: “El relevo mixto nos ha abierto a los ‘más mediofondistas' la posibilidad de disputar un Campeonato de Europa de Cross, y creo que ha sido un acierto esta nueva modalidad. No solo porque nos beneficie a los atletas… Es que, además, es una carrera muy entretenida y que emociona al espectador; crea afición. Para mí supuso una gran responsabilidad ser la última relevista, pero la confianza depositada en mí fue el motor de mi motivación. El atletismo es muy individual, pero este tipo de competiciones pone mucho en valor el compromiso y el trabajo en equipo”.
2) MUNDIAL LONDRES 2017: Dando la talla en una emotiva gran cita global
En el segundo escalón de su podio particular, Solange Pereira tiene especialmente grabada la que fue su única participación en un gran campeonato global en pista. Por un lado, por su buena actuación, ya que, pese a no poder superar la primera ronda, firmó su segunda mejor marca de siempre en 1500 m (4:06.63, a solo 24 centésimas de su tope logrado semanas antes en Rabat). Pero también por otro motivo no menos emocionante, según revela: “Londres para mí ha sido probablemente el campeonato más bonito en el que he estado. El ambiente que había en el estadio no lo he vuelto a vivir nunca… Era ensordecedor y, para mí, diría que fue muy anestésico, porque la carrera se me pasó volando. Cuando llegué a meta sentía que me sabía a poco; quería repetir. Ese Campeonato del Mundo fue muy exigente en eliminatorias. Tanto Marta [Pérez] como yo habríamos pasado de ronda en otro Mundial con nuestras marcas, pero fuimos las primeras en quedarnos fuera. Aun así, me volví muy satisfecha con mi participación”.
3) EUROPEO ÁMSTERDAM 2016: Una plaza de finalista inolvidable en su estreno
El tercero en discordia también resulta evidente en sus preferencias. Porque Soli lograría luego disputar otro Europeo al aire libre (Berlín 2018) y dos Europeos en Pista Cubierta (Belgrado 2017 y Glasgow 2019), pero la única cita continental donde consiguió superar la primera criba fue la de la capital holandesa. Y no solo eso, sino que, en una final muy táctica (de las que a ella le gustaban, y donde no hubo más españolas), remató su actuación con una plaza oficial de finalista (octava con 4:34.88; a 1.10 del podio). Para colmo, se trataba de su primer gran campeonato absoluto, que se hizo de rogar hasta que tenía 26 años largos. Pero dicen que lo bueno se hace esperar… “Después de muchos intentos por ser internacional en un Campeonato de Europa absoluto, lo conseguí en Ámsterdam. Por eso creo que llegué a la competición sin ninguna presión, porque lo que realmente me costó fue poder estar allí. Las semifinales las viví como una final, y pude colarme por tiempos en la final. Lo disfruté muchísimo y salió un gran resultado. A veces nos presionamos tanto que nos cuesta disfrutar del premio”, reflexiona nuestra protagonista.
4) EUROPEO DE SELECCIONES BYDGOSZCZ 2019: Un regalo doblemente sorprendente
Si en Ámsterdam se apuntó el único puesto de finalista en una gran cita de su carrera, en este Campeonato de Europa por Equipos pudo darse el gustazo de contribuir a la sexta posición final de #EspañaAtletismo con 10 valiosos puntos, merced a un tercer puesto en los 3000 metros con sabor a podio, que incluyó una marca personal al aire libre de 9:09.76 (aunque bajo techo registró 8:55.95 en 2022, 10ª española de siempre) y que le resultó gratamente sorprendente por partida doble... “El 3000 m de Bydgoszcz fue un regalo. Yo no contaba con formar parte de la selección, pero las bajas de última hora de otras compañeras hicieron que el seleccionador me concediera esta oportunidad. Fue tan de sorpresa que me pilló en plena concentración en altitud, en el C.A.R. de Sierra Nevada. Aun así, no lo dudé. Una internacionalidad es un premio para cualquier atleta, poder representar a tu país es un orgullo… Para mi sorpresa, en carrera me encontré muy bien y fui muy precavida. Sin mostrarme mucho, me metí en medio del pelotón, siempre atenta a cualquier cambio de ritmo. Y así, con paciencia y con muy buena actitud en el tramo final, me vi en la última vuelta yendo con las dos atletas que lideraban la prueba [la sueca Ngarambe y la italiana Zenoni] y marcando distancia con el grupo perseguidor. Nunca hubiera imaginado firmar tan buena actuación… Fue muy gratificante”, resalta Soli.
5) EUROPEO SUB23 KAUNAS 2009: El ansiado y enriquecedor debut con #EspañaAtletismo
No hay quinto malo, y menos si ese momento en tierras lituanas (independientemente del resultado deportivo) constituye un punto de inflexión tan trascendental como el debut con el país que sientes tuyo desde niña, tras haber recibido la nacionalidad española en abril de ese mismo año. “Fue algo muy emocionante. Mi primera internacionalidad la recuerdo con mucho cariño. Fue muy satisfactorio, después de tanta espera, poder representar a tu país. Recuerdo la ilusión con la que recibí todo el material textil de la selección, viajar con mis compañeros y convivir con ellos durante casi una semana... Fue una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel personal como deportivo. Probablemente Kaunas fue el campeonato que me hizo reafirmarme en la posibilidad de poder hacer del atletismo mi vida y dedicarme a él profesionalmente”.
Y es que esos años de espera no resultaron nada sencillos, como Soli hace ver: “Mi etapa en categorías menores fue un poco dura: muchas medallas sin recibir, e incluso alguna internacionalidad perdida. Quiero recalcar que mi cambio de nacionalidad lo hice como una ciudadana más que vino a buscar mejor vida, aunque obviamente el atletismo motivó mucho más a que lo hiciera. En muchas ocasiones, siendo yo una niña, me he sentido señalada de manera despectiva por gente que ni siquiera me conocía personalmente, ni tampoco mi historia. Pero fue una decisión lógica… A pesar de haber nacido en Portugal, realmente me he formado en España y siempre me he sentido española. No reniego de mis raíces, pero mi vida la he desarrollado en España. En Portugal era una extranjera”.
Otras alegrías y sinsabores con #EspañaAtletismo
Aparte de ese repóker de momentos destacados, Solange Pereira también logró con #EspañaAtletismo otras tres medallas con el relevo mixto de cross (bronce en 2017 y 2019 y plata en 2022), así como dos oros en Campeonatos Iberoamericanos (Trujillo 2018 y La Nucía 2022). Y como en toda carrera deportiva, esos momentos felices se alternaron con otros menos halagüeños… “Sinsabores hay muchos. Soy una persona muy exigente, pero realista. Obviamente, el no poder estar en unos Juegos Olímpicos será siempre mi espina clavada, porque considero que sí podría haber estado en esa competición, y en más de una ocasión. Pero no se puede tener todo… Personalmente, guardo en mi memoria todas y cada una de mis participaciones internacionales. Como he dicho antes, han sido mis premios. Unas más dulces, otras más amargas, pero siempre con la satisfacción de dar lo mejor de una misma y de llevarme un gran aprendizaje. Yo soy la persona más crítica con todas mis carreras, aunque a veces no hayan salido como yo hubiera soñado. Me quedo con la experiencia, y con compartirlas con compañeros que ya son amigos. Ahora ya forman parte de mis anécdotas atléticas”, concluye Soli.