Después de 18 años largos y 55 internacionalidades defendiendo a #EspañaAtletismo en categoría absoluta, más otros cuatro años haciéndolo en categorías menores, es perfectamente comprensible que al recientemente retirado Ángel David Rodríguez le cueste condensar toda esa fenomenal trayectoria en cinco competiciones concretas. Por eso, la mayoría de sus 'cinco mejores momentos' como internacional los valora en un sentido más amplio. Pero todos los recuerdos que comparte con nosotros (y que también atañen a sus espinitas clavadas, o a su faceta de capitán veterano) están llenos de anécdotas curiosas y de aprendizajes aleccionadores:
1) JJOO DE PEKÍN 2008: Un sueño con “exceso de ruido”… y con Bolt
'El Pájaro’ tiene claro que el momento más inolvidable de su larga carrera internacional fue ese debut olímpico en la capital china, donde además dobló prueba (superando una ronda tanto en 100 m como en 200 m) y compartió pista con el gran Usain Bolt. Así lo recuerda:
“Yo hice atletismo con el sueño de ser olímpico. Durante muchos años lo vi inalcanzable. Solo a partir de 2005 me di cuenta de que, si me centraba en el atletismo, podría conseguirlo. Durante mi época sub23 no estuve todo lo centrado que se pueda recomendar... Ya en 2006 rondaba marcas mínimas para Juegos Olímpicos [en 100 m llevó su marca personal a 10.24], había encontrado la (muy dura) forma de obtener resultados. Reconozco que esos años entrené hasta de más, pero a los resultados me remito…”.
“En Pekín, un sueño, quizás fui víctima de exceso de ruido (creado por mí). Era muy difícil estar concentrado solo en descansar para la competición, y es algo para lo que no te preparan. De repente te encuentras en un campamento con estrellas del deporte, ocio, competiciones en directo de compañeros… Intenté salirme del ‘ruido’, pero si hoy repitiese, sería mucho más estricto. Ya dentro de la competición, tengo dos anécdotas iguales. En las primeras rondas de 100 y 200 m, con el estadio lleno, estaba solo. Iba a mi carrera, sin importarme el público. Estaba Bolt [en ambos cuartos de final], pero yo corría por mi gente y mi equipo. Fue una gran experiencia”.
2) MUNDIALES DE MOSCÚ 2013 Y DAEGU 2011: Un récord soberbio pero agridulce y unas semis ganadas a pulso
Dentro de los cuatro Mundiales al aire libre que disputó en su carrera, el mostoleño valora especialmente los dos últimos, a los que llegó en un gran momento de forma. “En ambos campeonatos, mi idea era doblar y esas dos temporadas tengo buenos tiempos en 200 m, pero ventosos”, lamenta.
El crono ventoso previo a Daegu era especialmente bueno (20.34 con 2.5 m/s), pero obviamente inválido, por lo que en la cita surcoreana tuvo que volcar todas sus energías (tanto psicológicas como físicas) en el hectómetro. Y lo hizo a conciencia para acabar pisando sus únicas semifinales mundialistas al aire libre tras darlo todo: “Me fui solo a Corea con Diana Martín y Alessandra Aguilar unos días antes para poder estar mejor y evitar la fatiga del jet lag, porque en Osaka 2007 y Pekín 2008 lo había pagado… A Daegu no iba con una gran marca en 100 ese año, pero estaba bien. Mi lista de salida para pasar a semifinales era complicada: [Usain] Bolt, [Dwain] Chambers y tres atletas más que habían hecho ese año 10.0-10.1. Por suerte iba por fuera, alejado de Bolt. Debí de previsualizar la carrera en mi cabeza varios días: salía con o delante de Chambers unos metros, sabiendo que se iba a ir cuando llevásemos unos 30 metros. A Bolt no le veía ni quería verle. Él se encargaría de hundir por su superioridad a mis rivales… y eso fue lo que pasó. Entré tercero [10.37, -0,7] y con pase directo a semis. Es la vez que más me ha agotado físicamente un 100; era mi final. Al día siguiente en la semi saqué lo que pude, pero había quemado todo en la ronda anterior. Aun así, me quedé contento”.
En la cita moscovita, Ángel David pudo combinar los 100 m con el relevo corto. Y el resultado fue espectacular en ambas pruebas, ya que a su mejor marca de 100 en un gran campeonato (10.23, -0,1) le unió un soberbio récord de España aún vigente de 4x100 m junto a Eduard Viles, Sergio Ruiz y Bruno Hortelano (38.46). Pero esas dos grandes actuaciones tuvieron su contrapartida agridulce: “En Moscú salí del 100 bastante decepcionado: fuera de los 24 mejores por dos centésimas y un puesto. A día de hoy, por cosas que hicieron aquellos rivales con su cuerpo, sí sería semifinalista”.
Y en el 4x100 m, fueron cinco las centésimas (y también un puesto) las que separaron de la ansiada final a aquel cualificado cuarteto, donde nuestro protagonista corrió la última posta e hizo valer su experiencia y veteranía en las fechas previas: “Para el relevo, entrené con mis compañeros, más mi entrenamiento individual. Intenté motivar a todos, sobre todo a Edu. Llevaba muchos días solo para el relevo y estaba algo estresado… Con Sergio era fácil: compartía habitación con Eusebio [Cáceres], que era nuestro reserva y estaba en una forma espectacular. Sergio y Eusebio estaban todo el día en la habitación descansando y jugando al LoL [League of Legends]. Se cuidaban solos… Y luego, Bruno empezando a asustarnos con su forma: hizo récord de España de 200 [20.47] allí, quitándoselo a Sergio. Tenía que salir el récord de España de 4x100… Salió, y casi nos da el pase a la final. Fue duro no entrar en la final, pero la realidad es que esa fue la única carrera que corrimos los cuatro juntos. No se puede pedirnos más”.
3) MUNDIAL SUB20 DE 1998 Y EUROPEO SUB20 DE 1999: Primeras citas internacionales aderezadas con grandes resultados
Para el entonces discípulo de Dunia Martín, la primera gran experiencia con la camiseta de #EspañaAtletismo en el Mundial Sub20 de Annecy 1998 lo tuvo casi todo: una ciudad preciosa, anécdotas inolvidables, un resultado histórico con el 4x100 (con un cuarteto compuesto en ambas rondas por Alejandro Ferrer, Alejandro Oliván, Pablo David Rodríguez y nuestro Ángel David)… ¡Y para entonces ya estaba por allí un tal José Luis Calvo como gran artífice! Así lo recuerda ‘El Pájaro’:
“Para mí, que en categoría cadete [sub16] no conseguía las mínimas para un Campeonato de España, estar dos años más tarde en un Mundial Junior me parecía ciencia ficción. Sin un buen resultado en la prueba individual de tres de los componentes de aquel relevo, tuvimos un día mágico. Entrar en la final era el objetivo, muy difícil tanto para nosotros como para el equipo femenino. En aquel Mundial no paró de llover. José Luis Calvo nos llevaba a entrenar el relevo y a hacer cambios con lluvia; el resto de los equipos nos miraban tipo “están locos”. El día de competición llovió, volaron palos y nos metimos en la final. La final era cuatro horas después, sin tiempo prácticamente para comer; horario europeo, ya sabes. El equipo femenino fue a por algo de comida rápida y, mientras otros equipos calentaban para la final, nosotros estábamos comiendo. Nos miraban con cara de incredulidad… Salimos a calentar relajados, a competir y acabamos cuartos. Una locura… lo celebrábamos más que el tercero o segundo. Para nosotros, sin medalla, eso fue una victoria. Por cierto, seguía lloviendo”.
Al año siguiente, en el Europeo Sub20 de Riga 1999, las tornas cambiaron: donde salieron bien las cosas fue en la prueba individual, con una actuación impecable que incluyó una marca personal tras otra en 100 m y una plaza de finalista (algo que en categoría absoluta, curiosamente, se le resistiría una y otra vez en las grandes citas). “En el Europeo Junior fue diferente, no había tenido tan buen año como el anterior. Confiaba en el entrenamiento y llegué en un gran momento de forma. Entrenábamos el relevo, pero yo tenía en mente la prueba individual. Hice marca personal en eliminatorias [10.52], en semifinales [10.50] y tope ventoso en la final [10.49 con 3.3 m/s]. Acabé sexto y compartí honores con Orkatz [Beitia], que en el Europeo anterior también había sido finalista (séptimo). Por desgracia, en el relevo no nos acompañó la suerte como el año anterior y no llegamos a meta en la final”, rememora.
4) LAS COPAS DE EUROPA: Alicientes deportivos y humanos entre 2002 y 2019
Ya sea con el anterior formato de Copa de Europa de Naciones, o con el actual de Campeonato de Europa por Equipos, el explusmarquista nacional de 60 y 100 metros puede presumir de haber defendido a #EspañaAtletismo en nada menos que 13 ediciones entre 2002 y 2019… ¡y en casi todas ellas doblando o incluso triplicando prueba! A continuación, nos ensalza las bondades de esta competición, y qué ediciones fueron sus preferidas:
“Me encanta la Copa. Debuté en 2002 en Sevilla, y de aquella saqué compañero de habitación para el resto de mi carrera: Javi Bermejo. Mi objetivo era siempre dar al equipo más puntos que mi teórica posición de ranking. Hoy echo de menos las que me perdí por lesión. Podría destacar muchas, pero, por ser de nuevo en Annecy, destaco la de 2008. Cómo sería que ‘Odri’ [José María Odriozola] me envió una carta para darme la enhorabuena. Conseguí mejorar ranking en 100 [cuarto con 10.38], 200 [quinto con 20.74] y el relevo [sexto con 40.17]. En 200 hice mínima olímpica y marca personal. En 100, con mucho viento en contra [-1.8 m/s], vencí a rivales superiores. También me quedo con Málaga 2006, donde todos los velocistas y vallistas estuvimos muy por encima de nuestros rankings; espectaculares Josué [Mena] y Felipe [Vivancos]. Eso en el plano deportivo. En lo humano, destaco los equipos dentro y fuera de la pista. Siempre me han atraído las competiciones de club/selección”.
5) LOS MUNDIALES EN PISTA CUBIERTA: Cuatro ediciones rozando la historia, con un inolvidable Estambul
Los buenos aficionados no podemos olvidar esos cuatro Mundiales bajo techo en los que Ángel David Rodríguez (semifinalista en cuatro de sus cinco participaciones) estuvo a puntito de convertirse en el primer (y único) español en alcanzar una final de 60 metros en la competición. Y especialmente, una edición de Estambul 2012 donde en series se impuso al futuro subcampeón (Nesta Carter) y firmó el mejor tiempo de esa primera ronda (6.64). Por supuesto, él tampoco se ha olvidado, y nos ofrece un jugoso testimonio al respecto:
“Desconozco los motivos, pero siempre he rendido mejor en Mundiales que en Europeos. Esa semifinal de Estambul no la olvidaré, un bíceps se había levantado con ganas de dar guerra. Fue un campeonato extraño por problemas con el audio de la salida, que dejó fuera en eliminatorias a algún crack. En semifinales se repitió, y recuerdo ir en la calle de al lado con un jovencísimo y delgadísimo Su Bingtian, e irnos dando golpes el uno al otro en la mano media carrera [a la postre, ambos se quedaron fuera de la final; ‘El Pájaro’ a cuatro centésimas con 6.71]. Sin más, ‘cosas del directo’. Sí me dio rabia en 2013, cuando mejor estaba, tener un toque en los aductores y no poder salir en el Europeo de Goteborg. Pero aun así, el objetivo eran los Mundiales. En el último de Birmingham 2018 ya tenía 38 añitos, pero el objetivo primero era estar en semis [y lo logró]. Era muy obsesivo con preparar la primera carrera del campeonato, concentrarme, movilizar horas antes de la carrera… para llegar perfecto y conseguir pasar ronda. A la tarde, mismo protocolo, pero ahí ya estaban los buenos con el cuchillo. Estoy contento con todos esos resultados”.
BONUS TRACK: Espinitas y no tan espinitas de un capitán ejemplar
De hecho, cabe destacar que el pupilo de Juan Carlos Álvarez fue semifinalista en 60 m o 100 m en 12 grandes campeonatos absolutos (un Mundial y cuatro Europeos al aire libre; y cuatro Mundiales y tres Europeos en Pista Cubierta). Sin embargo, no pudo acceder a ninguna final, aunque en seis ocasiones se quedó a menos de una décima: a 0.04 en Estambul 2012, Doha 2010 y Birmingham 2007; a 0.07 en Valencia 2008; y a 0.08 en Gotemburgo 2006 y Birmingham 2018. Pese a todo, él asegura que no le resultó especialmente frustrante esa circunstancia: “No me da rabia. Sé que tengo un nivel deportivo y que en un par de ocasiones mi nivel sí pudo estar para llegar a una final. No me he considerado nunca un superdotado para la velocidad, sino que, más bien, esperé mi oportunidad. Cualquier resultado de los que me hablas está mucho más arriba de lo que podía haber imaginado con 20 años. Quizás me faltó aprender ciertas cosas sobre el entrenamiento o la competición que quizás me llegaron tarde”.
En cambio, sí hay una espinita en su carrera internacional que se le ha quedado ahí clavada: “No haber disputado un relevo en unos Juegos Olímpicos. Afortunadamente, aunque yo no esté en el equipo, mis compañeros estoy seguro de que lo lograrán en 2024 o 2028. He entrenado y competido con todos los que ahora tienen que dar la cara. Lo van a conseguir. Hay experiencia, juventud, técnicos, ganas y medios. Además, el equipo femenino y los relevos largos están creando entre todos ambiente de JJOO, de provocar hambre en el resto de equipos. Los relevos necesitan atletas que se signifiquen por el equipo, paciencia y confianza; y creo que ahora mismo lo tienen”.
Ese amor por el colectivo también lo vivió como ilustre veterano, ejerciendo de capitán en numerosas competiciones con #EspañaAtletismo, por lo que era obligado preguntarle por esa faceta. “No ha sido algo difícil o diferente. Simplemente, si hacía falta, ayudaba a los jóvenes con algún aspecto administrativo, o con algún consejo. Con el equipo técnico y médico, principalmente con los fisios... Me preocupaba que mis compañeros respetasen primero a los que todavía no habían competido por encima de sus necesidades personales. Lo importante era ponerse la camiseta, no quién se la había puesto más veces”, sentencia.