Es verdad que en atletismo, como en cualquier otro deporte, todo puede pasar y no debe darse nada por sentado, pero también es cierto que el 4x400 masculino de #EspañaAtletismo despertaba la máxima ilusión de cara al Europeo en Pista Cubierta de Estambul. Una ambición por las cotas más altas que venía respaldada por los resultados: a los recientes éxitos de los ‘Spanish Beatles’ había que sumarles que llegaban a Turquía con la segunda, la sexta y la décima marca del ranking continental en 2023 (Husillos, Cañal y Guijarro), más un Lucas Búa que también asomaba entre los 25 mejores de Europa. Sin embargo, decíamos, en este deporte todo puede pasar y, de la noche a la mañana, #EspañaAtletismo se vio en cuadro a las puertas de la final europea, con la necesidad de echar mano de dos talentazos que, aunque ya brillaban entonces, deslumbrarán mucho más mañana.
Hablamos de Markel Fernández y David García Zurita. El primero venía de correr en 46.87 (al aire libre bajaría de 46 incluso) y el segundo de batir el récord de España sub20 con 46.65, pero ni siquiera habían debutado internacionalmente antes de Estambul. Sin embargo, Toni Puig tuvo que cambiar de planes tras la lesión muscular de Manu Guijarro y la caída de Iñaki Cañal en la prueba individual del mismo Europeo.
La táctica pasó a ser la siguiente: tratar de coger el liderato lo antes posible y estirarlo al máximo, intentando aguantar la cacería que llegaría en la última posta.
Con esa premisa, Óscar Husillos entregó el testigo en primera posición muy destacada tras correr una posta inicial espectacular en menos de 46 segundos. El novato Markel, sin referencias rivales, logró mantener ese puesto de liderazgo y entregarle el testigo a Lucas Búa, aunque la diferencia ya se había reducido. El toledano consiguió aguantar la primera plaza, si bien los rivales se echaban encima cada vez más y más, con Bélgica prácticamente hombro con hombro.
El desenlace correría a cargo de David García Zurita, el más joven de todos, que entonces ni siquiera había cumplido la mayoría de edad. El extremeño, aun así, se defendió con uñas y dientes del acoso belga, francés y neerlandés, aunque terminaría sucumbiendo ante ellos para brindarle a #EspañaAtletismo la cuarta plaza.
Aunque en los minutos posteriores a la final, el sentimiento que imperaba en el equipo español fue la tristeza, hay que ponderar en su justa medida el cuarto puesto. Pese a las bajas, y con la pareja de ‘Pimpollos’ que más pronto que tarde está llamada a liderar el 4x400 nacional, #EspañaAtletismo consiguió la cuarta marca de la historia (3:06.87), a solo 55 centésimas del récord y a cinco de la marca que un año antes había valido la plata mundial en Belgrado. Es más, para bajarles del podio de Estambul, obligaron a sus todos rivales a correr la última posta en menos de 46 segundos. El futuro del relevo largo español está asegurado.