Maite Maiora, la primera medalla femenina

7 meses para el Mundial de Mountain y Trail Running de Canfranc-Pirineos
Martes, 25 de Febrero de 2025
Vicente Capitán
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Faltan 7 meses para Canfranc

Dejábamos este Road to Canfranc-Pirineos en el último capítulo con el quehacer y la longevidad de Luis Alberto Hernando, el atleta que más medallas acumula en el historial de #EspañaAtletismo. En la primera aparición estelar del burgalés, la del primer Mundial de Trail Running al que acudía la selección, en Annecy 2015, también su subió al cajón la guipuzcoana Maite Maiora y con ella hemos querido charlar para poner en valor su gesta y el crecimiento del trail running femenino en nuestro país, que ha acumulado varias presencias más en los puestos de honor.

Maire Maiora Elizondo nació el 20 de junio de 1980 en Mendaro (Guipúzcoa) y las montañas siempre han formado parte de su vida, porque ella, antes que corredora se siente montañera y ese ha sido su contacto desde joven con el deporte. Ha hecho alpinismo, pero no en el Himalaya, sino en Pirineos, Dolomitas, Argentina… “y he hecho y hago vivac, escalada, vías ferratas, también iba a esquiar y por eso tardé en vincularme al atletismo y las carreras, que fue con veintitantos años largos”.

Montañera y corredora de ruta

Maite hizo atletismo con el Goierri Garaia y esa ha sido su vinculación con nuestro deporte tradicional, ha hecho algunos crosses y ruta, aunque no mucho. Su entrenador es Etor Mendía, con el que empezó en 2009. Sus objetivos iniciales eran correr una media maratón en menos de 1h30, y recuerda que en aquellos inicios le acompañó en carrera su hermano, que sí hacía atletismo. Su primer intento se quedó en 1h31, en Vitoria. Y rompió la barrera de 1h30 en el Maratón de Málaga, en diciembre de 2015, en la que quedó tercera y ese registro de los 21 km lo mejoró en sus tiempos de paso para los 42 km. “Lo que estoy contenta de aquella maratón es que conseguí doblar los tiempos de una a otra para finalizar en 2h49:39. Mi mejor marca de media llegó en 2020 en Barcelona, justo unas semanas antes de que nos confinaran, me salió a 1h22:44, nada estratosférico, pero para mí estaba bien”.

maire maiora

De sus inicios en las carreras de montaña, recuerda como montañera de verdad, que lo que a ella le gusta es estar muchas horas en acción. “Mi primer ultra fue en 2014 con la Transvulcania y yo siempre he sido de hacer una o dos de estas carreras largas al año, aunque hiciera muchas más carreras tipo maratón o más cortas incluso. Realmente mi paso a las ultras, fue más hace dos o tres años”.

Con la guipuzcoana recordamos aquel inicio del trail running de larga distancia en la RFEA. “Yo tengo amistad con Asier Cuevas, que era en aquel entonces un referente de la ultra distancias y fue el que me animó a probar e interesarme por el Mundial que se iba a hacer en 2015. Luego ya me contactó Depa, que es quien se vinculó igualmente a la RFEA para asesorar en trail running y me ofrecieron poder formar parte de la selección. El Mundial era en junio y nos fueron avisando con bastantes meses de antelación. En aquella primera selección nos conocíamos la gran mayoría porque competíamos muchas carreras juntos, éramos como una cuadrilla de amigos. Recuerdo que lo pasamos muy bien, y me sorprendió que estaba todo bien organizado, el viaje, la atención de los técnicos y la gente que viajó con nosotros, se notaba que tenían mucha experiencia por todos los campeonatos que organizan en atletismo”.

La primera medalla femenina de la historia

En aquella carrera de Annecy, se enfrentaron a 85 km de distancia, un perfil exigente y un entorno precioso como recuerda Maite. La selección femenina estuvo formada por la propia Maite, Uxue Fraile, Silvia Trigueros y Teresa Nimes. “Siete semanas antes tuve una fractura en la meseta tibial, me caí en una carrera y tuve ese daño. Estuve muy mermada esas semanas antes, y con la incertidumbre de saber si iba a aguantar la rodilla en carrera. Es cierto que el día de antes rodando por allí notaba que la rodilla estaba bien y recuerdo la primera subida larga y después aquella primera bajada. Llevaba semanas sin entrenar nada de bajada por la lesión de la rodilla y noté que se me cargaban mucho los cuádriceps al bajar, y lo que hice fue regularme y bajar más tranquila. Creo que aquello hizo que llegara mucho más entera a la parte final."

"Iba tan concentrada en la rodilla que llegué al km 50 sin darme cuenta y pensé que esto ya casi estaba hecho. Iba tercera, no tenía referencias claras de la primera y la segunda clasificadas, y tampoco de las que llevaba detrás, no es como ahora que hay muchos puntos de control, seguimiento GPS. Yo iba segura de mi ritmo y me veía bien. A falta de 20 km apretó mucho el calor, lo recuerdo y lo que hice fue asegurarme llegar como iba. Fue muy bonito, tanto por los problemas que había tenido, por ser el primer Mundial, por el buen rollo que teníamos la gente de allí, los técnicos… Fue una alegría muy compartida. Yo, realmente me vi con la medalla quizá a falta de dos kilómetros, ya en la recta llana en el propio Annecy, porque miré para atrás no se veía nada y ya veía que eso no se podía escapar. A mí me gusta seguir concentrada hasta el final sin confiarme, porque si te ves en el podio antes de tiempo puedes bajar el rendimiento”.

maite

Uxue Fraile llegó a meta sexta y Teresa Nimes cerró los tiempos para sumar por equipos, con la décima plaza. Las mujeres se subieron al podio como subcampeonas del Mundo.

No tengo sensación de que ni esa medalla ni otras, u otros éxitos que haya tenido me hayan cambiado en nada. Bueno está claro que a nivel de patrocinios que tengas, ayudas algo influirá, pero no me ha llevado a grandes cambios. Yo trabajo, soy policía local en Elgoibar y tengo que cumplir con mis turnos, da igual que haya ganado más o menos cosas”.

Los años siguientes Maite no tuvo la continuidad con la selección #EspañaAtletismo. “Al año siguiente el Mundial era en Portugal en octubre y sí estaba hablado y programada para ir de nuevo, pero unas semanas antes tuve una fractura por estrés en el metatarso, con lo que tuve que avisar para que mi plaza la pudiera aprovechar otra compañera porque yo no tenía margen para correrlo, sobre todo para entrenar todas esas semanas de antes. En 2017 el Mundial fue en Italia y ya había unos criterios que te restringían hacer pruebas un tiempo antes y no era tan fácil encajar en el calendario. Yo estaba muy obsesionada aquellos años con ganar Zegama y ese era mi objetivo prioritario y mira, a finales de mayo la gané, que fue un sueño cumplido está claro. Y está claro que, aunque tengo medallas en Mundiales, he sido varias veces campeonas de Copas del Mundo, la gente me recuerda mucho más por una victoria tan emblemática como Zegama o un podio en UTMB, que es algo que pasa en nuestro mundillo”.

Para el atletismo femenino español el Mundial de 2016 nos dejó la medalla de plata de Azara García y de nuevo el subcampeonato por equipos, y en 2017 se logró el bronce por equipos.

La alegría y el sufrimiento en Penyagolosa

Maite estuvo siempre disponible para los técnicos de la RFEA y así fue como en 2018, en el Mundial que llegaba a casa por primera vez, a Penyagolosa (Castellón). “Llevaba desde septiembre del 17 muy tocada con el isquiotibial, que ha sido desde entonces mi punto débil, pero es cierto que tenía ganas de estar y además los organizadores son amigos y quería cumplir estando allí porque iba a ser un Mundial muy especial. Mi pretemporada como te he dicho fue mala y bueno, cumplí porque me dejé la piel en la carrera, fui quinta y, de verdad, llegué a meta muy muy justa, porque sabía que cerrando yo equipo, éramos campeonas del Mundo. Físicamente lo conseguí y fue una gran alegría colectiva pero luego lo pagué muy caro."

"Me había desgastado tanto mentalmente que tardé meses en recuperarme de aquel esfuerzo y por ejemplo en verano estaba muy mal porque me había quedado vacía, mi sufrimiento mental había tocado techo. Elegí hacer un verano tirando más de bici con muchas marchas cicloturistas como La Perico, en Segovia y cosas así, y me vino bien para desconectar y cargar pilas”. Las nuestras ganaron por equipos en aquel doblete histórico con los hombres que vamos a rememorar en detalle en próximas entregas de este Road to Canfranc. Laia Cañes fue subcampeona del Mundo y Gema Arenas, cuarta, por delante de Maite.

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La última experiencia de Maiora con #EspañaAtletismo la llevó al primer Mundial de Montaña y Trail Running, la primera edición multidisciplinar en cuanto a distancias y categorías, que se celebró en 2022 en Tailandia. “Aquella fue sobre todo una experiencia vital muy potente, el viaje fue espectacular en todos los sentidos y vivimos unos días fantásticos allí. En aquel Mundial, al ser tantos atletas, ya no nos conocíamos todos y recuerdo que hicimos una gran piña entre todos. Yo conocí a mucha gente allí con los que mantengo una relación muy especial. Éramos serios, todo el mundo concentrado, pero en cuanto podíamos había cachondeo y es que me lo pasé súper bien”. Maite fue octava y segunda española en meta en la distancia ultra, 10 minutos más atrás que la manchega Gema Arenas que fue medalla de bronce y se colgó la medalla de plata por equipos.

No estará en Canfranc

Para el Mundial de Innscruck un año más tarde Maite no tuvo disponibilidad para estar con #EspañaAtletismo, al tener conflicto de fechas con su preparación para UTMB, que se ha convertido en su principal objetivo como deportista estos últimos años para finales de agosto (sabe lo que es ser podio, pero ansía poderlo ganar alguna vez). “Y lo mismo me pasa este año con Canfranc, con el Mundial y mira que me fastidia. Yo, además, tengo una segunda residencia allí en la zona, a escasos ocho kilómetros de Canfranc, conozco perfectamente todos los caminos del entorno y te diría que, del trazado del Mundial, creo que he corrido por cada rincón muchas veces."

"Álex, el organizador me conoce mucho y recuerdo que le decía que cómo me pone esa carrera en septiembre, ya que como te decía es incompatible con UTMB, y es verdad que puedes ir allí, a Francia, y que no te veas bien de salida, retirarte y estarías perfectamente para correr el Mundial unas semanas después, pero claro, la selección hay que hacerla con tiempo y no se puede participar en una carrera larga unas semanas antes, es lógico. Nosotros también nos debemos a nuestros patrocinadores, que tienen unos intereses en unos circuitos, en unas carreras y da la casualidad que dos de mis principales patrocinios, pues son también patrocinadores allí en UTMB."

"Lo único que me puede impedir ir allí es un tema laboral, la semana de fiestas en Elgoibar, coinciden con la carrera francesa y si puedo cogerme días libres voy, pero no siempre es así, porque a mí, por mi trabajo no me han dado privilegios como deportista, de hecho, tuve problemas para ir a más de una competición e incluso para que me aplicaron los derechos que tenemos los deportistas de alto nivel, y ni por esas. Para ir a Tailandia me dejaron ir, pero con la condición de recuperar todas las horas, no hubo otra. Me dejaron claro que todo esto se debía a la voluntad política, en mi caso de mi alcaldesa, y si no hay esa voluntad, soy una más. Afortunadamente a compañeras mías de la RFEA, como por ejemplo Onditz que es profesora, sí le aplicaron ese derecho que tenía como deportista de una selección española, pero a mí no”.