Manuel Clavero, el último superviviente de la época dorada de la barra

El día 1 de febrero ha fallecido en San Sebastián Manuel Clavero Minguillón. Nacido en Samper de Calanda, provincia de Teruel, el 25 de marzo de 1927, fue un atleta de largo recorrido cuya carrera se desarrolló a lo largo de 17 años. Pero empecemos por el principio.

            Después de los avatares de la guerra civil, en que la familia marchó de Samper a Cataluña, el padre fue movilizado y acabó en Francia. Entonces Clavero volvió con su madre a su pueblo natal. Cuando tenía 14 años, falleció la madre, y entonces él marchó a Granollers donde vivía su tía. Estudió en el colegio de las Escuelas Pías, y allí en Granollers un día en el campo de fútbol vio entrenarse a unos atletas. Le animaron a probar, y lo hizo con la jabalina. Con éxito, de tal suerte que empezó él también a entrenarse, y luego a competir. Así comenzó una carrera atlética de casi dos décadas, con momentos muy singulares, y que en cierto sentido sigue todavía vigente.

            Podemos distinguir quizá tres etapas en la evolución atlética de Manuel Clavero. La primera comenzaría, y ya desde el principio a alto nivel, en 1947. En sus comienzos destacó en decatlón, y dentro de las combinadas prefería los lanzamientos y las pruebas cortas, mientras aborrecía las carreras largas. Hay que decir que el nivel español del decatlón era muy abajo. Además, la implantación de la tabla de 1934 había producido una cierta confusión como luego veremos.

            Pues bien, en el propio año 1947 en que comienza su actividad competitiva, Clavero ya acude al campeonato de España de decatlón, en el que se clasifica quinto, con 4.754 puntos. El campeón Roberto Rodríguez Ozores hizo récord nacional con 5.105, y el tercer clasificado Cristóbal Salom récord catalán con 4.911, aunque en realidad la última marca con la tabla de 1920, lograda por Miguel Consegal en 1933, equivalía a 5.027 puntos con la tabla de 1934. Aquel año Clavero también fue a los Campeonatos de España, sólo en jabalina, y quedó quinto con 46,15.

            En esta duplicidad de lanzamientos y decatlón continuó hasta 1953. Al año siguiente, en 1948, quedó cuarto en el campeonato de España, con 5.027 puntos, y batió así el récord catalán – aunque en realidad igualaba la marca de Consegal de quince años antes. En 1949 no se celebró el nacional de decatlón, pero fue campeón catalán con 4.831 puntos, mejor marca española del año. Regresó al Campeonato en 1950, logrando el subcampeonato con 5.017 puntos, pero viendo cómo el campeón Sebastián Junqueras le arrebataba el récord catalán, ahora sí con todas las de la ley, al obtener 5.430. Faltó en 1951, pero volvió en el de 1952, siendo tercero, y en 1953 quedó cuarto. Esos mismos años 1948 a 1953 fue campeón catalán, menos en 1950 en que ganó Ricardo Cararach. Y en el catalán de 1952 logró su mejor marca de siempre, con 5.034 puntos.

            Mientras tanto, había continuado practicando los lanzamientos, y participando en todos los Campeonatos de España (salvo 1949), y en varias pruebas. Así en 1948 compite en jabalina, y estrena podio nacional en salto con pértiga, pues quedó tercero con 3,20. En 1950 participa en peso, en disco y en jabalina, donde queda tercero con 48,45. En 1951 repite tercer puesto en jabalina, y además lanza el disco y se estrena en lanzamiento de barra, quedando quinto con 34,90. Un momento importante este que prefigura la última etapa de su carrera. En el campeonato de 1952 vuelve a saltar 3,20 en pértiga, y además lanza peso, disco, jabalina y barra. Y en 1953 se limita a dos pruebas, pero siendo segundo en disco y tercero en barra.

            Podríamos comenzar en 1953 su segunda etapa atlética. Como ferroviario que era, trabajaba en Barcelona, aunque vivía en Granollers. El C.F. Barcelona le hizo una oferta que atendió, y dejó el C.D. Granollers. Toda su carrera atlética desde entonces se haría con el equipo azulgrana. Deja de lado el decatlón, y se concentra en los lanzamientos, y esporádicamente el salto con pértiga. Así en el campeonato de 1954 vuelve a participar en pértiga, disco, jabalina donde queda subcampeón con 53,30, su marca personal hasta el momento, y barra, nuevamente tercero. En 1955 repite en disco, en jabalina y en barra, otra vez tercero, y en 1956 en disco y en jabalina, en la que queda cuarto con 49,78. Este Campeonato se celebró los días 21 y 22 de julio, en Oviedo, y curiosamente fue el único entre 1944 y 1963  en que no se disputó la barra.

            Pero hablar de lanzamientos, y de jabalina, en este año olímpico de 1956, nos lleva inexorablemente a hablar del estilo español en el lanzamiento. Como es de sobra sabido, e inspirándose en el modo rotatorio de lanzar la barra, el vizcaíno Félix Erausquin ideó un modo nuevo de lanzar la jabalina. El 23 de septiembre, en París, Miguel de la Quadra-Salcedo lo presentó ante el mundo, lanzando a 66,25, frente a los 63,62 en que Pedro Apellániz tenía entonces el récord nacional. Al poco, en España, Erausquin lograba sucesivamente 74,32 y 83,40 los días 7 y 12 de octubre. Si recordamos que el polaco Janusz Sidlo había batido en junio el récord mundial con 83,66, y la inminencia de los Juegos Olímpicos de Melbourne, se entiende el revuelo que se produjo de inmediato.

            Y aquí llega Clavero. El 21 de octubre, en Vich se celebró el campeonato provincial de Barcelona, y él fue el campeón. Con 82,94 rozó la marca de Erausquin, y aun la de Sidlo. Para constancia de aquel día, digamos que por detrás de Clavero se clasificaron Gaspar Amorós y Alfonso Vidal-Quadras, y que ése quedó campeón de disco por delante de Clavero. A más habría de llegar el día 28, en que lanzó 89,66, por delante de Quadra-Salcedo 83,80, en el barcelonés estadio de Montjuic. La marca no habría sido válida pues hubo un error al marcar el arco de lanzamiento. Pero es que además el día 24 se hizo pública la decisión de la IAAF de prohibir que se diera la espalda al sentido del lanzamiento. La creatividad de Erausquin no cejó, y reformuló el estilo para evitar dar vueltas. Con este procedimiento modificado, el día 29 en Barcelona Quadra logró 72,76, y Clavero 68,93. Pero como era de suponer la IAAF no admitió tampoco esta solución. Ni las marcas de Quadra, Erausquin y Clavero fueron récords nacionales –ni mundiales–, ni tampoco nos hubiera servido de nada en Melbourne pues España no acudió a los Juegos.

            A partir de aquí comienza la última etapa atlética de Manuel Clavero. Desde 1957 continuó con los lanzamientos, aunque dejando bastante de lado la jabalina, quizá por los disgustos de aquel otoño trepidante. En el campeonato del propio 1957 curiosamente se disputaron dos pruebas de jabalina, con el estilo clásico y con el español, y él participó en ambas, y además en disco y en la barra, que había vuelto y en la que quedó subcampeón. Ya desde 1958, aunque no deja de participar en los otros lanzamientos (peso en el 58, jabalina en el 62, disco siempre), se centra en el lanzamiento de barra, y se hace el amo absoluto de la prueba. En 1958 se proclama por primera vez campeón de España, y lo hace en esta prueba, batiendo además con 51,57 su primer récord de España. Se clasificó segundo Juan Antonio Iguarán, el anterior plusmarquista, y tanto Erausquin como José Iguarán, el padre del recordman destronado, fueron los primeros en abrazarle y felicitarle. Desde entonces repite el puesto más alto del podio los cinco años siguientes, desde 1959 hasta 1963. El récord nacional lo lleva hasta 56,39 conseguidos en 1960, que sigue siendo a día de hoy la plusmarca vigente.

            En 1964 ya no se programó la barra, ni en el Campeonato de España, ni en el de Cataluña. Y Clavero, ya con 37 años, dejó la competición. Por entonces, era factor de circulación de Renfe, y jefe de estación suplente. Comenzó también su actividad como entrenador de atletismo. Primero en Barcelona, y después en Guipúzcoa, en el Atlético San Sebastián. A os 65 años, en 1992, le llegó la jubilación. Se aficionó al tenis, y a la pala en el frontón, pero dejó de lanzar porque “duele mucho ver cómo cada año vas tirando menos”. Y en San Sebastián se quedó a vivir, y allí ha fallecido con 96 años, el 1 de febrero de 2024.