Manuel Olmedo: “Hoy soy muy fuerte mentalmente gracias al atletismo”

El sevillano fue genio y figura brillante en los 800 y 1.500 metros durante más de 20 años
Martes, 9 de Abril de 2024
Antonio Aparicio
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Manuel Olmedo campeón de España 800m AL en 2008
RFEA/Miguelez Team

Empezó destacando muy joven, y eso lo llevó a debutar en un gran campeonato absoluto con 18 años, el mismo invierno que logró el que sigue siendo el récord nacional sub-20 de 800m ‘indoor’ (1:47.27). No quería que lo retiraran las lesiones, y eso lo llevó a prolongar su carrera hasta los 38 años para batir el récord de Europa máster con un registro mejor (1:47.05) que el que empezó a consagrarlo dos décadas antes. Y entre medias, completó una larga y destacada trayectoria atlética que tuvo de todo, con sus momentos cumbre y otros más duros; pero que en categoría sénior estuvo jalonada por 20 internacionalidades, 10 títulos de campeón de España, o incluso una mejor marca de 1.000m en pista cubierta que arrebató a un tal Fermín Cacho y que nuestro protagonista recuerda con especial cariño.

Manuel Olmedo Villar (Sevilla, 17-mayo-1983), uno de los atletas españoles que mejor han compaginado los 800 y los 1.500 metros, lleva casi tres años sin tocar las pistas. Pero parece que fuera ayer cuando lo veíamos competir y brillar… Especialmente en ese año y medio que, tras su paso al ‘milqui’, encadenó en estado de gracia a las órdenes de Enrique Pascual, y que lo llevó a ser elegido mejor atleta español de 2011. Por sus éxitos, su longevidad y su constancia —entre otras cualidades y rasgos distintivos—, merecía la pena hablar con él para repasar su carrera, y que nos contara muchas cosas interesantes en esta entrevista:

Manuel, gozaste de una carrera atlética muy extensa y variada, que prolongaste hasta los 38 años. Cuéntanos cuándo y cómo empezó a fraguarse tu retirada.  

Nunca imaginé que tendría que alargar mi carrera deportiva tanto, pero no quería que me retiraran las lesiones; y en 2016, tras haber sido campeón de España indoor y mejor marca española de siempre en 1.000m, sufrí una bastante complicada, y tuve que buscar la manera de recuperarme por mis propios medios. Sufrí mucho psicológicamente durante varios años, con operaciones y tratamientos largos y costosos, a los que tuve que hacer frente sin ayuda. Tuve claro que ya nunca me retiraría como quería, pero que lo haría compitiendo dignamente.

Eso ocurrió en 2021, donde logré volver a ser competitivo en los 800m, correr otra vez en una prueba de Diamond League (Doha) y competir en un campeonato nacional.  Entonces transmití a mi responsable de sector y al director técnico que esa sería mi última temporada. Personalmente estoy orgulloso de lo que he logrado (títulos, medallas, diplomas...), y de la manera que luché en solitario contra mi última lesión para poder volver a disfrutar corriendo. 

Retrotraigámonos a tus comienzos… ¿Cuándo y por qué te iniciaste en el atletismo, y concretamente como mediofondista? ¿Tuviste algún ídolo o referente que te motivase a ello?

Mis inicios fueron en la escuela de atletismo del colegio. Desde siempre se me dieron bien las carreras de fondo y mediofondo. En categorías menores logré destacar en la prueba de 1.000m y luego en la de 800m; eso hizo que me decantara especialmente por las distancias intermedias. Siempre fui muy aficionado al atletismo y seguía a los corredores del momento. Quizás Reyes Estévez e Hicham El Guerrouj fueron los atletas que más me inspiraron en categorías menores.

De tu destacada trayectoria con #EspañaAtletismo nos ocuparemos en un artículo aparte, ¿pero cuáles consideras, por orden, como tus 5 mejores momentos defendiendo la camiseta española?

En primer lugar, aunque no sea una medalla, el 4º puesto en el Mundial de Daegu 2011, porque realmente cumplió todas mis expectativas, e incluso superó lo que yo esperaba. Después, el título de campeón de Europa en pista cubierta de 1.500 metros en París 2011. En tercer lugar, la medalla de bronce en el Europeo de Barcelona 2010, en 1.500m. Y luego, las dos Copas de Europa que gané, una en 800m en Annecy 2008, y otra en 1.500m en Estocolmo 2011.  

Eres uno de los mediofondistas españoles que mejor ha compaginado los 800 y los 1.500 metros. ¿Cuál de las dos distancias te gustaba más y por qué?  

Sin ninguna duda, los 1.500m. Me parece una prueba muy complicada de preparar bien; hay que tener un gran trabajo de fondo y una punta de velocidad muy alta. 

¿Cuándo tuviste claro que tenías que subirte al ‘milqui’ y por qué motivo? ¿Te arrepentiste de no haberlo hecho antes, o crees también que en el 800m podrías haber logrado más éxitos de los que obtuviste? 

Tras Pekín 2008. Creo que se hizo bien [el cambio]. En el 800 hacía falta una punta de velocidad inicial que yo no tenía y eso me complicaba mucho algunas carreras; mientras que en los 1.500m podía tener muchos más registros en mi modo de correr. 

En todo caso, tras pasarte al 1.500, seguiste mejorando en los 800, ya que en julio de 2011 firmaste tu mejor marca personal en ambas pruebas: 3:34.44 en París y 1:44.56 en Barcelona. ¿Te dejaron satisfecho esos cronos como techos de tu carrera, o crees que los podrías haber recortado más? 

Nunca se sabe. Personalmente, el de 800 no lo sé; mientras que en 1500m pienso que me faltaron competiciones rápidas para poder correr a esos ritmos. De todas formas, cada día queda más claro que en el atletismo los tiempos sólo valen para medirte con los atletas de tu generación. Antes se competía en ceniza, luego tartán, y cada vez las pistas mejoran más. Ahora las zapatillas nuevas también han modificado eso. Lo que es evidente es que los campeonatos son los que te dicen en qué lugar estabas en tu etapa. Hay atletas con récords y grandes marcas y nunca entran en una final de unos JJ.OO. o Mundiales, porque no aguantan tres carreras. ¿Para qué quieres una gran marca y no poder defenderla en tres carreras? 

Ese 2011 fue realmente extraordinario, pues además de esas MMP, fuiste campeón de España con y sin techo (para un total de 10 títulos nacionales absolutos; 4 en 800m y 6 en 1.500m), viviste tres de tus cinco mejores momentos con #EspañaAtletismo, y fuiste elegido mejor atleta español del año. ¿Qué pasó para que alcanzases un nivel tan alto ese año? 

El nivel era muy parecido al de 2010 [al aire libre]. El volumen de trabajo era altísimo, con muchas semanas cercanas a los 200 km. Eso me permitía poder estar casi la temporada entera a un gran nivel. Siempre he confiado en Enrique Pascual, y él lo hacía mejor que nadie. Fue una temporada de ensueño. El título de mejor atleta del año 2011 fue el colofón; nunca estuvo en mi mente. 

Manuel Olmedo, campeón de España 1500m Al en 2011

 

Compitiendo, a veces dabas la impresión un poco de ir “a todo o nada”, ya que alternaste no pocos triunfos rebosantes de autoridad con varios abandonos prematuros a media carrera (por ejemplo, en tres Mundiales). ¿Estás de acuerdo con esa imagen? ¿Cómo te definirías tú mismo como atleta, con tus virtudes y defectos? 

Tienes toda la razón; he sido un atleta con una juventud donde la presión a la que estaba sometido no supe gestionarla bien. Recuerdo esos campeonatos donde las cosas no iban como quería como una olla exprés. Si no veía que podía conseguir mi objetivo, mi cabeza se hundía. Esto hizo que algunas competiciones con el equipo nacional fueran un desastre. Pero en otras ocurrió por lesiones graves como la que te contaba en la primera pregunta. Daba la sensación que mis lesiones, que fueron dos, no se tenían en cuenta, y se sumaban también a la otra causa. Pienso que como atleta siempre he cargado con eso. 

También has sobresalido por tu longevidad y constancia. Ya desde cadete empezaste batiendo algunos récords de España en categorías menores (sobre todo, esos 1:47.27 en 2002 que aún mantienes como plusmarca nacional sub-20 en pista cubierta). Y pese a los años malos y las lesiones, resurgiste con esa mejor marca de 1.000m bajo techo en 2016 (que este invierno te quitó Mariano García) o, ya con 38 años, con ese récord de Europa máster de 800m (1:47.05) en 2021. ¿Cuál de esos récords valoras más y por qué? 

Las marcas y récords serán superados siempre. Pero la sensación de la marca de 1.000m fue indescriptible; se dieron circunstancias especiales. Ese invierno realicé una concentración en altitud con mi hermano Pablo y no salía nada bien; no me adaptaba. Entrené todo lo que pude, pero con malas sensaciones y sin cumplir tiempos. Cuando bajé de la altitud hicimos un par de entrenos normales, y decidimos montar ese 1.000m para encontrar algo de motivación. No sólo la encontré; también logré esa mejor marca que ha durado hasta este año, y con la gran ayuda de liebre de mi hermano. Fue un gran día e inesperado. 

Defendiste a varios clubes en todos estos años, incluidos el mítico Chapín Jerez en tus inicios y, durante más de una década, el FC Barcelona. ¿Qué recuerdos destacarías de esa faceta? ¿Te gustaban las competiciones de clubes? 

Siempre me gustaron las ligas y campeonatos de clubes. El FC Barcelona siempre sabía que podía contar conmigo para lo que necesitara. Enfocábamos esas competiciones como test dentro de la preparación, y eran un buen termómetro para ver cómo respondíamos a los entrenamientos. 

Manuel Olmedo, campeón ESP 800m PC en 2007

 

Paco Solares en Sevilla, Enrique Pascual en Soria, Johny Ouriaghli en Calviá… ¿Podrías resumirnos qué te aportaron cada uno de tus principales entrenadores? 

Paco Solares sembró los cimientos y me dio valores, sobre todo el de la honradez; todo lo que he logrado ha sido siempre fruto del esfuerzo. Siempre tenía en la cabeza que no podía defraudar a esas personas que me ayudaron desde el inicio. Él siempre me dejó claro que creyendo en mí mismo podía lograr lo que me propusiera. 

Enrique Pascual es sabiduría en su máxima expresión, es un segundo padre. Él supo sacar de mí la mejor versión; es de estas personas que aman este deporte y se desvive por quien sea. Es el mejor maestro que uno puede tener. 

Johny Ouriaghli es la persona que ha estado conmigo en la última etapa. Somos amigos y hemos sabido formar un tándem entre sus conocimientos y los míos. Con esto quiero decir que cuando te llega un atleta que ya ha cumplido casi todo en su carrera es difícil de entrenar, porque el atleta tiene una experiencia que ha funcionado y el entrenador otras ideas. Tanto él como yo supimos unir eso y compaginarlo.  

¿Y qué le debes al atletismo en general?

Al atletismo no le debo nada, se lo di todo. Pero tengo que agradecerle los valores que me aportó. Hoy en día soy muy fuerte mentalmente y supero situaciones duras gracias a él. 

Y a partir de ahora, ¿cómo te planteas tu vida después de la retirada? ¿Seguirás vinculado al atletismo en mayor o menor grado? 

Pues me hubiera gustado seguir vinculado al atletismo. Pero cuando ves que durante tres años ninguna institución me ha preguntado ni siquiera cómo me va... Eso te hace pensar en si merece la pena. Evidentemente, lo sigo aún y estoy al día, pero es extraño estar tan lejos de lo que fue mi día a día. Ahora mismo mi vida está muy lejos del atletismo profesional.

 

HISTORIAL DEPORTIVO DE MANUEL OLMEDO