Ibra Chakir (32º) y Yago Rojo (41º) logran la segunda y tercera mejores marcas de la historia del maratón olímpico en una carrera que despidió a los mitos Bekele y Kipchoge. Tariku Novales acabó 68º.
Kenenisa Bekele y Eliud Kipchoge, que en esta misma ciudad, hace 21 años, protagonizaron el primer duelo de los poquísimos que nos han regalado dos de los más fascinantes fondistas de la historia, eran los hombres más buscados por las cámaras instantes antes de que el disparo de salida rompiera la tranquilidad de la mañana de sábado frente a la puerta de Hotel de Ville. Sonó el disparo justo después de los tres golpes de bastón ejecutados por otro mito, inspiración de ambos, Haile Gbreselassie, indiquidarores de que la última función podía dar comienzo.
Tenían entradas tres hombres de España Atletismo: el plusmarquista nacional Tariku Novales (2:05:48), Yago Rojo (2:07:47) y el campeón de España este año Ibrahim Chakir (2:07:48). La fiesta no era fácil, los mejores del mundo en un circuito urbano, monumental, precioso, que se alejaba progresivamente del centro camino de Versalles para emprender después el camino de vuelta afrontando una rampa salvaje poco antes del kilómetro 30 (antes debían catar otras de menor entidad). Salvaje es salvaje: 500 metros al 13%, el muro en el más estricto sentido de la palabra.
La cabeza (en la que Bekele se dejó ver de inicio para refugiarse después, como Kipchoge, en las tripas del grupo) pasó el kilómetro cinco en 15:40. No hacía falta más ritmo pues era sabido que sería el desnivel el que hiciera el daño. El hito del 10 se cruzó en 30:59 y el 15 en 45:38, liderando el italiano Eyob Faniel, con los nuestros en 46:11 (Yago), 46:19 (Chakir) y 47:01 (Tariku). Poco antes de la hora de carrera, tras el ataque del etíope Tola (decían los entendidos que estaba como un misil), Kipchoge se llevaba la mano al costado, flato amenazante, perdía contacto con los favoritos, y la historia del olimpismo vertía una lágrima ante el inexorable paso del tiempo.
Desbocado Tola, cazaba a Faniel y pasaba por la media en 1:04:51, un segundo por delante del estadounidense Conner Mantz y el transalpino, que aguantaba el pulso. Bekele 1:05:31 (37º), Kipchoge junto a Chakir (58º, 1:06:07), Yago picaba el 63º (1:06:16) y Tariku se descolgaba definitivamente (75º, 1:09:58). Seguían pasando los kilómetros, acumulándose el cansancio, haciendo mella el traqueteo constante de los cuádriceps sobre un asfalto que no para de ondular (más de 400 metros de desnivel positivo, una locura) a la espera del mazazo definitivo.
El 25 lo pasan 14 atletas en 1:16:08. Bekele 37º en 1:17:22. Chakir (54º), 1:17:56, Yago Rojo 60º (1:18:11), Eliud Kipchoge 63º (1:18:33) y Tariku 74º (1:09:58). Tres kilómetros después se finiquita un descenso suave y comienza el alpinismo. Llega la gran rampa de Chaville y Tola (bronce olímpico en 10.000 en Río, que no fue seleccionado en principio y entró por la baja a última hora de Sisay Lema) se desmelena desde la base. Cómo será su estado de forma para casi no descomponer el gesto (¡hizo 15:04 en ese parcial de 5!) en tramos donde otros debían reducir la velocidad a ritmos propios de marcha. Devastador para los maratonianos, espectacular si estás sentado frente a la tele o viéndolo en la cuneta. 1:31.12 en el kilómetro 30, ya bajando, alargando zancada, felices todos por abandonar el infierno. Se perfilaba para plata el británico Emilie Cairess (1:31:23), les seguían Deleta, Abdi (bronce hace tres años)… Bekele era 32º (1:33:42) y los nuestros: Ibra (46º, 1:34:08), Yago (53º, 1:34:43) y Tariku (74º, 1:42:09). Un poco antes se vio a Kipchoge, 71º, 1:39:38, honrando los cinco aros y mostrando un respeto ilimitado a todos los participantes, al público; un gran poder conlleva una gran responsabilidad (aunque el cuerpo le dijo basta y unos kilómetros después tuvo que echarse a un costado y figurar en la clasificación con un DNF que no empaña para nada un legado brillante).
Los últimos kilómetros fueron una brutalidad de Tola (1:01:35 la segunda media), que se presentó en Los Inválidos para certificar la medalla de oro (2:06:26) y poner a su nombre el récord olímpico del añorado Samuel Wanjiru (2:06:32). En un trazado como este sólo puede calificarse de marcianada. El belga Bashir Abdi (2:06.47, mejorando su bronce japonés por plata francesa) llegó tras él, antes de keniano Benson Kipruto (2:07.00), el ocupante del último escalón del podio.
Bien Ibra y Yago, mejorando posiciones en el tramo final. El discípulo de Enrique Pascual llegó el 34º (2:11:44) y el de Juan del Campo y Luismi Martín Berlanas el 41º (2:12:43). Son el segundo y tercer mejor tiempo en la historia del maratón olímpico español por detrás de las 2:10.16 de Ayad Lamdaseem en Tokio. Entre ambos el fondista más completo de todos los tiempos (cross, pista y ruta), Kenenisa Bekele, 39º (2:12:24), veintiún años después de lograr en París su primer título mundial de 10.000 metros. Sufrió más Tariku, deleitándose, volviéndose para ver la magnanimidad del lugar después de un sufrimiento que concluyó el 68, a 19:24 del vencedor (2:25:50).