Martín Velasco. Los años dorados del Atletismo Toledano

Lunes, 24 de Marzo de 2025
Aurora Pérez
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Martín Velasco - Toledo
Foto: Aurora Pérez

Estamos en deuda, en deuda con el que ha sido uno de los mejores entrenadores nacionales e internacionales de aquellos dorados años 70 y 80 en que el atletismo toledano reclamó su sitio en el panorama atlético. Martín Velasco Martín (Toledo, 1945) se convirtió casi sin quererlo, pues con su sempiterna discreción no buscó protagonismo en ningún momento, en un toledano universal gracias a una pasión que nació lejos de su localidad natal, durante su periplo estudiantil en Córdoba, y que marcó su vida de tal forma que ya nunca anhelaría seguir ningún camino o senda que le apartara de aquello que había descubierto y que colmaría todas sus aspiraciones vitales.

Fue con 16 años cuando, tras los estudios de bachillerato en el Instituto Lorenzana de Toledo, se trasladaría, como becario, a la Universidad Laboral de Córdoba, donde el deporte estaba muy bien visto, para realizar estudios medios. Allí conoció a Manuel Pascua, que era profesor y sería la espita que hizo nacer su afición y su pasión por el atletismo; también trabó relación con José Luis Fernández Martínez, jefe del departamento de Educación Física y uno de los padres de la Educación Física en España. Se trasladaría posteriormente a Madrid para terminar la carrera y regresaría después de forma definitiva a Toledo.

Martín Velasco saltando y joven

 

Ya instalado en su localidad natal y con sus estudios de Licenciado en Ciencias de la Educación Física y el Deporte y de Profesor de Enseñanza Primaria bajo el brazo, a los que se uniría su titulación de Entrenador Nacional de Atletismo, contaba entonces con todo lo necesario para iniciar la enseñanza que tanto le gustaba. Se van sucediendo los trabajos como profesor de Educación Física en el Colegio Menor San Servando, en la Escuela Universitaria de Magisterio, Facultad de Educación, Facultad de Ciencias del Deporte de la UCLM de Toledo etc.., en todos ellos con el denominador común del Atletismo. Y avanzando en el tiempo también ostentaría los cargos de subdirector de la E.U. de Magisterio de Toledo y subdirector del departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal de la UCLM. Pero sería en el San Servando donde se hizo cargo del entrenamiento del grupo de atletismo y empezó su exitosa trayectoria en este deporte, al que llegó tras sus inicios como entrenador de balonmano femenino.

Ya no había marcha atrás, la suerte estaba echada y Martín se convirtió en un incondicional de la disciplina atlética. Hablamos del año 1967 cuando en el camino de un jovencísimo Martín se cruzaría el primero de los muchos atletas a los que ayudaría a dar lo mejor de sí mismos, Fernando Fernández Gaitán, que entre los años 1970 y 1980 llevaría una destacada trayectoria, siendo tres veces campeón de España (10.000 m y Gran Fondo) además de participar con la selección nacional en el Campeonato del Mundo de Cross (cuando el campo a través respondía al nombre de Cross de la Naciones) de forma consecutiva de 1970 a 1977 y una vez más en 1980. Uno de los muchos hitos conseguidos por atletas del entrenador toledano.

Si comenzó siendo Manolo Pascua el que le descubrió la pasión por el atletismo, pronto Martín fue hallando su propio camino y método de entrenamiento, como entusiasta investigador a la búsqueda siempre del mejor método para entrenar a los corredores que iban cayendo en sus manos. Multitud de publicaciones, cursos, artículos y seminarios llevan su firma, como también el libro “De la Milla al Maratón” que coescribió con su, más que atleta, médico, biógrafo y amigo Ricardo Ortega, artífice de la recopilación de un profuso currículum sobre Martin; proyectos financiados o subvencionados de Investigación e I+D, han contado igualmente con su colaboración ya en el siglo XXI. Llegaron asimismo los premios y distinciones concedidos merced a sus destacados logros como entrenador, sobresaliendo las Placas concedidas por la Federación Española de Atletismo, a cuyo cuerpo técnico perteneció, en base a los éxitos y medallas de José Luis González, la Insignia de Oro de esta misma federación por el récord del Mundo del mismo González en los 1500 m en Pista Cubierta o la Medalla de Plata al Mérito deportivo de Castilla la Mancha en 1999. Seguimos hablando de un erudito, admirador de algunas corrientes europeas que en aquellos años se seguían en Europa, y a las que él aportó sus conocimientos para llevar a sus atletas a lo más alto, independientemente del nivel que estos mostraran.

Velasco y González

 

Se dice muchas veces que con buenos mimbres se hacen buenos cestos, pero Martín era capaz de hacer que atletas que no eran de alto nivel consiguieran registros que colmaran sus expectativas y les diera acceso a participar, por ejemplo, en un Campeonato de España. Todo ello con un entrenamiento natural, adaptado a los circuitos que proporcionaba la orografía de la ciudad que atraviesa el Tajo. Porque los atletas que dirigía pateaban incansablemente, en sus entrenos diarios, los terrenos toledanos habituales de aquellos años en la década de los 70, el Castillo de San Servando y las orillas del Tajo, el Pinar de los Gavilanes o Los Pinos de Olías, así como la pista de atletismo de la Escuela Central de Educación Física (popularmente llamada Escuela de Gimnasia), que actualmente lleva el nombre de su primer atleta, Fernando Fernández Gaitán, o la antigua pista de ceniza de Palomarejos, cuatro calles y 333 m de cuerda, hoy desaparecida.

Estos escenarios y parajes eran la oficina en la que trabajaban los corredores y a donde un cada vez más experto entrenador acudía, cuaderno en mano y paraguas en ristre, si así lo exigía la climatología, para ver las evoluciones de unos atletas que iba poco a poco puliendo y mimando para imbuirles el entusiasmo por el esfuerzo y sentenciando tras cada jornada el devenir del entrenamiento ejecutado con su antológica frase: “pues se ha quedado un buen día”, como recuerda con cariño alguno de sus atletas.

Martín Velasco - Pista Toledo

 

Ha sido ese cariño y el aprecio de sus pupilos, atletas y estudiantes, lo que motivó a un grupo de ellos (Ortega, Martín-Fuertes, Romera, Montero, Toje… entre otros) a rendirle el homenaje que le hicieron recientemente, dejando constancia de ello en una placa, colocada en la salida de los 200 m de la pista que tantas veces pisara, con las mejores marcas impresas de sus atletas en las diferentes distancias. Muchos fueron los que acudieron para arropar a la persona y engrandecer la figura del que fuera su preparador. Fue un homenaje donde imperó la emoción, pocos entrenadores generan la ola de afectividad que se vivió esa mañana, ni tanta la unanimidad en cuanto al agradecimiento no solo al que dirigió sus zancadas, sino ante todo a la persona, al profesor, al maestro, al amigo. Una carrera sobre la emblemática distancia de los 1609 m reunió a lo más granado del pasado atlético de Toledo y selló para siempre la estima debida por sus atletas y discípulos a quien les ayudó, les instruyó y les marcó los días en la escuela, la universidad, el campo, el asfalto o la pista: afable, educado, entrenador y maestro, amigo, consejero y padre, las definiciones no dejan lugar a la duda. Allí se vio a Parra, Silván, Serrano, Barrios… y en las palabras de todos, ya fueran más populares o menos conocidos, anidaban los mismos sentimientos de afecto, los mismos entrañables recuerdos. Él también disfrutó enormemente y aplaudió a los “milleros” en la salida, igual que en tiempos pasados había gozado en su visita al Madison Square Garden para aplaudir a González, recuerdo muy presente en su mente.  

Martín Velasco - Cena Homenaje Toledo

Martín Velasco rodeado de atletas, amigos y familiares en el homenaje que se le brindó en Toledo el pasado 8 de febrero.

 

Una expresión que identifica el mundillo del deporte y del deportista es el dicho: “donde hay un entrenador hay atletas”, es más donde hay un buen entrenador hay buenos atletas, pero donde hay un entrenador excelente hay atletas excelentes e, igual que del buen hacer de un médico hablan los enfermos curados y del buen trabajo de un abogado son los clientes los que dictan sentencia, de un entrenador son los deportistas que dirige los que muestran a través de sus logros ese buen hacer y ese buen trabajo. Por eso es de recibo glosar los datos que figuran en los archivos documentados de atletismo en los que aparecen los nombres que, tras Fernández Gaitán irían trillando, bajo su batuta, los recorridos de la capital de Castilla La Mancha, nombres punteros del medio fondo y fondo de aquella etapa.

Un récord del mundo de 1500 m en pista cubierta (3:36.03 Oviedo 1986) a cargo de uno de los mejores mediofondistas españoles y mundiales en aquella época, José Luis González, con innumerables récords de España y títulos nacionales, subcampeonatos mundiales (Roma-87, Budapest-89 en PC o en la categoría junior en Rabat-75), 5 oros europeos en PC, presencia en tres JJOO (Moscú-80, Los Ángeles-84 y Barcelona-92), doble vencedor de los 3000 m de los prestigiosos Millrose Games en el 87 y 88, amén de sus  inmortales duelos con los extraordinarios Coe, Ovet, Cram y Abascal. No solo el medio fondo cimentó la fama de Martín pues un triplete de excelentes maratonianos irían sucediéndose en la consecución de los récords de España de esa especialidad, como serían Ricardo Ortega, especialista en campo a través, obstáculos (prueba en la que fue recordista europeo junior en el 72) y maratón (récord de España en el 83 con 2:11.51) distancia en la que compitió en el primer Campeonato del Mundo en Helsinki-83 en el que también participó González, Juan Francisco Romera (récord de España de maratón con 2:10:48 en el 90) y Antonio Serrano también con un amplísimo historial internacional en mundiales y europeos desde los 5000 m hasta el maratón con su récord nacional de 2:09:12 en 1994 y participante en dos JJOO (Seul-88 y Barcelona-92); también en clave maratoniana sobresalen los quintos puestos conseguidos en el Maratón de Nueva York en el 88 y de Chicago el año siguiente de Juan Carlos Montero. Retornando al medio fondo cómo no citar a los más jóvenes Roberto Parra, gran corredor de 800 m que se colgó el oro como campeón de Europa junior (1995) y campeón de Europa absoluto en PC (1996) o Eugenio Barrios que tomó su relevo como campeón de España de las dos vueltas a la pista en 1999. Impresionante es la lista detallada de las diez mejores marcas de atletas dirigidos por Martín en las diferentes distancias de 800 m, 1500 m, 3000 m, 5000 m, 10.000 m y maratón. Un ranking difícilmente igualable por ningún otro entrenador.

José Luis González - Martín Velasco

 

Martín, formador de deportistas, de atletas y sobre todo de personas, ha dejado consejos y pautas para la vida de los que tuvieron la suerte de conocerle y ha sido capaz de trasmitirles su apasionamiento hacia un deporte tan sufrido y atractivo que seduce a quien lo descubre y marca a quien lo practica.

No se entendería bien la naturaleza de una persona sino se reflejase su entorno más cercano y en el caso de Martín es notable el respeto, afecto y devoción hacia los que constituyen su núcleo familiar y sin los que él sería, muy probablemente, otra persona diferente. Dos hijos que le han dado 5 nietos, de los que habla con orgullo de abuelo, y sobre todo Charo, su mujer, faro y apoyo desde que se conocieron, sostén de la familia en los viajes a competiciones a los que él acudía con sus atletas, acompañándole en ocasiones a las concentraciones o permaneciendo al cargo de los hijos y disfrutando, ahora que el tiempo les pertenece por entero, de sus viajes a La Manga del Mar Menor, donde disfruta tanto como jugando al mus, otra de sus mayores aficiones.

Martín Velasco destacó sin desear ni buscar relevancia, trascendió sin mostrar vanidad, y saldamos ahora parte de la deuda al traer a estas líneas su impronta, al traer al presente las enseñanzas imperecederas de los maestros, para revivirlas, meditarlas y reaprenderlas, para no perder la esencia ni olvidar el lado más humano de la carrera, que “ha de ser como la lectura, larga, lenta y calmada” según sus propias palabras de lector impenitente.

Te robo tu frase para terminar la entrevista porque indudablemente nos “ha quedado un buen día".  Gracias por tu legado, Martín.

Martín Velasco y autora del reportaje Aurora Pérez

Martín Velasco flanqueado por Ricardo Ortega (a su derecha), la autora de la entrevista Aurora Pérez y el juez toledano y gran amigo Toje (ambos a su izquierda).

 

CURRÍCULUM DE MARTÍN VELASCO

RÁNKING DE ATLETAS ENTRENADOS POR MARTÍN VELASCO