Nassim Hassaous se ha convertido en un pilar importante del fondo nacional los últimos años. Nacido en Las Palmas de Gran Canaria hace casi 30 años, de padre argelino y madre española. La familia Hassaous se trasladó a Tudela justo coincidiendo con el fallecimiento de su madre, cuando Nassim apenas tenía tres años. Por ello casi todos sus recuerdos son de su infancia en aquella localidad navarra en la que el deporte se empezó a cruzar por su vida, de la forma habitual en edad infantil.
“No hacía ningún deporte en especial, hacía lo que tocaba en el cole, sobre todo jugar al fútbol. Había carreras en Tudela y me apunté en una al lado de mi barrio y fui segundo o tercero, sería con 12 años. Empecé a hacer atletismo en el club cuando era cadete, antes no. Entré en la escuela del Ribera Atlético y mi entrenador fue Iván Muñoz, que además corría conmigo y más tarde contra mí. Sigo en contacto con él y fue quien me llevó hasta que me fui a a vivir a Valladolid al empezar la universidad en 2014”.
Hasta entonces, Nassim era un atleta ‘normalito’, con marcas de aquel 2014 de 3:55 en 1500 m y 9:14 en 3000 m obstáculos. “Solo pude clasificarme para un Campeonato de España en pista hasta entonces y sí que había ido al cross por equipos y alguna vez con la Selección Navarra. En Tudela hacíamos un entrenamiento para divertirnos, cuatro días a la semana como mucho, y jugaba al fútbol. Yo no conocía a nadie de los buenos; si en ese momento me preguntabas quién era Jesús España, por ejemplo, yo no tenía ni idea”.
Traslado a Valladolid y progresión con Uriel Reguero
En Valladolid inició su carrera universitaria en Historia, grado que terminó hace años, y empezó a entrenar con el grupo de Uriel Reguero. Pasó a entrenar seis días a la semana y a tomarse más en serio el atletismo. “Empecé con Uriel en abril o así y a los dos meses teníamos el campeonato de España sub23 en Tarragona. Preparamos los obstáculos y quedé cuarto con 9:03… Ese fue mi primer pequeño éxito, y un poco antes había sido subcampeón de España universitario de 10.000 metros”. Aquellos años, para optar a la residencia como deportista en Valladolid, fichó por clubes de Castilla y León, y defendió los colores del Vino de Toro y el Atlético Salamanca.
Un año más tarde, en 2016, llegó su primera medalla nacional, primero la plata en pista cubierta en los 3000 metros tras Marc Alcalá y después en obstáculos al aire libre, también plata, tras Jorge Blanco. “Entonces con aquellas dos medallas sí empiezas a pensar que a lo mejor vales para esto del atletismo. Además, en diciembre de 2015 había debutado con la selección española en el Europeo de Cross en Hyères (Francia), y fue una carrera de ensueño. Yo quedé séptimo, éramos campeones de Europa por equipos sub23, y es algo que no se ha repetido aún. Subir al podio y escuchar el himno fue un subidón total. En aquel equipo estuvimos Carlos Mayo, que fue medalla individual (plata), Jaime Escriche (noveno), Houssame Benabbou (21º), Jorge Blanco (26º), Mohamed Jelloul (37º) y yo”
Nassim es un atleta alto, de 189 cm y 68 kg, pero asegura que fue bajito hasta los 14 o 15 años, cuando pegó un estirón con el consiguiente dolor de rodillas. Esa planta imponente le hace fácilmente identificable en las carreras de campo a través y tener esa “ventaja”, que dicen los entendidos, a la hora de colocarse en la pista, porque este navarro de origen canario y afincado en Valladolid fue creciendo exponencialmente en todo lo que tocaba en pista, sobre todo en distancias cortas. “Creo que hice bien esa progresión, después de aquel Europeo fui subcampeón de España de cross sub23 y es verdad que todo lo bueno lo hacía en cross pero me faltaba rematar en pista. Fui a los Juegos Mediterráneos sub23 en 5000 y quedé quinto, pero al aire libre llegaba fundido a final de temporada. Al año siguiente hice 8:10 en pista cubierta pero luego sufrí una lesión, tuve una fractura por estrés en la tibia. Fue duro, pero no tanto por no tener resultados, si no por no poder salir a correr. Si me preguntas ahora entre correr todos los días un poco o conseguir este o aquel resultado, yo me quedo con salir a correr todos los días”.
Primer sub8:00 en pista cubierta y 13:42 en 5000
El regreso tras la larga inactividad fue bueno, porque se enganchó con la pista cubierta de enero de 2018 con su primer sub8:00 en 3000 metros: “Y me dio confianza para pelear las medallas en el Campeonato de España, quedé quinto, pero me la jugué y no pude en la última vuelta. Aun así estaba contento, dejamos un poco el cross para preparar mejor la pista cubierta. Sí que hice el cross corto de clubes en Gijón y quedé cuarto en un barrizal tremendo, y poco después fui al individual y quedé quinto en la carrera larga, en Mérida, que para mí fue muy importante; una pena que no hubiera Mundial ese año. En Mérida también tuvimos un barrizal enorme y ahí me defiendo bien”.
Aquel 2018 fue su mejor año de pista al aire libre, defendiendo entonces la camiseta del Atletismo Numantino. Llegó un 13:42 en 5000 metros y acabó cuarto en el Campeonato de España, en Getafe. Buscó la mínima del Europeo y no salió por cuatro segundos, pero fue una gran mejora, además con 3:41 en los 1500 metros.
La siguiente temporada de cross no estuvo entre los elegibles para ir al Campeonato de Europa y después, al inicio del 2019, empezó a competir mejor. Sobre todo pegó un nuevo golpe en la mesa al aire libre porque ya bajó de 3:40 en 1500 (3:38.83) y por primera vez de 29 minutos en los 10.000 metros (28:46.72), en el Campeonato de España en Burjassot, lo que le valió ir a la Copa de Europa por primera vez. Tras el descanso veraniego preparó bien el cross y se clasificó para el Europeo, y fue entonces cuando tuvo una nueva lesión en la tibia que le llevó a la retirada en el campeonato: “Seguramente no tenía que haber ido, fui porque creía que pese a los dolores podría correr, pero no pude acabar. Forcé mucho entrenando, parándome algunas sesiones por dolores, y me pudieron las ganas de debutar con la selección absoluta de campo a través”.
Regreso tras lesión y 3:36 en 1500
Compitió tras recuperarse, pero sin mucho entrenamiento, los dos campeonatos de cross, el de clubes y el individual, y tras el confinamiento pudo hacer una buena temporada de pista, con 3:36.95 en 1500 m, en el Meeting de Castellón a finales de agosto, y haciendo el Campeonato de España de la distancia en Madrid en septiembre. “La verdad es que había corrido un 3:42, siendo segundo detrás de Mariano García, luego el 3:36, las dos carreras curiosamente en Castellón, y elegimos el 1500 porque lo preparamos muy bien junto a Saúl Ordóñez. Corrí muy bien en Vallehermoso, pero me quedé a las puertas de la medalla, fue divertido y guardo buen recuerdo”. Diez días después del Campeonato de España cerró esa temporada de pista con 7:45.90 en 3000 metros, en Barcelona.
En 2021 hizo una buena campaña de pista cubierta, con el sexto puesto en el Nacional. “Me propusieron en la Federación Navarra si quería correr el Campeonato de España de Cross en Getafe. Fue el único cross que hicimos aquel año y me adapté bien a aquel circuito tan duro, lo pasé peor en la bajada tan agresiva, y acabé noveno. Al aire libre volvimos a apostar por el 1500, pero no salió tan bien como el anterior. Corrí en 3:37 de nuevo en Castellón y fue un par de días después del Campeonato de España, de nuevo en Getafe, en el que había sido sexto. En Castellón me saqué la espina un poco”
Su mejor Europeo: séptimo en 2021
Su mejor campeonato internacional absoluto hasta la fecha llegó a finales de 2021, cuando en el Europeo de Campo a Través acabó séptimo. “Corrí muy bien, pero es cierto que competí mucho antes, demasiado. Veníamos de no haber hecho nada de cross a principios de año y nos concentraron todos los crosses fuertes ese otoño. Me salió un carrerón aquel Europeo y está claro que luego pagué todo ese esfuerzo en verano”. El 2021, semanas después de aquel cross, Nassim lo cerró con un magnífico tercer puesto en la San Silvestre Vallecana con 28:05 y además cerró el invierno con el subcampeonato de España tras Adel Mechaal, a finales de enero. “Y después, como te decía, pagué todo el exceso de esos meses de tanta competición y tanto entrenamiento fuerte, porque apenas paraba entre semana. Tuve anemia, cogí COVID… me había quedado débil”.
El verano fue malo y tras el mismo Nassim se volcó con el cross, con buenos resultados allá dónde competía y otra vez clasificándose para el Europeo, en Piamonte-Parque La Mandria, en un circuito durísimo cerca de Turín “en el que exploté. Salí muy deprisa confiado, quería ver hasta dónde podía llegar y era un recorrido en el que si explotabas, era imposible no irse para atrás”.
2023 y la decisión del cambio de entrenador
El cross lo completó bien a comienzos de 2023, con aquel campeonato sobre el barrizal de Ortuella: “Me gustan los circuitos así, no me dan miedo y creo que respondo bien, pero a mitad de carrera tuve un mal momento con flato y aunque luego recuperé y acabé fuerte no pude contactar con Andreu Blanes, que acabó tercero. Se arregló un poco el disgusto con ir al Mundial, porque aquella experiencia la disfruté a tope, estoy encantado de haber podido estar allí con #EspañaAtletismo. El día de la carrera me vacié y acabé el 34º y contento”.
No obstante, el aire libre de 2023 le ha dejado, con su anterior entrenador, una marca personal de 13:26.89 en mayo en el Desafío Nerja. El Mundial de Cross le había obligado a descansar bien, se fue a Sierra Nevada a entrenar y luego salió ese resultado “con grandes sensaciones y margen de mejora. Sin embargo, nuevamente no salieron las cosas después… Todo fue muy mal”.
Nassim se había vuelto a ‘estrellar’ en la pista, y eran varias las campañas en las que esto sucedía. Aquello le llevó a la reflexión de que tenía que dar un giro a su vida deportiva. Y decidió un cambio de aires. Al acabar la campaña veraniega contactó con Marcos Peón y empezó a entrenarse con él. “Le veo de vez en cuando yendo a Gijón, pero mantengo contacto diario y entreno la mayoría de veces solo en Valladolid, donde vivo con mi pareja María. Me veía muy estancado en la pista, eso afectó a mi felicidad y mi estado emocional, y por eso sopesé todo y realicé el cambio. En líneas generales, con Marcos trabajo volumen, pero mucha menos intensidad, mucho más liviano, y se ha visto que los resultados son igual de buenos”.
En esta corta trayectoria bajo la tutela del asturiano se ha vuelto a ver la mejor versión del navarro en campo a través. En Soria terminó por asegurarse la preselección para el Europeo de Bruselas tras haber sido sexto en Amorebieta y séptimo en Atapuerca. Ahora, todos los aficionados esperan ansiosos su actuación del 10 de diciembre, cuando #EspañaAtletismo, como siempre, saldrá a pelear por todo como equipo, y en el que Hassaous espera “estar peleando por volver a entrar entre los 10 primeros. Posteriormente el objetivo seguirá siendo el cross, con el campeonato de España de Getafe, y después ya veremos qué pasa con el Mundial porque es muy tarde y la pista estará muy cerca. Nos gustaría hacer una buena incursión en el 10.000 m y tenemos este año un Campeonato de Europa, que debería ser nuestro objetivo porque los Juegos parecen lejanos para mí”.
Despedimos así a este chaval tranquilo, que hace mucha vida hogareña, desconectando del atletismo cuando se acaba el entrenamiento y refugiándose muy a menudo en la lectura, sobre todo de ciencia ficción, y que mira al futuro con la idea de preparar unas oposiciones de Policía Municipal.