A ocho meses de que se celebre el Campeonato de Europa de Selecciones en el Estadio Vallehermoso de Madrid, comenzamos una serie de artículos mensuales que irán desgranando la historia de esta competición, así como otros importantes aspectos del atletismo al más alto nivel celebrado en Madrid a lo largo de la historia, y el obligado repaso a los momentos más brillantes de #EspañaAtletismo en esta competición.
La Copa de Europa de naciones fue creada por el Comité europeo de la IAAF, a instancia de su presidente, el italiano Bruno Zauli. Planteada la propuesta en la reunión del Comité celebrada en Roma el 6 de abril de 1963, el acuerdo para su inicio en 1965 se aprobó en Sofia el 16 de noviembre de 1963. Solo tres semanas después, el 7 de diciembre, de resultas de un fulminante infarto de miocardio falleció el presidente Zauli. Por ello en la siguiente sesión del Comité europeo, en París el 30 de mayo de 1964, no sólo se organizó la primera edición, sino que se acordó dar a la competición el nombre de Bruno Zauli. Se organizaron separadamente la competición masculina y la femenina, en cada caso con 18 naciones agrupadas en tres semifinales, y en cada una las dos primeras naciones clasificadas pasarían a la final. Como en el sector masculino se inscribieron 24 naciones, se hacía preciso eliminar primero a seis de ellas, por lo que se establecieron dos eliminatorias, cada una con cuatro participantes, que enviarían a la semifinal al respectivo ganador. Y la primera de estas eliminatorias, a celebrar en la ciudad holandesa de Enschede, agrupaba a Dinamarca, España, Holanda y Portugal.
De este modo, los días 26 y 27 de junio de 1965, España inició su andadura en la Copa de Europa de naciones en esa eliminatoria en Enschede que clasificaba a un solo país. En cada prueba competía un atleta por selección. Lo mejor para nuestra selección el primer día fueron las victorias de Mariano Haro en los 10.000 metros, y los concursos, donde ganaron Luis María Garriga en altura, Luis Felipe Areta en triple y José Otero en martillo. Al final de la primera jornada, España encabezaba la clasificación con cinco puntos de ventaja. Pero en la segunda jornada las cosas se torcieron. Alberto Esteban ganó los 800, Javier Alvarez Salgado los 3000 metros obstáculos con enorme ventaja y nuevo récord de España en 8:46.0, batiendo los 8:48.6 de Manuel Augusto Alonso, y Luis Felipe Areta que dobló y ganó el triple salto. Pero fallos en otras pruebas hicieron que al llegar a la postrera, el relevo 4x400, España y Holanda estuvieran empatadas a puntos. En este relevo, el primer corredor, Virgilio González Barbeitos, entregó con un metro de ventaja, y Rogelio Rivas lo conservó, pero José Ignacio Pérez Villa fue rebasado por el relevista holandés, y Enrique Bondía no pudo recuperar ante el excelente holandés van Herpen, que le había ganado en la prueba individual con 47.0 frente a 48.3. España acabó el relevo tercera, adelantada también por Dinamarca, por lo que fue Holanda la vencedora de la eliminatoria, con dos puntos de ventaja sobre España, segunda, que por lo tanto quedaba eliminada.
Equipo español que participó en la Copa de Europa de 1965 en Eschede
La siguiente edición, en 1967, se organizó del mismo modo. A España le correspondió una eliminatoria cuadrangular en Atenas, compitiendo con Grecia, Portugal y Suiza. El gran rival era Suiza, y efectivamente Suiza ganó claramente. Tras la primera jornada llevaba siete puntos de ventaja, que se convirtieron en 11 al final. Solo tres victorias lograron los españoles, Ramón Magariños en los 400, Javier Alvarez Salgado en 5.000, y Carlos Pérez en 10.000.
La cadencia bienal cambió en la III edición, que no se celebró hasta 1970. Nuevamente con eliminatoria cuadrangular para España, que se disputó en Barcelona. Y con un primer hito importante: España se clasificó para la semifinal tras ganar nueve de las veinte pruebas. Destacó Javier Alvarez Salgado, que ganó los 5.000 y los 10.000 metros. Los otros triunfadores fueron José Luis Sánchez Paraíso, Luis Sarria y Ramón Magariños en las tres carreras más cortas, Alberto Esteban en 1.500, Rafael Blanquer en longitud, Fernando Tallón en la jabalina, y el relevo corto. De este modo España ganó con 14 puntos de ventaja sobre Rumania, derrotando también a Holanda y Grecia. Por fin se iba a la semifinal, que correspondió en Zurich. El salto en el nivel de los rivales era tremendo: Francia, Unión Soviética, Gran Bretaña, Suiza y Rumania. Y la actuación española en Zurich fue de lo mejor que una selección española había logrado hasta entonces. Baste decir que al término de la primera jornada la clasificación estaba encabezada por Francia con 58 puntos, seguida por la Unión Soviética con 53, tercera España con 38, y ya después Gran Bretaña con 37, Suiza con 26, y Rumania con 19. Como era de suponer, España no pudo mantener esa ventaja sobre la Gran Bretaña, que era rotundamente superior. Pero logró un cuarto puesto, con 60 puntos, por 68 de los británicos. La mejor actuación individual fue la de Mariano Haro, gran vencedor en los 10.000 metros, derrotando al ruso Alanov y al francés Tijou. En cuanto a las marcas, sobresalieron los 14.2 de Rafael Cano en los 110 metros vallas, con todo y quedar sexto, en una carrera de altísimo nivel en la que estableció un nuevo récord de España con cronometraje manual; y los 40.2 del relevo corto, formado por Marco, Aguadé, Paraíso y Jones que quedaron cuartos, también con récord nacional. España, por supuesto, no pasó a la final, pero ya había cambiado de nivel.
De hecho, el cuarto puesto logrado en Zurich clasificaba directamente a las semifinales para la siguiente edición, la de 1973, que correspondió en Celje, Yugoslavia. Pero el resultado aquí contrastó sobremanera con el anterior. la actuación global fue desastrosa, con España clasificada en último lugar, y a nivel individual sólo se pueden señalar cuatro terceros puestos. En cambio, en este año sí hubo una buena noticia: el estreno de la selección femenina, que participó en la eliminatoria en Rijeka, también Yugoslavia. Quedaron quintas, superando a Portugal, con victoria de Carmen Valero en 1.500 metros y segundo puesto de Rosa Ochandiano en 800, y dos récords de España: el de Josefina Salgado en 400 metros con 54.6, y el 3:43.2 del relevo 4x400, en ambos casos logrando la tercera posición.
A partir de aquí se vuelve en 1975 al modelo bienal. España quedaba de nuevo relegada a las eliminatorias. Fue en Lisboa, y ganó España, con victorias en seis pruebas, entre las que destacó la de Antonio Campos en 3.000 metros obstáculos, con nuevo récord de España en 8:26.29. La semifinal de España se celebró en Londres, y quedamos quintos, superando sólo a Bulgaria, con segundas posciones de Rafael Blanquer y Ramón Cid en los saltos horizontales. En la eliminatoria femenina, en Madrid, España repitió quinto puesto por delante de Portugal, con terceros puestos de Rosa Colorado en 400, Sagrario Aguado en altura, y María José Fernández en jabalina.
Leve cambio organizativo en 1977, pues en las semifinales participaban ocho naciones, por lo que ambas selección españolas llegaron directamente a ellas. Si bien con resultados modestos. La masculina fue en Varsovia, y España fue sexta superando sólo a Noruega y Portugal. Lo mejor fue el segundo puesto de Fernando Cerrada en los 5.000 metros. Juan Lloveras, tercero en 110 metros vallas, batió el récord nacional eléctrico con 13.98. La semifinal femenina para España fue en Stuttgart. La selección se quedó en el último puesto, y lo mejor con mucho fue el segundo puesto de Carmen Valero en 3.000 metros, con récord nacional de 9:10.9.
En 1979 la selección masculina compitió en la semifinal de Ginebra, y quedó sexta, superando a Holanda e Irlanda. Se logró una victoria, la de Domingo Ramón en los obstáculos, mientras Antonio Páez, Javier Moracho y Alberto Solanas eran segundos en 800, vallas altas y longitud. Las atletas españolas tuvieron su semifinal en Sofia, y quedaron de nuevo últimas. El mejor puesto fue el cuarto de Iciar Martínez en 3.000 metros, y se lograron tres récords nacionales: los 13.85 de María José Martínez Guerrero en 100 metros vallas, en disco los 47.60 de Encarnación Gambus, y los 3:46.7 del relevo 4x400 metros.
El procedimiento competitivo cambió en 1981. España participó en la semifinal de Varsovia, y quedó cuarta, tras Polonia, Alemania Federal y Hungría. José Luis González ganó los 1.500 en una carrera táctica, y José Alonso y Ramón Cid fueron segundos en 400 vallas y triple. Con esa posición se clasificó para la final B, celebrada en Atenas. Ahí quedó quinta, sólo por delante de Grecia, aunque consiguiendo tres victorias individuales, las de José Alonso en 400 vallas, Domingo Ramón en obstáculos, y Roger Oriol en pértiga. En cuanto a la selección femenina, su eliminatoria se celebró en Barcelona, un cuadrangular que clasificaba para las semifinales a los tres primeros países, en el que España ganó por puestos tras empatar a 44 puntos con Grecia. Ganaron sus pruebas Mercedes Calleja en 1.500, Asunción Sinovas en 3.000, Montserrat Pujol en 400 vallas, Isabel Mozún en altura, Encarnación Gambus en disco, y ambos relevos. La semifinal en Edimburgo fue mucho más dura, y España quedó séptima, por delante de Dinamarca. De nuevo Mercedes Calleja, cuarta, y Asunción Sinovas, tercera, fueron las mejores.
En 1983 se cambió de nuevo. En el sector masculino, España fue encuadrada en la final B, que se celebró en Praga. La selección quedó segunda, a un solo punto de los anfitriones checoslovacos, que fueron los que ascendieron a la máxima categoría. Esta actuación fue mucho mejor de lo que preveía la teoría, sobre todo en la primera jornada que terminó en cabeza con 3,5 puntos de ventaja sobre Yugoslavia. José Manuel Abascal ganó los 1.500 en 3:33.63, mejor marca europea del año, Antonio Prieto los 10.000, y José Alonso los 400 vallas. Y además, Angel Heras, segundo en 400, batió el récord de España con 45.98. El segundo día todavía triunfaron Colomán Trabado en 800, y Domingo Ramón en obstáculos. La selección femenina disputó en Lisboa la final C-1, y quedó tercera tras Yugoslavia y Austria, con seis segundos puestos.
1985 Budapest: Equipo de España que logró el ansiado ascenso a la máxima categoría del atletismo europeo
La edición de 1985 supuso otro hito. La selección masculina ganó la final B en Budapest y por lo tanto logró el ascenso. La primera jornada fue muy competida, con victorias de Angel Heras en 400, José Luis González en 1.500 y José Alonso en 400 vallas: Hungría, Bulgaria y España la acabaron en dos puntos. Nuevos triunfos el segundo día, de Colomán Trabado en 800, Francisco Sánchez Vargas en obstáculos, llevaron al empate con Bulgaria al llegar la última prueba, el relevo largo. Y el triunfo que lograron Juan José Prado, Antonio Sánchez, Angel Heras y José Alonso, con un nuevo récord nacional de 3:04.04, dio a España la primera posición con tres puntos sobre Bulgaria, y el ascenso a la máxima categoría. Las féminas compitieron en la final C-1 en la ciudad austriaca de Schwechat. Consiguieron el mejor puesto hasta entonces, el segundo tras Suiza, por lo que no pudieron lograr el ascenso, con triunfos parciales de Blanca Lacambra en 400, Rosa Colorado en 800, y ambos cuartetos de relevos.
1987 vio el estreno de España en la final A masculina celebrada en Praga. Y nuevo éxito notabilísimo: se logró la permanencia, con el séptimo puesto por delante de Polonia que fue la que descendió. El éxito se fraguó en el inimaginable resultado de las tres carreras lisas largas. Los 1.500 fueron para José Luis González, que derrotó en la última vuelta al británico Steve Cram. En 5.000 ganó José Manuel Abascal, con una tremenda última vuelta en 54.0. Y en los 10.000 hizo su gran aparición Abel Antón ganando en una carrera táctica. El logro masculino se completó con el femenino. España compitió en la final C-1 en Maia, y ganó, por delante de Bélgica, Portugal, Irlanda e Islandia. Se lograba de este modo por primera vez el ascenso a la segunda categoría. Nada menos que siete victorias consiguieron las atletas españolas; tres con nuevos récords nacionales, los 32:45.48 de Ana Isabel Alonso en 10.000, 15.14 de Margarita Ramos en peso, y 44.94 en relevo corto. Además ganaron Rosa Colorado en 800, Montserrat Pujol en 400 vallas, Natividad Vizcaíno en jabalina, y el relevo 4x400.
Después de estos logros, en 1989 llegó el bajón. La final A masculina, en Gateshead, vio a España quedar última y descender. Sólo un par de terceros puestos, de Cayetano Cornet en 400, y de José Manuel Albentosa en 10.000, paliaron el descalabro. En cambio la selección femenina, en la final B de Estrasburgo, se clasificó sexta por delante de Suecia y Yugoslavia, y conservó la categoría. Quedaron segundas Sandra Myers con 11.43 en 100 metros, récord de España, y Maite Zúñiga en 800.
España se convertía en equipo ascensor. En 1991 había vuelto a la final B, en Barcelona. Y quedó primera, ascendiendo de nuevo, al superar por sólo dos puntos a Polonia. Solamente se consiguieron tres triunfos, los de Cayetano Cornet en 400, Carlos Sala en vallas altas, y el relevo 4x100, pero el consistente nivel medio logró la victoria global. Posiblemente la prueba más notable fue el salto de altura. Ganó el sueco Sjöberg con 2.34, y segundo con la misma medida quedó Arturo Ortiz, que conseguía así un nuevo récord de España, todavía hoy imbatido 33 años después. La selección femenina, por su parte, quedó cuarta en la final B, celebrada simultáneamente en Montjuic. Era el mejor resultado de siempre, conseguido con seis triunfos parciales, pero resultados pobres en las demás pruebas. Esas victorias corrieron a cargo de Sandra Myers en 100 y 200, Julia Merino en 400, María José Mardomingo en 100 vallas, Margarita Ramos en peso, y el relevo 4x400.
Cambio de denominaciones en 1993: la máxima categoría pasaba a llamarse Superliga, y la masculina se celebró en Roma. Participaron nueve países, y sólo los seis primeros conservaban la categoría. Pues bien, España quedó séptima, a 21 puntos de la sexta, Ucrania. El mapa de Europa había cambiado, y las cosas se hacían más difíciles. Los mejores españoles fueron Fermín Cacho en 1.500 y Angel Hernández en longitud, con respectivos segundos puestos que no pudieron impedir el descenso de España. En cuanto a la selección femenina, en la ahora llamada Primera División (en realidad el segundo nivel tras la Superliga), celebrada en Bruselas, consiguió el segundo puesto tras Bielorrusia, y por lo tanto el ascenso a la citada Superliga. Hubo dos victorias, ambas de Sandra Myers en 200 y en 400, y hasta cuatro segundos puestos, y se logró así el mayor éxito de la selección española hasta entonces.
Y a partir de este momento el evento se celebra todos los años, lo que nos obliga a resumir mucho más el comentario. En 1994 el equipo masculino logró en Valencia la victoria en Primera División con medio punto sobre Polonia y ascenso para ambos países. En cambio en Birmingham las féminas quedaron últimas de la Superliga, y descendieron. Curiosamente, nueva permuta en 1995. El equipo masculino quedó séptimo en Villeneuve d’Ascq y descendió, mientras que el femenino fue primero en Basilea y ascendió, debiendo destacar la triple victoria de Sandra Myers en 100, 200 y 400.
En 1996 la Superliga, tanto masculina como femenina, se celebró en Madrid, en el Estadio de la Peineta. La selección femenina había ascendido; y la masculina, aunque había descendido, fue invitada al ser los anfitriones y haber nueve calles en la pista. Inesperadamente el equipo masculino fue nada menos que cuarto, en una clasificación encabezada por Alemania, Gran Bretaña e Italia, mientras a España la seguían Rusia, Francia, Ucrania, Suecia y Finlandia. España consiguió en esa extraordinaria actuación cuatro triunfos parciales: Roberto Parra en 800, Fermín Cacho en 1.500, Arturo Ortiz en altura, y David Martínez en disco. Por su parte la selección femenina fue séptima por delante de Bulgaria, el mejor logro de siempre, aunque no pudiera evitar el descenso. El mejor logro individual fue el segundo puesto de Julia Vaquero en 5.000 metros, con 15:41.99, nuevo récord nacional que ella misma arrasaría cuatro días después.
La Superliga de 1997 fue en Munich, con otro gran puesto para la selección masculina, quinta esta vez, tras acabar ¡primera! la primera jornada, en la que ganaron Fermín Cacho los 1.500 y Arturo Ortiz la altura. La selección femenina quedó cuarta en Primera División en Praga. En 1998, en San Petersburgo, España sólo pudo ser séptima en la Superliga y descendió. Las mujeres repitieron cuarto puesto en Primera División, en Budapest. Por ello en 1999 ambos equipos compitieron en Primera, en Atenas. Los hombres fueron segundos por detrás de Hungría, y sólo subía uno; mientras que las mujeres fueron otra vez cuartas, con estreno en la selección de Niurka Montalvo que consiguió la única victoria. En el año 2000 la Primera se celebró en Baerum, Noruega. Victoria de la selección masculina, que ascendía así a la Superliga, y tercer puesto femenino, que por lo tanto no lo consiguió.
Pero en 2001, en el regreso a la Superliga masculina, el séptimo puesto en Bremen volvió a significar el descenso, mientras las mujeres eran segundas en Primeras, en Vaasa, Así en 2002 volvieron a competir juntos todos en Sevilla, en el Estadio de la Cartuja, con gran éxito: ambos equipos lograron el triunfo, con un total de trece victorias parciales. Ascenso a la Superliga de ambos equipos, pues, que se materializó en 2003 en Florencia. Los hombres sólo pudieron ser séptimos, pese a tres victorias parciales, y descendieron. En cambio el equipo femenino logró un extraordinario quinto puesto, el mejor logrado nunca. Lo más notable fueron los triunfos de Natalia Rodríguez en 1.500 y Glory Alozie en 100 vallas, y la regularidad de todo el equipo. En 2004, nueva permuta. Los hombres ascendieron al ganar en Estambul, y las mujeres descendieron tras ser séptimas en Bydgoszcz. En la Superliga de 2005, en Florencia, el equipo masculino fue sexto con nada menos que seis victorias parciales, y se mantuvo; mientras que las mujeres quedaron segundas en Primera en Gävle. Por ello no ascendieron.
Pero en 2006 la Superliga se celebró en Málaga, y por lo tanto compitieron las dos selecciones españolas. Buena actuación global, con sendos sextos puestos. En 2007 la selección masculina compitió en Primera división en Vaasa, y ganó volviendo a ascender, mientras la femenina, en la Superliga de Munich quedó octava y descendió. Y 2008 fue el último año de este formato. La Superliga masculina se celebró en Annecy, y España quedó séptima con tres triunfos individuales, mientras la selección femenina compitió en primera en Leiria y ganó con ocho victorias parciales. A partir del año siguiente esta competición se convertiría en Campeonato de Europa de selecciones, conjuntamente masculinas y femeninas; y los resultados españoles de esa última edición, de 2008, le daría acceso a la máxima categoría.
De este modo en 2009, en Leiria, se estrena este nuevo formato, que desde 2015 es bienal en los años impares. Participan en cada edición los doce más destacados equipos de Europa. Así, en esta primera edición, España quedó séptima, con cinco victorias: Miguel Quesada en 800, Jesús España en 3000, Eusebio Cáceres en longitud, Nuria Fernández en 1.500 y Dolores Checa en 5.000. En 2010 en Bergen, octavo puesto con victoria única de Jesús España que repetía. Y en 2011 en Estocolmo, ascendemos al séptimo puesto, con cuatro victorias en carreras: Manuel Olmedo en 1.500, Juan Carlos Higuero en 3.000, y Jesús España y Dolores Checa en 5.000. La siguiente edición fue en 2013, pues en 2012 había Campeonato de Europa. Volvimos al octavo puesto, con una victoria, de Isabel Macías en 1.500. Y en 2014 en Braunschweig otro octavo puesto, ahora sin victorias.
Desde aquí como hemos dicho, se celebra el campeonato los años impares. En 2015 en Cheboksary España quedó otra vez octava y sin victorias. Pero esto cambió en la siguiente edición, en Lille en 2017. España logró un excelente quinto puesto, con cuatro victorias parciales, las de Antonio Abadía y Ana Lozano en 5.000 metros, Orlando Ortega en 110 vallas, y el relevo masculino de 4x400 metros. Nuevamente cuatro victorias en 2019, en Bydgoszcz, las de Adel Mechaal en 3.000, Orlando Ortega en 110 vallas, Fernando Carro en obstáculos y Miguel Angel Sancho en altura, que nos dieron el sexto puesto. Se recupera el quinto puesto en la edición de 2021, también polaca, esta vez en Chorzów, con victorias de Asier Martínez en 110 vallas y otra vez de Fernando Carro en obstáculos.
Y finalmente en 2023, repitiendo sede en Chorzów, el mejor resultado de siempre. Un histórico cuarto puesto, por detrás de Italia, Polonia y Alemania; y a continuación de España vienen Gran Bretaña, Holanda, Francia, etc. Con cuatro triunfos individuales: Mohamed Katir y Esther Guerrero en 1.500, Thierry Ndikumwenayo en 5.000, y Daniel Arce en 3.000 metros obstáculos. Nadie lo hubiera creído en aquellas primeras ediciones en las que no conseguíamos clasificarnos para las semifinales. Esperemos consolidar estas posiciones en Madrid 2025.
En 2023, España Atletismo logró la cuarta plaza, la mejor de la historia en esta competición
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