Este miércoles, 5 de julio, ha fallecido en Madrid a los 67 años Jesús María Abadía, referencia del decatlón español y además persona muy conocida en otros ámbitos profesionales del mundo del deporte.
Jesús María Abadía Remírez (21.09.1955 Lodosa/Navarra), tras completar sus estudios de Formación Profesional en San Sebastián, ciudad a la que llegó con 6 años, orientó su primeras preferencias deportivas hacia la gimnasia (le gustaban las anillas y las paralelas), deporte que practicó hasta los 18 años y en el que tenía al añorado Joaquín Blume como su gran ídolo. De ahí pasó al At. San Sebastián donde comenzó a practicar longitud y triple.
En 1975 recala, con 20 años, en la Residencia Blume de Madrid, con unas cualidades físicas muy poderosas y destacadas marcas en diferentes especialidades, que va puliendo de la mano de su entrenador José Luis Martínez. En 1979 logra el primero de sus dos récords de España Absolutos de decatlón, sería en la Copa de Europa de pruebas combinadas donde logró 7.457 puntos ante algunos de los grandes especialistas europeos del momento como eran los rusos, polacos, búlgaros o húngaros.
En 1980, en un control en el INEF madrileño, Abadía asalta nuevamente el récord español con una marca de 7.671 puntos (manual), plusmarca que mantendría vigente hasta 1987 con la llegada de Carlos Miguel Azulay, aunque no sería suficiente para poder asistir a los Juegos Olímpicos de Moscú.
En pista cubierta logró por dos veces el récord de España de Heptatlón y Octatlón (5.263/5.975 en 1980 y 5.481/6.171 en 1981).
Internacional absoluto en 10 ocasiones (1976-1985) llegó a ser tres veces campeón de España absoluto de decatlón (1978-1979-1980) y una vez de Octatlón en pista cubierta (1981).
Tras varios años de lesiones (era muy propenso a ellas por su perfilada musculatura) pasa a ejercer de masajista (labor que ya ejercía con los atletas en el INEF madrileño) en el Ballet Nacional y el Real Madrid de baloncesto, en este caso de la mano de Paco López, entrenador de atletismo y entonces preparador físico del equipo madrileño, donde Abadía empieza a ganarse el respeto y cariño de muchísima gente que pasan por sus manos, entre tantos y por citar a uno de los más grandes, Fernando Martín. Igualmente fue masajista oficial de la RFEA en la segunda mitad de los años 80 donde coincidió con Manuel Rafael durante tres años aunque trató a muchos atletas antes y después de esta época en su propia consulta.
Hombre de una calidad humana y generosidad irrepetible que ha dejado profunda huella en el atletismo español. Nos deja "Chuchi" o "El Racial" como cariñosamente le llamaba su entorno de grandes amigos.
Desde la RFEA, nuestro más sincero pésame a su familia y amigos.
D.E.P.
HISTORIAL DEPORTIVO DE JESÚS MARÍA ABADÍA