Sofía Santacreu y Aldara Meilán hacen historia

Campeona Europea y Récord de España y Bronce Europeo de 10.000 metros marcha
Sábado, 9 de Agosto de 2025
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Tampere 2025 Santacreu y Meilan
RFEA | Sportmedia

Oro y bronce en los 10.000 m, donde Claudia Ventura ocupó la quinta posición ratificando el inagotable potencial de la marcha española.

La historia interminable: la de amor entre la marcha española y el éxito. Da igual la categoría, da igual el campeonato. Jornadas históricas que se difuminan en el calendario, constituyendo uno de los legados más impresionantes del atletismo universal. Una suerte que su principal beneficiario sea la gran familia de #EspañaAtletismo.

Esta vez fue la juventud la que dio la alegría, al sur de Finlandia, en el Tampere Stadium, que hasta el domingo alberga el Campeonato de Europa Sub-20, donde ya mandamos en el medallero gracias a los dos oros que cayeron ayer y a la indescriptible actuación cosechada esta mañana en la prueba más madrugadora de la jornada: los 10.000 metros marcha.

Teníamos tres marchadoras en liza y la última en cruzar la meta lo hizo en quinta posición. No es un milagro, es una escuela, una manera particular de entender este deporte, un trabajo infatigable que se extiende de los campeonatos regionales a los Juegos Olímpicos. Claudia Ventura reventó su marca personal para cruzar la meta en 44:43.01 en el primer 10.000 de su vida (llegaba con la tercera posición en el Nacional, sobre la mitad de la distancia, como principal credencial), pues antes solo había desplegado sus habilidades sobre 10 km —ya sabéis, la nomenclatura de la misma distancia cuando no se disputa sobre tartán sino sobre asfalto—.

Antes que ella, tras 25 vueltas de conocido sufrimiento, arribó Mina Stankovic (récord serbio absoluto, 44:35.66). Y antes aún ya habíamos tenido ocasión de festejar, pues la tercera plaza del podio fue también para una integrante de nuestra delegación: Aldara Meilán, girando sobre el sintético finés más veloz que nunca en su joven trayectoria deportiva (44:15.89). Para ser justos, “veloz” es un término que se queda corto; la pasión por competir se le fue de las manos, pues este año había firmado 47:09.16 y tenía como PB 45:06.75. No fue un bocado, fue canibalismo.

La plata fue para la perseverante italiana Serena Di Fabio, récord transalpino sub-20 tras marcar el paso de la carrera durante los primeros nueve kilómetros. Hasta que apareció ella: la cazadora paciente, la joya conocida en casa que ya brilla más que nadie en el Viejo Continente. Ninguna marchadora de la categoría (hablamos del mundo, ya no de Europa) ha rendido tanto en 2025 como lo hizo hoy Sofía Santacreu: 43:47.89. Marca personal por un verano (acudió con 45:59.76) para una muchacha que supo gestionar la presión de ser una de las favoritas —nada fácil a estas edades— y ratificar su absoluta superioridad en una categoría que abandonará en 2026: ya había ganado el título hace dos años en Jerusalén (en aquella ocasión 45:59.76), misma ciudad donde también conquistó el sub-18 de 5.000 m en 2022. Es joven, es astuta, es talentosa… es una líder fantástica para una generación dispuesta a conseguir que el idilio de la marcha española con el brillo de los metales esté muy lejos de terminar.

Santacreu se convierte en la 7ª campeona europea de la historia del atletismo español en esta competición (ya fue la sexta hace dos años en Jerusalén). Con estas dos medallas, la marcha femenina suma diez medallas en la historia de los Europeos sub20 desde que hace 40 años en Cottbus Mari Cruz Díaz y Reyes lograran el oro al unísono.

Lara Iglesias lanzó 46.22 en su estreno en la final de jabalina y mejoró sensiblemente para firmar 46.98 en el segundo tiro. El tercero no pasó de 45.82, así que terminó el concurso 9.ª, a 21 centímetros de la mejora. Teniendo en cuenta que partía con la tercera peor marca de cuantas lanzaban (50.08), aunque estuviera algo alejada de ella (como lo estuvieron incluso muchas de las favoritas), hay que dar por más que satisfactoria su participación.

En la calificación de la misma prueba, versión masculina, tuvimos pleno de accesos a la final (mañana a las 17:35). Tres de tres. Pedían 73 metros para el pase directo y nadie los consiguió, así que todo fueron “q”. La primera para el polaco Roch Krukowski (72.69), la segunda para el líder continental del año, nuestro Rafael Mahiques (72.07), un chaval que ha tirado 77.60 este curso y que, lógicamente, aspira a todo en cuanto comiencen a jugarse las preseas. La séptima para Hailu Estrampes (70.09) y la novena (de doce) para Alejandro Esteban (68.75).

No tuvieron problemas Andrés Lara (cuarto mejor marquista europeo del año con 8:48.19) ni Bakr El Asri (vigente oro continental sub-18 y campeón de España sub-20) para colarse en la final de los 3.000 metros obstáculos (tendrán, como el resto, poca recuperación, pues se disputa mañana a las 17:15). Andrés fue segundo de la primera “semi” con 8:54.15 y, justo pegado a él, arribó Bakr (8:54.21). En la segunda carrera competía Martí Torregrosa, séptimo del ranking europeo esta temporada (8:51.56), quien, al igual que sus compañeros, controló en todo momento la situación desde las primeras plazas del grupo, cogió la cabeza antes de la penúltima ría y alargó la zancada para evitarse problemas en el último medio kilómetro: lo logró sin mayores sobresaltos, entrando segundo tras el turco Kiyasettin Kara (8:58.18 por 8:58.18 de Martí). Tres obstaculistas y tres “Q”: de matrícula.

Sami Laouida-Baba estará en las semifinales de los 110 metros vallas (99,0 cm cuando hablamos de categoría sub-20) gracias a su cuarta posición (14.06) en la tercera de las cinco carreras de clasificación (pasaban los cuatro primeros y los cuatro mejores tiempos del global). No podrán acompañarle mañana a las 10:40 los otros dos españoles en liza: Aritz Goñi fue séptimo en la serie inaugural (14.43) e Iván García ocupó la misma plaza en la segunda (14.62), ambos lejos del último crono de corte, 14.14.

Tres españoles en las “semis” de los 200 metros, donde avanzaban a la final (mañana a las 16:45) los tres primeros más los dos mejores cronos: Oriol Sánchez y Rodrigo Fito, en la primera; Daniel Casado, en la segunda. Oriol corrió en 21.04 (este curso lo ha llegado a hacer en 20.82), entrando en segunda posición tras el intratable luso Pedro Afonso (20.74) y apresando el pase directo, mientras Rodrigo entraba por tiempos 21.29 (5º) tras ver que los tiempos de la segunda semifinal no eran mejores. Fueron peor las cosas para Daniel, octavo y último con 21.79.

El 4x400 femenino (Inés González, Ana Gálvez, Rocío Navarro y Ana Alba Ruiz —Candela Angulo fue suplente—) actuó en la segunda semifinal: pasaban las tres primeras de cada carrera y los dos mejores tiempos a la final de mañana a las 19:05. Fuimos quintas con 3:40.39 y el último tiempo de corte lo estableció Francia (cuarta en la primera serie con 3:38.69), así que ahí expiraron nuestras aspiraciones en el relevo largo… femenino. Porque Marco Saiz, Aarón Gastón, Sergi Pons y Óscar Crespo sellaron una exhibición en el masculino, ganando su serie con 3:09.84 y poniendo los dos pies en la carrera que les permitirá soñar con las medallas (mañana, 19:15). No son los favoritos, pero está claro que están en forma y con ganas, y con la tendencia favorable del numeroso equipo español (83 atletas) a su favor.

Pau Caparrós firmó esta serie en la calificación del triple: 15.20, 15.07, 14.57. Suficiente para acceder a la final con la décima marca. Será mañana a las 15:45 y allí deberá luchar por batir su marca personal (15.35) si quiere hacer algo grande (hoy ocho rivales saltaron más que eso). Un reto asumible para el que está totalmente capacitado.

La mala suerte, o la idiosincrasia de la disciplina —“vallas son vallas”, dicen los sabios del lugar en referencia a los riesgos implícitos—, se cebó con Iratxe Tejero en su serie de calificación. Iba remontando puestos cuando tropezó con la octava barrera y la inercia de la caída la condujo justo a los pies de la novena, que pasó por debajo. Aunque acabó cruzando la meta, fue descalificada por los jueces debido a tan clara infracción del reglamento (TR.22.6). Una pena, porque ella había corrido este año en una PB de 13.60, lo que le hubiera dado el pase. Tiene nivel y la mala suerte no va a estar ahí todos los días.

También se acabó nuestra actuación en la longitud femenina, donde Laura Martínez (que ya nos representó en los 100 metros) estuvo a 11 centímetros de meterse entre las doce finalistas: acabó 13.ª del sumario de la calificación con 5.88, lejos de los 6.40 que había brincado esta temporada y de los 6.48 que posee como mejor prestación.

RESULTADOS

FOTOGALERÍA (RFEA | Sportmedia)