Solidez de #EspañaAtletismo en el maratón mundial

Novales, Lamdassem y Chakir, 21º, 22º y 24º en una carrera durísima
Domingo, 27 de Agosto de 2023
Image
Tariku Novales en Budapest
RFEA / Miguélez Team

No hay prueba más impredecible en el programa atlético que el maratón, donde la fisiología hace estragos a partir del kilómetro 35 sin remedio posible. Si además sale una carrera a golpe de hachazos, como la de este último domingo del Mundial de Budapest, el cóctel resulta explosivo. El trío de #EspañaAtletismo surfeó el oleaje con destreza. Tres maratonianos entre los 25 mejores del planeta: Tariku Novales, 21º; Ayad Lamdassem, 22º; Ibrahim Chakir, 24º. Únicamente Etiopía fue capaz de lograrlo también.

Aunque es final fue semejante, los tres no siguieron la misma táctica. Novales, que con 25 años debutaba con #EspañaAtletismo en su tercer envite maratoniano, corrió con el cerebro de un veterano. No entró a un solo cambio. Y los hubo desde el inicio. De menos a más, devorando millas en solitario, un peaje necesario en esta ocasión, fue recogiendo los cadáveres que dejaba Filípides conforme avanzaba la carrera. 

A Tariku le frenaron, según reconoció, unas molestias en el aductor que ya creía olvidadas. "Sentía que tenía más ritmo del que estaba sacando a partir del kilómetro 27", apostilló tras cruzar la meta en 2:12:39. Con todo, el intermitente dolor le permitió acabar fuerte. Bastante más que Lamdassem, a quien le metió 36 segundos en los dos últimos 2195 metros. Y también que Chakir, que había ido por delante de él toda la prueba y que desde el km 36 solo le vio alejarse más y más.

"Estoy muy contento con cómo he gestionado la carrera y con el puesto", reconoció el joven Novales, una excepción en el maratón, esa prueba donde la experiencia, más que nunca, es un grado. Tiene 25 años, 2:07:18 en el currículum, un 21º en su primer Mundial y todo el futuro por delante.

En Budapest, Tariku corrió con dos ángeles de la guarda y se acordó de ellos nada más pasar la meta: "Ángel y Charlie Basas", rezaba la parte posterior de su dorsal, y mientras lo mostraba señaló al cielo, un homenaje a nuestros dos queridos fisioterapeutas, compañeros y amigos, que en paz descansen.

Si Tariku corrió con la calculadora, Lamdassem y Chakir siguieron el camino de las entrañas. Coraje y corazón. El instinto. Optaron por engancharse al grupo de cabeza y responder, en la medida de lo posible, a todos los cambios de ritmo. Los amortiguaron como buenamente pudieron, porque los imprevisibles parciales (fluctuaban desde más de 3:10/km a menos de 3:00/km) marcados por el keniano Kiplagat, el ugandés Kiplangat, el ruandés Hakizimana e incluso el japonés Yamashita y el italiano Chiappinelli convirtieron el maratón en una carrera de supervivencia. El calor y la humedad tampoco ayudaban.

Ayad y Chakir

Lamdassem y Chakir se alejaban y volvían al grupo (amplísimo), tratando de romper su ritmo lo mínimo en esa guerra de ataques. Cada vez costaba más engancharse a la cabeza. Lo estuvieron en el paso por la media (1:05:02), y también en el km 25 (1:17:05), pero al km 30 (1:32:14) ya no llegaron. Uno a 19 segundos y el otro a 45. No habría vuelta atrás para ellos... ni para muchos otros que aceptaron el reto.

Chakir se descolgó antes, pero pudo mantenerse y acabar recuperando un par de puestos en los últimos kilómetros del martirio. Al final, 24º en su debut con #EspañaAtletismo con 2:13:44. Lamdassem aguantó cerca de los mejores durante más tiempo, aunque sufrió de lo lindo para amarrar la 22ª posición en 2:12:59, la mejor que ha conseguido en cuatro Mundiales disputados. 

Tras picar piedra ataque tras ataque, la batalla se la llevó el ugandés Victor Kiplangat en 2:08:53. Tanto machacó en los últimos kilómetros que su acompañante, el etíope Leul Gebresilase, acabó desfondado y perdiendo la plata a escasos metros de meta a manos del israelí Maru Teferi, 2:09:12 por 2:09:19. No muy lejos de ellos terminó la gran sorpresa del maratón, Tebello Ramakongoana, el atleta de Lesotho que hizo marca personal con 2:09:57 para ser cuarto.

RESULTADOS