Ante una grada de Vallehermoso que rebosaba pasión por el atletismo, Shelly-Ann Fraser-Pryce apartó hacia su espalda sus interminables trenzas, se irguió sobre los tacos y, pistoletazo mediante, echó a volar. ‘Pocket Rocket’, ocho medallas olímpicas y 16 mundiales, corrió los 100 metros más rápido que ninguna otra mujer en la historia de Madrid. 10 segundos y 83 centésimas en los que el prendió fuego al coliseo capitalino… Y a su estela, un cohete llamado a dominar la velocidad española (¿y europea?) en el próximo lustro: Jaël-Sakura Bestué.
Aquella postal en Vallehermoso el 22 de julio (11.10, por cierto, tercera española all-time) fue solo una más en la colección que dejó un 2023 inolvidable, un año a la altura de pocas velocistas patrias en toda historia.
Desde Sant Cugat para el mundo, Bestué ha alcanzado la regularidad deseada para confirmar todo lo que apuntaba en categorías inferiores, en las que se hartó de batir récords y ganar medallas. Las más relucientes, una plata mundial sub18 en 200 y un bronce europeo sub20 en 100.
Con las lesiones olvidadas y Ricardo Diéguez ‘El Panter’ al mando de sus entrenamientos, el cohete Bestué despegó el pasado mes de enero. En el primer disparo, 7.24 en 60 metros, a una centésima del histórico registro de Sandra Myers que su amiga Maribel Pérez había batido en 2022. Dos semanas después, 7.23, y una más tarde, ganando su segundo título en la prueba más explosiva del programa, 7.19. Al palo el récord de España (7.16).
Todavía le quedaría a Jaël tiempo en el indoor para convertirse en la primera española de la historia en alcanzar la final de los 60 metros en un Campeonato de Europa, terminando octava en Estambul.
Al aire libre, cumplió con nota en las dos últimas jornadas de la Liga Iberdrola antes de hacer saltar la banca en una tarde memorable en Castellón. Abrió bocas con un 100 ventoso en 11.14, para una hora después reventar el cronómetro en el doble hectómetro: 22.54, una marca que solo superaba en España el récord de Sandra Myers con 22.38 hace ya 33 años.
Otra postal para la colección, que decíamos antes. A lo largo del verano, Bestué dejó hasta seis como esta en los 200 metros, cinco de ellas con viento legal. Ni siquiera la mítica Myers en su año más prolífico, 1990, cruzó tantas veces la frontera de los 23 segundos (cinco, cuatro legales).
Jaël se confirmaría luego como una velocista de talla internacional. Quedaría tercera en la Diamond League de Estocolmo (22.59), batiría el récord de los Campeonatos de España en Torrent (22.72), se convertiría en la primera española en doblar 100-200 en un Campeonato del Mundo absoluto (en realidad, triplicó, pues también corrió el relevo corto) y después en la mejor mundialista española de siempre en ambas pruebas (11.25 para ser séptima en su semifinal de 100, 22.58 y quinta de su semifinal en 200). A la estela de las leyendas, como Fraser-Pryce en Vallehermoso, pero cada vez más cerca de ellas.