El pasado Road to Canfranc Pirineos, con el que vamos ilustrando los meses previos al Mundial de Mountain y Trail Running que nos espera en septiembre, poníamos en valor la figura de Jesús Castelló, como ese entrenador entusiasta de la especialidad que tuvo que pelear contra viento y marea porque las carreras de montaña y el trail running no estaban aún asentadas en el atletismo español. Con Castelló de fondo llegaron los primeros grandes logros de nuestros deportistas y es ahí donde nos vamos a detener en este capítulo.
El primer “tiro al palo” respecto a los puestos de honor llegó en un “dos en uno” con la cita de los Europeos de Carreras de Montaña disputados en Upice (República Checa) en 2006. #EspañaAtletismo tuvo una muy buena actuación en la localidad de origen del mítico Emil Zatopek, con dos atletas que se estrenaban en la especialidad. Por un lado, el madrileño Enrique Meneses, un buen corredor de cross, aunque tampoco era un top nacional y que había flirteado durante años con el triatlón y duatlón. Meneses ganó su primer campeonato de España semanas antes y en Chequia acabó cuarto, probablemente fuera del podio porque en su esquema mental estuvo correr de menos a más hasta ver dónde llegaba. Enrique es el dueño y señor de esta disciplina, el trail classic, en nuestro país, porque cerró su etapa deportiva con nueve títulos de campeón nacional, además estos repartidos en tres décadas diferentes. Tras esa soberbia actuación de 2006, Meneses no volvió a competir ningún campeonato de España de Carreras de Montaña hasta el año 2012.
En aquella cita de 2006 también tuvimos una muy buena actuación femenina, gracias al quehacer de la maratoniana internacional absoluta, Marta Fernández de Castro. La valenciana había competido el Mundial al aire libre de Edmonton 2001 como maratoniana, y con una marca personal de 2h32:53 de aquel año, a sus 35 años se animó a probar cosas diferentes para ser competitiva en el final de su carrera deportiva. Marta había sido campeona de España como Meneses en su estreno unas semanas antes y en el Europeo acabó quinta. Fue tres veces campeona de España de forma consecutiva.
Al año siguiente, en 2007, el equipo masculino formado por Vicente y José Luis Capitán, junto con Tofol Castañer, se quedaron a las puertas del podio, en la cuarta plaza, en la cita celebrada en los Pirineos Franceses, y un año más tarde en la Selva Negra alemana, en Zell am Hamersbach llegó la tan ansiada primera medalla para el atletismo español con la plata masculina gracias a Javier Crespo, Tofol Castañer y Vicente Capitán, en una actuación muy coral con los puestos 9º, 10º y 13º respectivamente, y siendo solo batidos por Italia, que era año tras año campeona del Mundo en esta distancia.
Las individualidades se quedaron un poco estancadas, pero los tres protagonistas antes mencionados volvieron a repetir en el mismo orden de llegada en el Europeo de 2010, en Bulgaria, y se llevaron la medalla de bronce. Hubo que esperar a 2012 para tener una nueva gran actuación individual, que fue la quinta plaza de la asturiana Verónica Pérez, en aquellos momentos mujer de 1h15 en media maratón y que dos años después fue campeona de España de Maratón en su debut, con 2h34:45 en San Sebastián. Estaba claro que la gente de la ruta y el cross iban perdiendo el miedo a probar en trail running, pero aún faltaba continuidad en el intento. Aquel 2012, Verónica, junto a toda una triple campeona de España como era la tinerfeña Amada de Jesús Sánchez, y toda una especialista en trail running, que era la joven vasca Ainhoa Sanz, cuajaron la mejor actuación femenina de siempre, con la quinta plaza. Enrique Meneses que había sido noveno en 2012, volvió a estar cerca del podio en 2013 con la sexta posición final.
Para volver a saborear las medallas, tras los dos por equipos masculinos de 2008 y 2010, hubo que esperar a que se iniciara la andadura de #EspañaAtletismo en los Campeonatos del Mundo de Trail Running, cuya primera edición oficial tuvo lugar en Annecy (Francia) el 30 de mayo de 2015, sobre un recorrido de 85 kilómetros.
Para la ocasión se reclutó a varios atletas que sí estaban más habituados a este tipo de distancias, entonces reconocidas como ultras, aunque esto haya ido cambiando con el paso de los años. El equipo femenino se subió al segundo peldaño del podio, una estupenda medalla de plata gracias a Maite Maiora (3ª), Uxue Fraile (6ª), Teresa Nimes (10ª) y Silvia Ainhoa Trigueros (27ª). Los hombres se quedaron a las puertas de la gloria con la cuarta plaza y con Luis Alberto Hernando (2º), Pablo Villa (16º), Daniel García (87º) y Manuel Merillas que abandonó.
Como vemos en aquella competición en Francia empezaron a llegar las medallas individuales gracias a la guipuzcoana Mayora, y a Luis Alberto. Aquella buena actuación generó el interés de otros muchos hombres y mujeres de las largas y medias distancias que empezaron a frecuentar la selección española los años siguientes. Se inició además la era de Luis Alberto Hernando, el atleta burgalés, que había sido un buen crossero y obstaculista como sub20 y sub23, y que, como Guardia Civil de Rescate en Montaña, se familiarizó rápido con el medio, y había sido olímpico en Biatlón en los JJ.OO. de Turín 2006.
Luis Alberto y las siguientes actuaciones, que acumularon múltiples medallas hasta la cancelación del evento en 2020 con la pandemia, serán protagonistas, como merecen en próximos artículos de este Road to Canfranc Pirineos.