REYES ESTÉVEZ, Míster Mundial (II)

Nos adentramos en la segunda parte de su aventura mundialista. Objetivamente menos lustre, pero sin dejar de ser uno de los faros del 1500 internacional. Cada gesto suyo era observado, cada declaración analizada, cada decisión fiscalizada. Atracción mediática pocas veces vista en nuestro deporte. Y más importante. Tuviese la edad o la forma que tuviese, cada vez que saltaba al sintético un rumor recorría la grada y el corazón de los amantes del citius, altius, fortius bombeaba con fuerza, intuyendo que la magia siempre podía manifestarse.