Sandra Myers: la mujer que iluminó el futuro

Sandra Myers

“¡Sandra, lo has conseguido!”. Se eleva jovial, a pocos metros de la línea de meta, una voz inglesa camuflada entre la multitud sudorosa que agiganta el estadio. Ella -músculos devastados, prisionera del láctico, desorientada tras soportar el terrorismo de la última recta- procesa la información en un instante que dura lo que dura la eternidad. Permanece sentada en el tartán. Las piernas estiradas, igual que los brazos que sostienen erguida su espalda mientras no deja de escrutar el lejano videomarcador, jadeante, esforzándose en atrapar la más mínima brizna de aire.